14 enero 2019

Puente universitario




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El tenis Universitario de Estados Unidos es el de mayor nivel del mundo. Jugadores de todo el globo emigran a las Universidades norteamericanas para jugar al tenis y estudiar, mezclando el estudio y el deporte, un combo ideal para un adolescente que no tiene claro si quiere convertirse en tenista profesional o dedicarse al ámbito laboral tradicional luego de conseguir un título Universitario. Desarrollar una posible carrera como tenista profesional y ser un profesional en otro sector gracias al estudio, tranquiliza mucha veces al joven y genera que juegue sin presiones ni tantas obligaciones como si solo golpeara una pelotita para subsistir.


En ese contexto, las Universidades reclutan a los mejores exponentes de sus Estados y becan a posibles buenos jugadores de todo el mundo. Los elegidos deben aprobar un examen de admisión (SAT y TOEFL), ser tenistas amateurs y haber finalizado los estudios secundarios/bachillerato en sus países de origen. Según el nivel de tenis del alumno y de la Universidad solicitante, disputará la División más acorde a su rendimiento. La división más alta se llama "NCAA I" y es el paso previo al circuito profesional ITF o ATP, siempre y cuando el objetivo del jugador sea dedicarse por completo al tenis. Las otra divisiones son "NCAA II", "NCAA III", "NAIA" y "Junior College".
La lista de jugadores ATP destacados que fueron jugadores Universitarios norteamericanos es extensa, lo que comprueba lo exitoso del sistema educativo/deportivo a lo largo de los años. John Isner, Kevin Anderson, Steve Johnson o los hermanos Bryan, son los máximos exponentes en activo del formato estadounidense. Menos conocidos pero ambos Top100 aparecen Tennys Sandrgren (UT 2010-11) y Cameron Norrie (TCU 2015-17). Ellos acaban de disputar la final del ATP250 de Sidney, demostrando que el camino del tenis combinado con el estudio es posible, una alternativa superadora a la dedicación exclusiva a un deporte en particular.
Rivales en el circuito Challenger, nunca se habían enfrentado a nivel ATP. “Creo que Cam me ha ganado 18 veces seguidas”, bromeaba Tennys sobre su historial (2-4) frente a Cameron antes de la final en Australia, perdiendo las últimas tres veces que lo enfrentó, incluyendo la final en 2017 del Challenger en Tiburón, California (USA). Sandgren conocía lo que era disputar una final ATP (Houston 2018) pero Norrie nunca había llegado a una definición por el título. El norteamericano sacó provecho de la derrota en abril de la temporada pasada sobre arcilla ante otro universitario récord, Steve Johnson, para obtener su primer título ATP.
Gracias al título, Tennys Sandgren aparecerá como 41° ATP el lunes, su posición histórica más alta, y así reaccionaba a su idílico presente: "Este título significa mucho, me esforcé mucho estos meses preparando la temporada y recibir el premio tan pronto es algo muy gratificante. Tener cierta experiencia adicional me ayudó en la final, intenté mantenerme estable mentalmente y empezar con un poco más de energía. He sacado muy bien durante toda la semana y la derecha ha funcionado como quería, siento que me estoy moviendo realmente bien, aunque mi objetivo sigue siendo permanecer dentro del top100. Estoy tratando de mejorar y ver hasta donde puedo llegar, no tengo miedo de apuntar alto".
Cameron Norrie, nacido en Johanesburgo (Sudáfrica), criado en Auckland (Nueva Zelanda), nacionalizado británico (padre escocés, madre galesa) y jugador Universitario norteamericano en la Universidad Cristiana de Texas es entrenado por el argentino Facundo Lugones, excompañero en la Universidad con el que forjó una amistad que va más allá de la relación entrenador-jugador. Gracias a Lugones, "Noz" ha entrenado en Argentina con Juan Martín Del PotroDiego Schwartzman y Leonardo Mayer, incluso formó parte del equipo de Interclubes del Buenos Aires Lawn Tennis Club en 2017, año en el que hizo la pretemporada en Argentina.

Daniel Vitale Pizarro

11 enero 2019

Viejos, altos y buenos

2018 finalizó como el año con el Top10 más alto de la Era Abierta (192,6 cm) y también el más longevo (29,9 años). 2019 no podía empezar de manera diferente. Ivo Karlovic (211cm) y Kevin Anderson (203cm) disputaron en el ATP250 Pune (India) la final ATP de más altura de la historia y la más "adulta" (71 años), igualando la misma cantidad de años con Quito 2017 y Los Cabos 2016. Los cuatro metros y catorce centímetros de Ivo y Kevin superaron a los cuatro metros y once centímetros de Atlanta 2013 entre John Isner y el sudafricano Kevin Anderson. Récords y más récords son los que rompe el gigante croata en el circuito ATP a sus jóvenes 39 años de edad.
Karlovic no fue campeón pero sí noticia. Tercer finalista ATP a los 39 años detrás de Ken Rosewall y Pancho González (43 años). Desde 1977 que un jugador de 39 años no disputaba una final ATP. Líder en aces desde que se tienen datos (1991) con más de 13000 convertidos, dice que juega para seguir rompiendo récords en torno a la edad. Y vaya si lo está haciendo. En su 16° temporada consecutiva como Top100 y tras superar una meningitis que casi lo retira del tenis en 2015, Ivo sigue dando batalla en un circuito cada vez más físico pero a la vez más longevo. El profesionalismo de los jugadores y del circuito llevó a que los tenistas hayan alargado sus carreras.
Los equipos de trabajo de cada jugador, con especialistas en todo lo relacionado con el deporte (entrenador, preparador físico, médico, psicólogo, nutricionista, etc) más el minucioso armado del calendario para evitar viajes innecesarios o agotamiento físico y mental por disputar muchos torneos, son la clave para mantenerse como profesional pasado los 35 años, una edad que invita más al retiro de la actividad que a disputar finales. Para tener una idea de lo que es tener 35 años en el tenis, el circuito "Senior" denominado "Champions Tour" es a partir de esa edad, lo que agiganta lo logrado por los tenistas que siguen compitiendo al máximo nivel pasados los 35.


Anderson impuso condiciones en India. Preclasificado N°1 y N°6 ATP, ganó por primera vez un título previo al Australian Open. Finalista el año pasado en Pune y en 2013 en Sidney, en 2019 llegará al primer Grand Slam de la temporada con la confianza por las nubes. Dueño de un récord poco habitual en finales ATP (6-13), menos aun para un doble finalista de Grand Slam, en Pune el sudafricano pudo levantar su sexto trofeo ATP en diecinueve definiciones. Sí, apenas un 31,6% de efectividad, uno de los porcentajes más bajos de la Era Abierta. A tono con la tendencia longeva del circuito actual, a los 32 años vive el mejor momento de su carrera.

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“Quería dar un paso más que el año pasado… No tienes la oportunidad de ganar torneos cada semana y cuando lo consigues es muy especial. Significa mucho para mí. Tenía muchas ganas de poder quitarme esa espina clavada de perder la final del año pasado. Ha sido un partido muy cerrado, podría haber caído de cualquier lado. El ambiente ha sido sensacional y lo recordaré toda mi vida”, expresaba el africano luego de vencer a su rival en Pune por un ajustado 7/6 6/7 7/6, un resultado cotidiano para este tipo de jugadores que hacen del servicio un arte. Desde que cambió de ciudad en 2018 (Chennai a Pune), los aficionados indios vieron en ambas oportunidades a Anderson en la final.

Daniel Vitale Pizarro

17 diciembre 2018

Un agitado 2018


El tenis argentino vivió un 2018 repleto de emociones. En la cúspide del tenis mundial y en las bases, 2018 no fue un año más para el tenis en Argentina. Juan Martín Del Potro, Diego Schwartzman, Sebastián Baez, Facundo Diaz Acosta, Gustavo Fernandez y podría seguir con muchos nombres y logros a nivel junior y profesional de los jugadores que representan a nuestro país a lo largo y ancho del mundo. Todo eso concluyó en diciembre con el Interclubes de Primera División, el de más jerarquía de la historia, en un estadio digo para tal evento. Tampoco fue un año tranquilo en lo dirigencial con un cambio total y generacional en la cúpula de la Asociación Argentina de Tenis.
El año comenzó con Gustavo Fernandez como N°1 ITF de tenis adaptado. Su título en el Australian Open y las finales perdidas en Roland Garros y Wimbledon lo depositaron en el cumbre del tenis mundial en 2017, posición que perdió tras perder en su debut en el Australian Open 2018. Lejos de ser un mal año, el cordobés finalizó 2018 como N°3 ITF luego de perder las finales de Roland Garros y Wimbledon, como en 2017.
Las alegrías no tardaron en llegar. En marzo, tres meses después de que Axel Geller dejara vacante el N°1 ITF Junior por edad, otro argentino tomó las riendas del circuito juvenil: Sebastian Baez. Finalista de Roland Garros junior y Oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud en dobles, Sebastian finalizó la temporada como N°3 del ranking para menores de edad. El otro junior destacado fue Facundo Diaz Acosta. Apenas una victoria en dobles en los tres Grand Slams (0-3 en singles) que disputó pero con buenos resultados en torneos de similar jerarquía, finalizó N°6 ITF junior gracias al sorprendente rendimiento en Buenos Aires 2018 en el que obtuvo dos medallas de Oro: singles y dobles junto a Baez.
En el circuito principal, Juan Martín Del Potro tuvo su mejor año deportivo como profesional. Por primera vez en su carrera fue campeón de un Masters1000 y N°3 ATP. Además volvió a la final de un Grand Slam, precisamente en el US Open, nueve años después de ser campeón en Flushing Meadows. Clasificado al Masters, una lesión (otra más) le impidió coronar una temporada brillante. El otro punto fuerte fue Diego Schwartzman. Campeón por primera vez de un ATP500 (Rio de Janeiro), alcanzó el puesto 11° ATP en junio luego de ser cuartofinalista en Roland Garros. A la temporada de ensueño que tuvo "el peque", le agregó su primera victoria sobre césped luego de siete derrotas consecutivas.

Tenis | @dieschwartzman elevó la vara y se aferra a los detalles para progresar: nuevo calendario y encordado más "veloz" 🎾🇦🇷 Por @SebaTorok https://t.co/KyItqbwAVo pic.twitter.com/zj3USxdAj7
Las categorías menores del circuito internacional también dijeron presente. Once fueron los Challengers que se conquistaron en singles en 2018 para llegar a un total de 330 títulos en esa categoría, creada en 1978. Guido Andreozzi fue el líder anual con cuatro Challengers obtenidos más otros cuatro en dobles. En total Argentina acumuló 18 títulos entre singles y dobles. En los Futures, la categoría más baja del profesionalismo, Argentina terminó con 108 Futures ganados entre singles y dobles, la mayor cantidad obtenida por un país en el año, un dato a destacar para el tenis argentino.
Pero la frutilla del postre fue el Interclubes de Primera División. Disputado en el "Polideportivo Boedo" de San Lorenzo de Almagro, quince equipos se disputaban la Copa Interclubes. Desprestigiado años atrás, los clubes y la AAT iniciaron un camino hacia la excelencia y lograron convocar a 12 Top100 diferentes entre singles y dobles en las listas de buena fe. Un lujo para el país y para los espectadores que pudieron disfrutar de un torneo con jugadores de altísimo nivel en un estadio moderno, techado y sobre superficie dura, a modo de preparación para la temporada ATP en Oceanía 2019. El campeón fue el recién ascendido Ferro ante el defensor del título GEBA.
Diferente al Interclubes tradicional, no se disputaban los tres encuentros a la vez sino uno atrás de otro, con el dobles como punto definitivo en el caso de una igualdad. Además, el tercer set era un match tiebreak (10 puntos), con el objetivo de no cargar a los jugadores en plena pretemporada y para agilizar los horarios ya que se disponía de una sola cancha. Federico Delbonis, Facundo Bagnis, Facundo Mena y Juan Pablo Varillas fueron los que disputaron los tres partidos de la "Ronda Final". Bagnis (single 2) fue el estandarte e invicto del equipo (3-0), Delbonis (single 1) aportó en cuartos de final su único triunfo (1-2) y el dobles Mena-Varillas definió la serie cuando se lo necesitó (2-0).

Daniel Vitale Pizarro desde el 'Polideportivo Roberto Pando'

26 noviembre 2018

RIP Copa Davis

Cuando se recuerde a Croacia en la Copa Davis, el aficionado promedio rememorará tres acontecimientos. El primer título en su primera final disputada ante Eslovaquia en Bratislava (Eslovaquia) en 2005; la increíble oportunidad desperdiciada en Zagreb (Croacia) contra Argentina tras llegar al domingo 2-1 y Marin Cilic 2-0 en sets versus Del Potro; y por ser el último campeón de la Copa Davis tradicional, en su versión histórica, esae ideó Dwight Filley Davis en 1900. 118 años de historia se terminaron en Lille (Francia) consagrando a Cilic, Coric, Dodig, Pavic y Skugor, frente a los campeones defensores capitaneados por Yannick Noah.
El capitán francés, único de su país campeón de Grand Slam en la Era Abierta, sorprendió con la convocatoria. En la lista de buena fe dejó afuera a Benoit Paire (52°), Adrian Mannarino (42°), Gilles Simon (30°) y Gael Monfils (29°). En su lugar convocó a Lucas Pouille (32°), Jeremy Chardy (40°), Jo-Wilfried Tsonga (259°), Pierre-Hugues Herbert (55° y 12°) y Nicolas Mahut (11° en dobles). Los franceses son un ejemplo como equipo porque, los no convocados por gusto o preferencia del capitán, forman parte de la delegación, entrenan juntos y viven la semana de la final como uno más. "Todos para uno, uno para todos"
El jueves, durante el sorteo, Noah volvió a sorprender a propios y ajenos: Chardy single uno y Tsonga single dos. Una jugada arriesgada, de esas que si salen bien, el capitán es un "estratega" y que si salen mal, no se entiende porqué lo hizo. Lamentablemente para el aficionado francés, salió mal. Pero no fue descabellado lo que hizo Yannick. El campeón de Roland Garros 1983 apostó por Chardy ante Coric gracias a su H2H (2-1) y a su última victoria en polvo de ladrillo del galo; y por Tsonga, jugador copero por excelencia (27-10 en Davis) y el mejor francés de ésta camada. La jugada maestra no salió y Francia llegó al sábado con un contundente 0-2 y 0-6 en sets.

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El equipo de Croacia era mejor en calidad. Marinc Cilic (7°), Borna Coric (12°), Mate Pavic (4° dobles), Franko Skugor (28° dobles) e Ivan Dodig (35° dobles). Versátiles singlistas y muy buenos doblistas, la superficie no definía favoritismo, más allá de las condiciones favorables para el local, típicas de una serie de Copa Davis. El dobles fue para Herbert/Mahut, una pareja asentada en el circuito ATP ante una muy buena dupla croata pero que carecía de partidos como equipo (Pavic/Dodig), llegaron al domingo con opciones de revalidar el título de 2017. Apenas comenzada la jornada dominical, Marin Cilic, el mejor rankeado de la serie, se encargó de silenciar el estadio al barrer al héroe de la Davis pasada, Lucas Pouille, en sets corridos, con un match point de lujo.
Consumada la derrota en su país, la actitud francesa hace honores a los creadores de este deporte. En medio de los festejos de los croatas en el vestuario, ingresaron al mismo Yannick Noah y los suyos para felicitar a los campeones, brindar con champagne y fotografiarse con ellos. El 'fair play' por encima de todo, demostrando que ganar no es lo más importante, sino competir lo mejor posible, respetar y felicitar al rival si fue mejor. Así de simple y así de complejo. En un mundo tan competitivo y asediado por los medios de comunicación que ensalzan las victorias y enfatizan las derrotas, Francia y el tenis le demuestran al mundo que hay otro camino y que es mucho mejor.

Daniel Vitale Pizarro

19 noviembre 2018

El efecto Lendl


Miami, julio de 2018. Alexander Zverev es N°3 del mundo, tres veces campeón de Masters1000 y dueño de ocho títulos ATP, todo eso con apenas 21 años. Instalado en el Top10 desde mediados de 2017, solo en Roland Garros había alcanzado los cuartos de final en un Grand Slam, curioso por el par de años exitosos. Entrenado por su padre, el alemán no se conforma con el Top3 sino que apunta a más. Sabe de su potencial y no quiere perder tiempo. En la Florida se lo vio entrenando junto a Iván Lendl, el supercoah que ayudó a Andy Murray a ganar tres Grand Slams y dos medallas de oro olímpicas luego de perder sus primeras cuatro definiciones en los Majors.

Un mes después de esa "prueba" en Miami y de negar un trabajo mancomunado entre el checo y el alemán, Zverev anunció que Ivan Lendl se unirá a su equipo de trabajo. El inexpresivo pero efectivo Iván había rechazado una propuesta de Tomas Berdych en 2014 por una agenda "muy ocupada", agenda que "desocupó" en 2016 para volver a entrenar a Andy Murray. Lendl es selectivo y por algo aceptó trabajar con Alexander. Edad, proyección, tenis, potencial, todo eso y más es "Sascha" e Iván se dio cuenta de esos atributos y decidió involucrarse en el proyecto. En agosto, previo al US Open, la noticia era oficial y Zverev-Lendl era una realidad.
La ansiedad de los fans y de los medios hegemónicos por ver triunfar al tándem checoalemán ponían más presión sobre los hombros del jugador que pedía tiempo para ver resultados positivos. Nada es inmediato en la vida y menos cuando dos personas tienen que congeniar por un rendimiento en común. El último tramo de la temporada no estaba siendo acorde al 2018 con derrotas inesperadas ante Philipp Kohlschreiber (34°), Malek Jaziri (61°), Marius Copil (93°) y Karen Khachanov (18°). Número cinco del mundo en noviembre, el Masters era el último torneo de la temporada ya que la final de la Copa Davis era Francia vs Croacia.
Triunfo sobre Cilic, derrota contra Djokovic y victoria versus Isner lo depositaron en semifinales de Londres por primera vez en dos participaciones. Su rival en semifinales era Roger Federer. Zverev jugó un gran partido ante uno de sus ídolos y lo despachó 7/5 7/6 sin antes ser abucheado por el público en la entrevista posterior al partido por un episodio confuso que le podría haber dado un mini quiebre muy importante a Federer en el tiebreak, situación que el suizo minimizó aunque declaró que él hubiera hecho lo contrario. Más allá del pequeño altercado, el joven alemán pudo con el favorito del mundo y se instalaba en la final del Masters.


Novak Djokovic era el finalista. Un segundo semestre de locos le permitió finalizar el 2018 como N°1 ATP y en el torneo más difícil de la temporada estaba afirmando que era el verdadero N°1. Al partido final llegaba sin ceder sets ni su servicio, con apenas dos bolas de break (Zverev en RR), demoliendo a sus rivales. El candidato era el serbio por el pasado y sobretodo por el presente. Cinco veces campeón aquí y 39-4 desde Queen's, nadie pensaba que perdería en la final del Masters en sets corridos ante Zverev, luego de vencerlo en sets corridos en en round robin. Pero el tenis no es una ciencia exacta y la oportunidad de revancha, el Masters, se la proveyó cuatro días después.
Y no la desaprovechó. Alexander Zverev no le permitió a Novak Djokovic en ningún momento tomar las riendas del partido. "Nole" sufrió el partido y "Sascha" lo disfrutó. El resultado lo refleja: 6/4 6/3. Asediado el serbio, nunca encontró la solución para dar vuelta el partido. El alemán se paró unos centímetros más adentro de la cancha, fue más agresivo aun y cambió el porcentaje de servicios a la "T", en relación al partido perdido días atrás ante el mismo rival. Ahí se notó la mano de Iván Lendl en la táctica y la mentalidad. Concentrado y enfocado en lo que debía hacer para ganarle al mejor del mundo, nunca abandonó el plan y todo salió como fue planeado. Campeón del Masters de Londres.


Acostumbrado a los flashes a pesar de sus cortos veintiún años, entre bromas y análisis entró a la sala de prensa en medio de los aplausos: "Este es el peor aplauso que he recibido tras ganar un torneo, pero gracias (risas). No estoy preocupado por nada. Así que pueden preguntarme lo que quieran. Hoy traté de salir y disfrutar del partido, disfrutar del ambiente, disfrutar el momento. Eso fue lo que hice. Y mi servicio estuvo funcionando bien toda la semana. Tuve mucha confianza en ello. Todo funcionó bien. Solo perdí mi servicio una vez contra él hoy. Creo que esta es una muy buena estadística, especialmente considerando que es el mejor restador de nuestro juego”.

Daniel Vitale Pizarro

05 noviembre 2018

El M1000 más plural




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El Masters1000 de París es el torneo de las sorpresas. Por la posición en el calendario y la cercanía con el Masters, muchas de las mejores raquetas del mundo pasan por alto el torneo de la capital francesas por cansancio acumulado, lesiones o simplemente para descansar de cara al torneo por el cual lucharon durante todo el año para clasificar. Tal es así que en esta época cuasi monopólica del 'Big4' (2004-2018) hubo doce ganadores distintos, solo Djokovic pudo repetir (4 veces). Y algo más llamativo. A excepción de Nadal, Djokovic, Federer y Murray, cinco de esos nueve ganadores de París no ganaron otro M1000 en su carrera, ni antes ni después de ganar en Bercy.

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En ese contexto Karen Khachanov (18°) se abría paso en el cuadro principal con victorias resonantes ante Krajinovic (finalista 2017), Ebden, Isner (9°), Zverev (5°) y Thiem (8°), antes de toparse en la final contra Djokovic (2°). Invicto en finales ATP (3-0) pero también invicto en enfrentamientos ante el Top8 ATP (0-8), la vara estaba muy alta. El serbio había recuperado el N°1 ATP (224 semanas y contando) gracias a la baja de Nadal y desde la gira sobre hierba que era casi invencible. Campeón de casi todo desde junio, la semifinal de tres horas contra Federer lo depositaba como amplio favorito al título.
Por suerte el deporte no es una ciencia exacta y nos permite ver resultados que en la teoría se antojan imposibles. Khachanov se impuso con autoridad ante Djokovic 7/5 6/4 en su primera final de Masters1000 ante la atónita mirada del público parisino que aplaudía cada tiro ganador del ruso. Potente desde el fondo de la cancha con un drive poco ortodoxo, gran saque y sobre todo fuerte mentalmente, manejó la ansiedad a la perfección y aprobó el examen más difícil de su carrera: ganarle a Djokovic en la final de un M1000, categoría en la que ostenta 32 títulos en 47 finales disputadas.

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No solo venció a cuatro Top10 camino al título en París, sino que derrotó a Djokovic en una final sobre canchas duras, algo que solo pudo hacer un escueto grupo de tenistas: Federer, Nadal, Murray, Wawrinka y Tsonga. “Este triunfo significa el mundo entero para mí. Tener la oportunidad de acabar de esta manera la temporada, ganando el último torneo, que además es un Masters 1000, y hacerlo contra Novak Djokovic en la final, que mañana será N°1 del mundo, es increíble. No tengo palabras para explicar cómo me siento. No lloro, pero por dentro soy muy feliz ”, declaraba un emocionado Khachanov, frío por fuera pero inmensamente feliz por dentro.


Karen analiza el partido en frío: "Novak ha empezado con una gran intensidad, siempre lo hace, te mueve de izquierda a derecha sin parar. Tuve especial cuidado con mis subidas a la red, estuve preparando mucho esa faceta, acercarme con los pasos adecuados después de dejar alguna bola corta. A veces me fue bien y otras no, pero en general mi juego suele ser agresivo. He cometido varios errores, pero sentía que el partido estaba en mi mano. Con el paso de los juegos he ido incrementando el nivel de mi juego, ganando en intensidad, metiéndome más en pista y moviéndolo mucho más, sin esperar tanto a lo que él hiciera".


Tanto evolucionó el ruso que en doce meses pasó de jugar las Finales ATP #NextGen (45°) a ser el primer suplente del Masters de Londres (11°). Entre Milán 2017 y París 2018 ganó dos títulos ATP250, el segundo de su carrera en Marsella y el tercero en Moscú. Primer torneo como Top20, campeón y al borde del Top10: “Los objetivos a principio de temporada eran los mismos que el año pasado, intentar acabar el curso lo más arriba posible, seguir trabajando duro con todo mi equipo, seguir mejorando mi juego día tras día y aprender a competir contra este tipo de jugadores como Novak. En definitiva, ser más consistente en este tipo de torneos”.
Es cierto que Novak Djokovic perdió la final pero tiene muchas más cosas para festejar que para amargarse. Cuasi invencible desde Queen's, el serbio inicia el lunes otro período como N°1 ATP, la semana 224 en la cima del ranking mundial, puesto que mantendrá hasta fin de 2018 por la no participación de Nadal (2°) en el Masters y por la diferencia de puntos que le lleva a Federer (3°). Será el quinto año que 'Nole' termine una temporada en la más alto del ranking mundial, mismo hito conseguido por Federer y Connors, aunque no sea récord. Pete Sampras no solo finalizó seis años en la cumbre, sino que lo hizo en años consecutivos, una verdadera locura.
Apenado por la derrota pero feliz por el segundo semestre, Djokovic no estuvo al 100% ni física ni mentalmente tras uno de los partidos del año en semifinales: "Desgraciadamente no pude recuperarme, pero no quiero hablar de eso. Estoy satisfecho con mi temporada, por supuesto. Mañana regresaré al N°1 ATP oficialmente, es imposible no estarlo. ¿Qué más puedo pedir? Llego al final de año con mucha confianza". El serbio, además, igualó a Guilermo Vilas en cantidad de finales ATP. Ambos alcanzaron 104 definiciones con la diferencia que Novak ganó 72 de ellas y Guillermo 62 (dos de ellas no se disputaron).

Daniel Vitale Pizarro