09 diciembre 2021

El año ruso


Mientras el mundo del tenis habla del boom del tenis italiano, de la eclosión del tenis canadiense o de como Kazajistán se convirtió en una amenaza en la Copa Davis en los últimos años, en silencio y con jugadores de altísimo nivel, el tenis ruso dio que hablar en el 2021 ganando prácticamente todos los títulos posibles del circuito profesional masculino. ITF World Tennis Tour, Challengers, ATP250, ATP500, Masters1000, Grand Slam, Medallas olímpicas, ATP Cup y Copa Davis, todo gracias a cuatro jugadores que coleccionaron todos esos trofeos para Rusia en los últimos doce meses: Daniil Medvedev (2°), Andrey Rublev (5°), Aslan Karatsev (18°) y Karen Khachanov (29°).
Desde la disolución de la Unión Soviética (1991), Rusia ha sido siempre protagonista en el circuito principal con jugadores que han puesto en la más alto a su país. Yevgeny Kafelnikov, Marat Safin y Nikolay Davydenko fueron los principales exponentes de los años noventa y dos mil, ganando todo lo posible e incluso alcanzando el N°1 ATP. Esta nueva generación de tenistas rusos pretende ir un paso más allá que la anterior. A Medvedev, Rublev y Khachanov les falta el N°1 ATP y la medalla dorada olímpica ya que todo lo demás fue conseguido por alguno de los tres. El punto a favor de estos últimos es su edad ya que ninguno supera los veinticinco años, por lo que su futuro es muy promisorio.


Las Finales de la Copa Davis 2021 se presentaban con modificaciones en relación a la edición debut de 2019 luego de la reestructuración que sufrió la competición tras la asociación con el grupo Kosmos. Dieciséis equipos en tres sedes diferentes (Madrid, Innsbruck y Turín) con semifinales y final a disputarse en el 'Madrid Arena' durante once días fue el formato elegido para mejorar la competencia para jugadores y aficionados. A pesar de las mejoras en la organización como el formato multisede y la extensión de los días de competencia, tuvo fallas repetidas de la última edición como el orden de los partidos, los horarios de las series y el sistema de clasificación a decidirse con una calculadora.
Daniil Medvedev se mostró a favor de la nueva Copa Davis, en contra de varios de los jugadores más representativos del circuito que pedían un cambio pero no tan radical: "Todo tiene que cambiar en algún momento. Para mí es complicado hablar de la Copa Davis porque la he jugado solo dos veces. Jugué en Serbia, y bueno, de hecho, jugué cuatro veces pero solo dos en el Grupo Mundial. Puedo decir que para todos nosotros ha sido muy importante ganar aquí. Esto sigue siendo la Copa Davis. Novak ha estado aquí jugándola. Rafa la ganó la última vez. No importa el formato, los mejores jugadores del mundo están felices de poder representar a su país".
Campeones de casi todo, incluso de la Copa Davis Junior (menores de dieciséis años), Rusia no solo triunfó en la rama masculina, sino que fue campeona femenina de la Billie Jean King Cup (ex Fed Cup) y semifinalista de la BJKC Junior, un dominio casi absoluto en las competiciones por equipos del tenis, sea en varones, mujeres o Juniors. Parece que a los rusos no le afectó la sanción por dopaje (17/12/2020 - 16/12/2022) que les imposibilita representar directamente a su país, motivo por el que vimos las siglas de la Russian Tennis Federation y banderines con el logo de la RTF en vez de la bandera y el nombre del país soviético.


Andrey Rublev dejó bien en claro el porqué de los buenos resultados como equipo, basándose principalmente en lo humano por sobre lo deportivo: "Las competiciones por equipos son siempre especiales. Aquí en la Copa Davis o en los Juegos Olímpicos pasamos mucho más tiempo juntos, algo que no suele ocurrir normalmente. Aquí tenemos que desayunar juntos, comer juntos, pasar tiempo juntos. Hay cosas especiales que normalmente no nos damos cuenta que no hacemos. En estos torneos, te dan la oportunidad de poder hacerlo. Son enormes sensaciones, te brindan muchísimos grandes recuerdos. Esto es realmente lo más importante".

Daniel Vitale Pizarro

08 diciembre 2021

La "nueva" Davis

Podcast 'Golden Slam', episodio 02x14



Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta - @IMI19_

23 noviembre 2021

Maestro de los maestros

La edición número cincuenta y dos de la Copa de Maestros cambiaba de sede. Luego de doce años en Londres, Italia tomaba la posta dejada por Gran Bretaña para albergar el torneo durante al menos cinco temporadas en Turín, en el lujoso Pala Alpitour. La Federación Italiana de Tenis no podrá reprocharse nada cuando finalice 2021 tras haber organizado once M15/M25, veinticinco Challengers, dos ATP250, un M1000, ambos Masters (NextGen y Masters Finals) y las Finales de Copa Davis, con las cuentas pendientes de poder tener un ATP500 y de reflotar la serie de ITF M15/25 en Santa Margherita di Pula, sede que en 2019 organizó once eventos.
De los cuarenta eventos en suelo italiano, el más importante de todos era el Masters en Turín. Exclusivo para los ocho mejores jugadores de la temporada, el gran presente del tenis italiano en lo organizacional también se vio reflejado en las pista con Matteo Berrettini clasificando como siete del mundo, sexto en los últimos doce meses de competencia debido al desfasaje por el congelamiento de puntos pospandemia. Tener un representante local que se ha ganado su lugar por resultados y no por invitación es un privilegio y que el primer suplente también sea italiano y que pudiera debutar, era demasiado pedir para el país organizador.

Las lesiones de Matteo Berrettini y Stefanos Tsitsipas permitieron que debutaran dos jugadores más además de Hubert Hurkacz y Casper Ruud: Jannik Sinner y Cameron Norrie. Una de las sensaciones de la temporada tuvo su recompensa en su país natal. Sinner, predestinado a ganarlo todo en el mediano plazo, hizo delirar a la grada ganando un partido y teniendo dos 'match points' ante Daniil Medvedev. El fervoroso público italiano, agradecido de recibir a las mejores raquetas del tenis mundial con el agregado de que dos nacieron en su territorio, le puso color y calor a los diferentes encuentros durante los ocho días de competición, una experiencia diferente tanto para jugadores como para aficionados.


Llegaban las semifinales y con ellas el favoritismo de Novak Djokovic para llevarse el trofeo que ganó cinco veces pero que no levanta desde 2015. El serbio, como en los Juegos Olímpicos, no pudo derrotar a Alexander Zverev que lo privó, como en Tokio, de disputar una final importante. Del otro lado del cuadro, la sorpresa Casper Ruud enfrentaba a Daniil Medvedev. El ruso sorteó al noruego con facilidad en un torneo al que llegó como vigente campeón y con un invicto de 9-0 antes de la final. La definición por el título sería entre el número dos y el número tres del mundo.


Zverev acumulaba cinco derrotas consecutivas ante Medvedev, incluyendo la sufrida días atrás en la fase de grupos del Masters. Sin margen de error, el alemán salió a pista con un plan diferente y su estrategia funcionó a la perfección: "Se vio que había un plan de juego, ¿verdad? Creo que, cuando te mides a Daniil, si le dejas entrar en pista en muchos intercambios, lo vas a tener muy difícil, porque es uno de los mejores jugadores del mundo desde el fondo de la pista. Cuando te enfrentas contra él necesitas tomar el control de los puntos. Hoy lo conseguí, y está claro que por eso todo funcionó muy bien para mí". ¿El premio? Ser campeón de las Finales ATP por segunda vez en su carrera.
Líder en títulos (6) y victorias (59) en 2021, Zverev concluyó una temporada fantástica. Campeón en Acapulco, Madrid, Juegos Olímpicos, Cincinnati, Viena y el Masters (invicto en finales), "Sascha" terminará el año como número tres del mundo con un solo objetivo por delante para 2022: ganar un Grand Slam. A un puñado de puntos estuvo de ganar el US Open 2020 y a dos partidos ésta temporada en Roland Garros y el US Open, Alexander tiene claro en lo que enfocarse la temporada siguiente: "En cierto modo he triunfado en prácticamente cada nivel en el circuito. Solo me falta uno. Espero que pueda triunfar en él el próximo año".

Daniel Vitale Pizarro

08 noviembre 2021

#NextGenFinals

 Podcast 'Golden Slam', episodio 02x13


 
Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta - @IMI19_

26 octubre 2021

La inagotable cantera

Sebastián Báez no se olvidará fácil del 2021. Nadie en la historia del ATP Challenger Tour (1978-2021), la segunda categoría en importancia del tenis mundial, ha ganado cinco Challengers en ocho finales disputadas en una temporada antes de cumplir veintiún años de edad. Campeón en Concepción (Chile), Santiago I (Chile), Zagreb (Croacia), Santiago III (Chile) y Buenos Aires (Argentina) y finalista en Bratislava (Eslovaquia), Kiev (Ucrania) y Santiago II (Chile), la actualidad del argentino es brillante. 112° ATP y noveno en la 'Carrera a Milán', Báez tiene muchas posibilidades de ingresar al Masters #NextGen y de finalizar el año como Top100.

"No sé a cuántos puntos estoy del Masters. Sería lindo entrar, pero no es un objetivo. Tampoco apunto a terminar la temporada como Top100. Ojalá que se de. Mi presente es consecuencia del trabajo que venimos haciendo desde hace varios años. Es trabajo duro, todos los días, estando muy atento a los detalles, siendo muy profesional y siempre pensando en qué se puede mejorar. Con mi entrenador no pensamos en qué ranking podemos alcanzar o qué logros podemos conseguir. Cuando perdemos, analizamos qué pasó y empezamos a pensar en el otro torneo. Y si ganamos, vemos qué hicimos mal para hacerlo de otra manera, así trabajamos", contaba Sebastián Baez ante la prensa, con los pies sobre la tierra, enfocado en ser mejor día a día.

La progresión del bonaerense es ilusionante de cara al 2022 pero de ninguna manera es una sorpresa para los seguidores del tenis argentino. Sebastián desde muy pequeño se destacó entre los mejores del mundo. Su primer gran impacto mundial fue el título en el Orange Bowl Sub16 en 2015 con catorce años. Dos años después sacaba sus primeros puntos ATP mientras disputaba el circuito ITF Junior. En 2017 finalizó 9° ITF Junior con 16 años. N°1 ITF Junior en marzo 2018 tras ganar el Banana Bowl y la Copa Gerdau en Brasil tanto en individuales como en dobles, en junio perdió la final de Roland Garros y en agosto fue campeón en dobles de los JJOO de la juventud en Buenos Aires.

Entrenado por José Luis Clerc entre 2010-2014, en 2015 inició su camino junto a Sebastian Gutierrez, su actual entrenador, un profesor de la Academia que tenia Clerc en el Parque Roca: "Yo confío mucho en Sebastián, para mí Seba es todo. Lo resumo en esa única palabra. Él estuvo a mi lado desde que empecé a jugar. Fui N°1 Junior con él al lado; también estuvo conmigo cuando estábamos sin puntos ATP y ahora. Sin él no hubiera llegado adonde estoy. Todo esto lo logramos juntos. Y eso, sumado al profesionalismo con el que trabajamos, hace que todo se esté acomodando cada vez más, lo mental y lo tenístico. Siempre tuvimos una gran química, la pasamos genial. Tener este vínculo con un entrenador es difícil y yo tengo la suerte de tenerlo".


El 2019 fue el año de los Futures, el de transición del mundo Junior al profesional. Cuatro títulos en seis finales entre ITF M15 e ITF M25 (denominación de los antiguos Futures) terminó la temporada dentro del Top400 (398°). Pandemia de por medio en un 2020 extraño y difícil para todos, mucho peor para los jóvenes con rankings bajos y sin grandes sponsors, ganó un M15 antes del parón por Covid y perdió una final en un M25 tras la reanudación del calendario ATP/ITF. Con la incertidumbre de cómo sería su hoja de ruta en 2021 por restricciones pandémicas, torneos cancelados y demás vicisitudes, el 2021 le tenía guardado una sorpresa tan grata como merecida.

Probablemente la explosión de Sebastián Báez en 2021 no hubiera sido posible así de rápido de no ser por el "Circuito Dove Men+Care Legión Sudamericana". El proyecto ideado por Horacio de la Peña durante la Pandemia vio la luz en marzo con un rotundo éxito de participación sudamericana, principal motivo de la realización de estos torneos en la región. 36 torneos profesionales organizados en nueve países: doce Challengers, doce ITF M15/M25 masculinos y doce ITF W15/W25. La lejanía de Sudamérica con Estados Unidos o Europa limitó siempre el desarrollo de los tenistas sudamericanos obligando a los aspirantes a profesionales a mudarse a esos continentes durante muchos meses al año para abaratar costos y poder competir en 'igualdad de condiciones' con los demás.

"Quiero que piensen en todos esos chicos que están viajando por el mundo solos, durmiendo en hoteles, festejando cumpleaños lejos de casa, haciendo esfuerzos inhumanos para conseguir ese punto ATP y justificar los esfuerzos de las familias sudamericanas. El esfuerzo de las empresas privadas como Dove y de las federaciones... hay que pensar en ellos, están haciendo historia en el deporte. Padres, entrenadores y chicos que no me conocen me dicen gracias. Es muy lindo, más aun cuando escuchás historias de jugadores y padres que han gastado fortunas o de la cantidad de chicos que se retiraron porque no tuvieron esta oportunidad. Son historias increíbles. Ese es el motor, el empuje que necesitás para seguir trabajando", declaraba emocionado el mentor del circuito, 'el pulga' De la Peña.

Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta

20 octubre 2021

Destapado

Nadie, ni su circulo más intimo, imaginó a principio de temporada el presente de Cameron Norrie en el circuito ATP. Seis finales ATP en diez meses de competencia, dos títulos (uno de ellos de Masters1000) y 16° ATP con posibilidades reales de clasificar al Masters en Turín a falta de cuatro semanas para completar el calendario 2021. Norrie empezó el año Top75 ATP (74°), sin títulos en el circuito principal y con apenas una final en Auckland 2019. Las expectativas eran altas pero ni cercanas a las actuales. Los objetivos a corto plazo cambiaron en un abrir y cerrar de ojos con las Finales ATP a la vuelta de la esquina y con las Finales de Copa Davis en el horizonte.

Cameron Norrie nació en Johannesburgo (Sudáfrica) en 1995, fue criado en Auckland (Nueva Zelanda) entre 1998-2011 y Londres (Inglaterra) entre 2011-2014. Nacionalizado británico (jugó bajo bandera neozelandesa y luego británica como Junior) porque sus padres nacieron en Escocia (padre) y Gales (madre), cumplida la mayoría de edad decidió combinar sus estudios con el tenis en Estados Unidos en la Universidad Cristiana de Texas (2014-2017) por lo que tuvo que trasladarse a Fort Worth, Texas. Finalizada la carrera universitaria, en 2017 volvió a Londres para afincarse definitivamente en Inglaterra y seguir representando a Gran Bretaña en el deporte.

Norrie fue 10° ITF Junior en 2013 sin grandes resultados en los Grand Slams. Entre 2014-2017 Cameron eligió el sistema universitario estadounidense formando parte de la Universidad Cristiana de Texas (TCU), período en el que alcanzó el N°1 Universitario (2017). En ese periplo, disputó algunos Futures (ganó tres) mientras competía como alumno de la TCU. En junio de 2017, tras terminar sus estudios en Sociología, inició su carrera como tenista profesional al 100%. Campeón de tres Challengers en sus primeros seis meses sin ser estudiante universitario, en 2018 ingresó por primera vez al Top100 para establecerse en la elite del tenis mundial y nunca dejar de avanzar.

Jamás olvidará los años como universitario en Estados Unidos, una experiencia completa en todos los sentidos: "En la Universidad Cristiana de Texas tenemos chance de jugar al tenis y disfrutar la vida. Es muy diferente al circuito ATP. Allí estamos con amigos y competimos en un ambiente muy agradable. El sistema del College es fenomenal, allí conocí a mi actual coach, el argentino Facundo Lugones, que formaba parte del equipo como jugador. La Universidad te permite estudiar, socializar y hacer algo de dinero mientras seguís progresando en el tenis. Lo recomiendo totalmente ya sea en Estados Unidos, Francia o Reino Unido".


Cameron destacó la importancia del argentino Facundo Lugones (compañero-amigo-entrenador) en su equipo de trabajo durante todo este tiempo, un dúo que va más allá del tenis: "Tenemos una gran amistad desde mi etapa en la Universidad, era mi compañero en el equipo de la NCAA y es un apasionado del tenis. Nunca nos cansamos de estar juntos, siempre está dispuesto a escuchar y aprender de los demás y se encarga hasta de los mínimos detalles. Significa mucho estar recorriendo un nuevo camino junto a alguien en quien confío tanto y que me ha acompañado desde mis inicios en este deporte a nivel profesional".


Pasada su etapa como universitario y establecido como Top100, llegó su primera final ATP, casualmente en Auckland, ciudad donde descubrió el tenis entre raquetas de squash de sus padres. Pandemia de por medio en 2020, 'Battle of the Brits' fue un punto de inflexión en su vuelta a las pistas: “Fue muy divertido, se lo agradezco mucho a Jamie (Murray) y a todos los involucrados. Fue algo enorme competir en aquellos partidos, eran duelos de mucha presión donde ninguno quería perder (risas). Salió perfecto, fue un lujo contar con Andy, Kyle, Evans, Jack, Jubby y Broady, pude practicar con ellos y todos querían lo mismo, conseguir buenas prácticas y partidos. Luego quedó demostrado que nos ayudó, especialmente de cara al US Open. Estoy deseando que llegue la próxima edición en diciembre”.
El pollo, como lo apoda Lugones, analizó en frío sus años en el profesionalismo y su idílico presente: "He tenido una progresión bastante constante durante toda mi carrera. Es cierto que me estanqué cierto tiempo entre el 60° y 80° del ranking, pero pasé poco tiempo en el circuito Challenger y mi trabajo constante y muy duro siempre me dio esperanzas de seguir mejorando. Cada temporada he ido incorporando cosas nuevas a mi juego, con gente que se preocupa de todos los detalles y que siente una inusitada pasión por el tenis. Cuando todo eso ocurre, el éxito es más sencillo que llegue. Claro que es una sorpresa ganar Indian Wells, fue una semana increíble. Creo que aún no he asumido lo que logré".
Agradecido, el actual 10° del mundo en la "Carrera a Turín" no se olvida de nadie y cita con nombre y apellido a las personas que lo ayudaron a ser lo que es: “Ha habido un montón de personas que me han ayudado a convertirme en profesional, incluso desde mi etapa anterior en la Universidad. Tuve dos entrenadores muy importantes, Devin Bowen y Dave Roditi, además de Facundo Lugones. Él ha sido el gran líder, muy profesional, el que más me ayudó. Hemos formado una gran asociación. Me acuerdo también de algunas personas en la LTA, como James Trotman, él ha sido como un pequeño mentor. No me quiero olvidar de mi fisioterapeuta Julián y de mi preparador físico Vasek”.

Daniel Vitale Pizarro