25 octubre 2023

La revolución Shelton

Algo más de dos años pasaron desde que Ben Shelton consiguiera su primer punto ATP. Desde aquel lejano (?) M15 Weston, Florida mientras disputaba el circuito universitario para los 'Florida Gators' (Universidad de Florida), hasta su reciente victoria en el ATP500 Tokio, el estadounidense no ha dejado de crecer a pasos agigantados. Su imagen ha trascendido las fronteras de Estados Unidos. Su desparpajo en la pista, su carisma y su proyección generaron que 'On Running', la marca suiza de la cual es accionista Roger Federer, se fijara en él en marzo para vestirlo de pies a cabeza al igual que a Iga Swiatek, actual número dos del mundo y ganadora de cuatro Grand Slams. Bienvenidos a la revolución Shelton.

“Cuando empecé a jugar al tenis no me gustaba mucho. Pues si soy sincero... veía que mi hermana iba a todos estos torneos y viajaba continuamente a diferentes sitios. Y yo me dije: ‘¡Menuda suerte tiene! Falta a clase para participar en competiciones, se va de viaje y duerme en hoteles...’ ”. Así le respondía a Louise Hough al preguntarle por sus inicios en el tenis. Shelton no empuñó una raqueta hasta los once años. Hasta entonces practicaba y disfrutaba del Fútbol Americano como 'Mariscal de Campo' (quarterback), la única posición en la que es más importante el lanzamiento (recuerden esto) que los regates, los placajes o la fuerza física.


Hijo de Bryan Shelton (ex 55° ATP) y sobrino de Todd Witsken (ex 4° ATP en dobles), Ben decidió empezar a practicar tenis con asiduidad a los doce años de la mano de su padre. Llegada la edad de competir a nivel Junior alrededor del mundo, una frase de su papá lo marcó: "¿Por qué necesitas viajar al extranjero cuando no eres el mejor en USA?". Shelton hizo caso a su progenitor, estableció una rutina de entrenamiento y compitió en los alrededores de Florida, cerca de Atlanta natal. Sin largos viajes por el mundo, el potente zurdo alcanzó el número tres de la USTA Junior gracias a ganar el Nacional en dobles sobre tierra batida 2019 (U16) y a ser finalista del Nacional de Invierno 2020 (U18).

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Entrenador de los equipos universitarios de la Universidad de Florida, Bryan Shelton siempre tuvo claro su rol como padre/entrenador para el desarrollo de su hijo: “Cuando estaba en la Universidad empecé a entrenarle, pero había otros dos entrenadores. Muchas veces les dejaba a ellos en pista durante los partidos porque mi presencia podía distraer al resto del equipo. Gestionar eso es muy importante, tenemos una buenísima relación. Puedo cambiar de rol perfectamente. A veces se trata de que se mantenga positivo y esté en el estado de ánimo adecuado para permanecer en el momento para salir, jugar con confianza y sacar su mejor tenis. Otras son sugerencias tácticas o pensamientos técnicos, pero sé que son cosas que puede digerir muy bien. Esa comprensión y confianza que tiene en mí como entrenador ayuda en esa situación en la que digo algo, él asiente y afirma que le ha llegado el mensaje”

En 2021 comenzaba su corta pero exitosa carrera tenística universitaria mezclada con algunos torneos profesionales. 2022 fue el año clave. Campeón Universitario junto a los Florida Gators, número uno NCAA y Jugador del año ITA a nivel universitario. Como profesional alcanzó seis finales Challengers (3-3) para terminar Top100 a final de temporada. El sprint final con tres Challengers ganados al hilo en 2022 y los cuartos de final en el Australian Open 2023 llamaron la atención de los patrocinadores. ¿Quién era ese zurdo de veinte años con 1,93 de altura que sacaba a 240 km/h y que además entretenía al público? Federer y 'On' no dejaron pasar la oportunidad de sumar a sus filas al diamante en bruto estadounidense.

La presión de ser el jugador de moda por sus resultados y sus formas lo llevó a una irregularidad, esperada por su escaso tiempo en el circuito profesional. La semifinal en el US Open sorprendiendo a propios y ajenos y la posterior convocatoria a la Laver Cup fueron una inyección de confianza de cara al tramo final de la temporada que lo ubicaba como el jugador más peligroso del momento, capaz de ganarle a cualquiera en superficies rápidas. La victoria sobre Jannik Sinner (4°) en el Masters1000 Shanghai fue la antesala de su primer título ATP unos días después en el ATP500 Tokio, confirmando que no solo puede ser un jugador de partidos.

¿Ser mariscal de campo durante su adolescencia le sirvió para sacar como lo hace? Su padre lo tiene claro: “Dios mío, no hay duda. No hay duda de que eso ayudó. Esa es probablemente la razón más importante. Ojalá haya algo que transmitimos como padres. Pero la clave es cómo desarrollas los dones que tienes. Creo que levantar el codo y hacer ciertas cosas con el balón y tratar de perfeccionarlo le permitió entrar al tenis y realmente desarrollarlo como un arma. Creo que esa es una gran parte de por qué ama todo lo que está por encima de su cabeza, ya sea un remate o un servicio. Es bastante dinámico con eso”. Y razón no le falta a Bryan...

A pesar de ser un novato en el circuito profesional y de haber cumplido recién la mayoría absoluta de edad, su familia de deportistas de elite y su paso exitoso por la Universidad lograron mantener a la nueva estrella del tenis con los pies sobre la tierra con interesantes reflexiones sobre porqué muchos tenistas actúan de determinada manera cuando alcanzan un estatus en el circuito ATP: “La forma en la que gestiono las situaciones en el circuito, estar rodeado de gente… Es fácil que los tenistas nos volvamos egocéntricos porque todo lo del circuito gira a nuestro alrededor. Nos ponen en un pedestal y es fácil pensar que todo gira en torno a uno y que el mundo gira a nuestro alrededor, pero no es así”.

Daniel Vitale Pizarro

15 agosto 2023

Un cambio necesario


Los músculos se aflojan y la raqueta queda como sostén. Una sonrisa tímida aparece mientras conecta con su grupo de trabajo en las gradas para luego soltar el aire con los ojos cerrados liberando la tensión acumulada. Jannik Sinner, un 'veterano' del circuito que cumplirá veintidós años en unas horas, ganaba su primer Masters1000 en Canadá para la satisfacción y el alivio de todo su entorno. Señalado por la prensa especializada como uno de los líderes del circuito en el corto-mediano plazo, el italiano 'menos italiano' de todos cumplió con las expectativas y se quitó un peso enorme de encima al ganar en Toronto ante el siempre complicado Alex de Miñaur.


Sinner parece haber encontrado la regularidad que se requiere para mantenerse en los puestos de vanguardia del ranking ATP. Al menos semifinalista en tres de los cuatro M1000 disputados y semifinalista de Grand Slam por primera vez en su carrera en Wimbledon, llegaba a Canadá como el octavo tenista del planeta, el mejor puesto de su vida. La catarata de derrotas en rondas iniciales de los candidatos fueron abriendo el cuadro que Jannik aprovechó. Berrettini, Murray (WO), Monfils, Paul y De Miñaur, las víctimas del de San Cándido que no enfrentó a ningún Top10 en su camino al título. Finalista en Miami 2021 y 2023, la tercera definición de Masters1000 fue la vencida.
Nada es producto de la casualidad y el propio jugador lo sabe. En julio de 2022 contrató a Darren Cahill (exentrenador de Andre Agassi, Lleyton Hewitt o Simone Halep) a tiempo completo para complementarse con Simone Vagnozzi, el entrenador que "suplantó" a Ricardo Piatti en el banquillo. El objetivo era dar ese plus mental en las instancias finales de los torneos importantes, algo en lo que estaba fallando a pesar de su corta edad. Su físico y su tenis estaban por encima de su enfoque mental y en un año de trabajo, los resultados están a la vista mejorando casi todos sus números en los últimos doce meses de competencia.


“Las finales siempre son un poco diferentes. Cuando juegas por un trofeo importante, cuando te acostumbras y ordenas tus sentimientos antes del partido y también durante, luego es más fácil mantenerte tranquilo, sobre todo mentalmente. Todo lo que hice hoy se resume del aprendizaje que tuve de las otras finales de Masters1000. Estaba muy concentrado en mi juego, en lo que tenía que hacer, sentía que lo estaba ejecutando de la manera correcta. Por eso estoy tan feliz. Esto es el sueño de todo tenista, ganar un gran torneo. La forma de pensar es importantísima en el deporte, Darren (Cahill) me ha ayudado mucho en ese aspecto”, reflexionaba Jannik Sinner con la madurez de un treintañero.

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Jannik destaca el trabajo con Darren pero no se olvida de Simone: “La mezcla de Darren con Simone es realmente agradable. Simone, técnicamente, sabe mucho en cuanto a tiros, pero mucho, mucho. Darren sabe preparar los momentos importantes, los partidos importantes, ha visto muchos a lo largo de su carrera como entrenador, además de ser un personaje importante. Te da confianza, siempre está relajado, trabajamos muy duro en la cancha. Siempre que me ha ayudo a colocar mejor la bola, además de mejorar el aspecto técnico. Empecé con Darren el año pasado antes de Wimbledon, sobre hierba, donde me enseñó un poco cómo jugar en césped. Hasta ahora todo ha ido bien”.

Daniel Vitale Pizarro

18 julio 2023

El heredero

Viernes nueve de junio de 2023. Carlos Alcaraz, hundido emocionalmente tras haber perdido las semifinales de Roland Garros, aceptó con mucha altura que "tuvo miedo" de ganarle a Novak Djokovic y que los calambres fueron producto de la tensión de sus músculos ante mayúscula posibilidad. Normal. A pesar de haber sido el número uno más joven de la historia y de ganar el US Open con diecinueve años, no deja de ser un adolescente que lleva pocos años en el circuito y que nunca había enfrentado a una leyenda del deporte en un torneo tan importante. Domingo dieciséis de julio de 2023. El "mismo" Carlos Alcaraz derrotó en la final de Wimbledon a Novak Djokovic, siete veces campeón en Londres, tras cuatro horas y cuarenta y dos minutos. Boom.

Más allá de una derecha tan potente como precisa, de un revés punzante, de una dejada de la épocas en la que se jugaba al tenis a otra velocidad y de un segundo saque liftado que solo sabe de exclamaciones, el punto a destacar del español fue su mentalidad. Perder el primer set y casi el segundo (5-6 en el tiebreak) no supuso ningún bajón mental que lo alejara del objetivo. Tampoco ceder el cuarto set cuando parecía encaminado a la victoria lo relajó. Todo lo contrario, dominó el quinto set y jugó un último juego para el recuerdo, teniendo enfrente a un jugador que estuvo treinta y cinco veces en esa situación, para muchos el mejor de la historia. Poca cosa para un 'chaval' de veinte años...

“Pensé muchas cosas tras perder el primer set, pero lo más importante era que tenía que subir mi nivel, sí o sí. Era la final y había que entretener a todo el público que había pagado una entrada para estar allí. Sabía que en algún momento tendría mis oportunidades para acercarme al marcador, sacando mi mejor versión. Me puso muy contento ganar el segundo set, ese momento fue clave, ya que de haberlo perdido… seguramente habría perdido en sets corridos. Peso nunca dejé de creer en mí mismo”, declaraba un sincero Alcaraz tras la hazaña lograda en la 'Centre Court', demostrando que un punto podría haber acabado con sus ilusiones.

La madurez mental que mostró "Carlitos" en la 'Cancha Central' de Wimbledon ante la mirada de personalidades tan importantes del mundo del deporte, del espectáculo y de la realeza es digna de estudio. Veinte años tiene el joven nacido en El Palmar (Murcia) que se plantó en la final del torneo de torneos ante una multitud de personajes históricos para arrebatarle de las manos el título más preciado al máximo hombre ganador de Grand Slams en la historia. 

A pesar de sus polémicas rabietas dentro de la pista que le generan ese amor-odio de los fanáticos entre los puristas del deporte y los que valoran más el entretenimiento, Novak acepta la derrota siempre con hidalguía y en esta dura final perdida se deshizo en elogios hacia el campeón: "Todo el crédito a Carlos, que tuvo un asombroso aplomo en los momentos importantes. Para alguien de su edad manejar los nervios de esta manera, jugar al tenis de ataque y cerrar el partido de la manera en que lo hizo. Pienso que resté muy bien el último juego, pero se le ocurrieron cosas increíbles, golpes asombrosos”.

Daniel Vitale Pizarro

13 junio 2023

Dueño de la historia

A pesar de no perder en un Grand Slam desde Roland Garros 2022 ante Rafael Nadal y sin la presencia del español en el torneo por primera vez desde 2004, el favorito para ganar en París no era Novak Djokovic. El nivel demostrado en la gira sobre arcilla y las dudas sobre su plenitud física hacían dudar a fanáticos y especialistas sobre las posibilidades del serbio de levantar su tercera 'Copa de los Mosqueteros'. El gran estado de forma de Carlos Alcaraz, la explosión de Holger Rune, la consistencia en Grand Slams de Stefanos Tsitsipas o incluso la novedosa "amistad" de Daniil Medvedev con la tierra batida desviaron los focos de atención sobre el multicampeón serbio.

Musetti en Monte Carlo, Lajovic en Banja Luka y Rune en Roma, sumado a la ausencia en Madrid por molestias en su codo derecho lo alejaron del centro de atención de la prensa especializada. Candidato en cualquier torneo por historia y vigencia, a sus treinta y seis años y en la superficie más desgastante de todas, el rendimiento de Djokovic era una incógnita antes del inicio del segundo Grand Slam del año. "No estaba rindiendo bien en los torneos de tierra previos a París, pero en cuanto llegué me sentí de manera positiva. Sentí que tenía una muy buena oportunidad contra cualquiera al mejor de cinco", expresaba sus sensaciones el serbio a medida que pasaban los días en la capital francesa.

Sacando los partidos adelante más por oficio que por nivel, recién en cuartos de final ante Karen Khachanov tuvo que elevar su tenis para no caer ante el potente ruso. Superados esos escollos, el torneo le puso enfrente al favorito de todos, Carlos Alcaraz. La juventud, energía, poder de golpeo y el mejor momento de forma de Carlos no fueron suficientes para destrabar un partido muy complejo que terminó con el español acalambrado producto de los nervios ante el duelo más importante de su corta carrera como profesional. "Lo achaco a una cuestión mucho más mental que física. Entré al partido más nervioso de la cuenta, no supe relajarme ni quitarme esa tensión. Probablemente fue lo más estresante y tenso que me he sentido en una pista de tenis. Ha sido muy duro", fueron las palabras de 'Carlitos'.

Alcaraz no soportó la presión. La falta de experiencia le jugó una mala pasada al murciano que la noche anterior no pudo casi ni comer y mucho menos dormir como hubiera debido. La instancia y el rival le quedaron grandes a un Carlos que fue 'Carlitos' ante un Djokovic al que no le tembló el pulso. La final fue diferente. Casper Ruud, el tenista más infravalorado del circuito, le plantó cara al hombre récord de serbia. De mayor a menor, el noruego estuvo tan cerca de ganar el primer set como tan lejos de ganar el partido. Al límite durante noventa minutos, el poder de fuego del inicio se fue apagando hasta ceder las tres mangas contra un Djokovic que nunca titubeó ni le permitió agarrarse al encuentro. La derecha de Novak fue perforando a Casper a medida que avanzaba el encuentro. El serbio jugó un partido muy serio, a la altura de las expectativas.

Sin excusas, el triple finalista de Grand Slam explicó el porqué de su derrota: “Creo que tuve un buen inicio y él cometió algunos errores, tal vez sintiéndose un poco nervioso. Obtuve algunos puntos gratis y estuve arriba 3-0. Esa fue una gran manera de empezar. A partir de ahí, él minimizó los errores y encontró su nivel y su ritmo. Creo que tuve un buen plan de juego y funcionó bien al principio. También porque él cometió algunos errores, pero simplemente luego dio un paso al frente, como si supiera cómo hacerlo. No es la primera vez que lo hace. Puedes ver por qué ganó 23 con la forma en que le dio la vuelta el primer set y dio un paso adelante en el segundo y tercero cuando tenía que hacerlo”.

Preguntado sobre quién es el mejor de la historia, Djokovic evadió la respuesta con estilo: “Siento que es una falta de respeto hacia todos los grandes campeones de diferentes épocas. Cuando hablas de historia, la gente habla principalmente de los Grand Slams ganados o la cantidad de tiempo como N°1 ATP. Me las arreglé para romper los récords en ambas estadísticas, lo cual es increíble. Realmente siento que la edad es solo un número en mi caso. Es un poco simbólico que haya ganado mi histórico 23 aquí en París, lo hace aún más dulce y grandioso saber lo que se necesita para ganar este torneo. Roland Garros es la montaña más alta de escalar para mí, por eso es aún más satisfactorio”. 

Daniel Vitale Pizarro

24 mayo 2023

Clayvedev

Era cuestión de tiempo para que Daniil Medvedev se diera cuenta de que la tierra batida no era tan perjudicial para su juego. El ruso, enemigo público del polvo de ladrillo luego de Nick Kyrgios, se "amigó" con la superficie más lenta del mundo para lograr su primer título en Roma sin haber ganado siquiera un partido en sus presentaciones anteriores. Finalista en Barcelona 2019 y con récord negativo en arcilla hasta su llegada a Italia (22-25), Medvedev derrotó a Tsitsipas (5°) y a Rune (7°) para ganar su vigésimo trofeo ATP con la particularidad de que todos son diferentes. Número dos del mundo tras vencer en el Foro Itálico, "The Machine" se suma a la lista de candidatos para Roland Garros y... ¿por qué no?

La explosión tenística y mediática de Carlos Alcaraz, la baja sin fecha de regreso de Rafael Nadal y las caídas tempranas de Novak Djokovic en los tres certámenes que disputó le permitieron a Daniil Medvedev transitar por la gira de arcilla sin expectativas ni presión alguna de los medios especializados. Sus malos resultados previos en polvo y sus declaraciones "anti-tierra" lo quitaron del foco de atención de aficionados y especialistas. Pero en Roma fue diferente. "Todavía no me lo creo, no que lo haya ganado, sino el hecho de haber jugado tan bien esta semana", verbalizaba sonriente un campeón tan sorprendido como feliz.

Medvedev explicaba el porqué de su mejora esta semana en la superficie más lenta del planeta: "No me movía lo suficientemente bien, mis golpes no tenían la suficiente profundidad. Creo que el nuevo cordaje me ayuda porque es más suave y la pelota sale más fácil. En Australia no funcionó. Dudaba de mí mismo. Ahora se siente increíble. Sobre el movimiento, es el entrenamiento o las nuevas zapatillas, me siento mejor con ellas. Me las arreglé para tener tiempo, para moverme bien y golpear la bola profunda. Parece fácil, pero es la parte más difícil del tenis. Quieres jugar profundo y fallas. Eso es lo que me pasaba, pero esta semana he conseguido hacer todo lo que tenía en mente”.

Los números del actual número dos del mundo desde que perdiera en el Australian Open son tan buenos que llegará a Roland Garros como el mejor tenista del 2023 con casi mil puntos de diferencia. Por primera vez en su carrera ganó cinco títulos en un temporada y ni siquiera llegamos a junio. La diversidad y cantidad de títulos más el número uno del mundo en 2022 lo colocan entre los mejores tenistas rusos de la historia, sin dudas en el Top3. Muchos récords de Yevgeny Kafelnikov o Marat Safin ya fueron superados por Daniil Medvedev que con veintisiete años se encuentra en un gran momento de forma.

"Siempre creo en mí mismo y en poder ganar los torneos más importantes del mundo. Pero al mismo tiempo, no creía que pudiera ganar un Masters1000 sobre tierra batida porque normalmente odiaba jugar en ella. No me sentía bien y nada funcionaba. Antes de Roma (Madrid y Montecarlo) no me sentí demasiado mal. Pensé: 'OK, sigamos'. Luego, cuando llegué aquí, me sentí muy bien en los entrenamientos y le dije a mi entrenador: 'No sé lo que está pasando, pero me siento de maravilla, así que vamos a ver cómo va'. Estoy muy contento de haberlo logrado y de demostrarme a mí mismo y a todos los demás que soy capaz de hacerlo”, declaraba un sincero Medvedev ante los periodistas.

Daniel Vitale Pizarro