08 octubre 2018

Georgia bajo la lupa

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Nikoloz Basilashvili nació en Tbilisi (Georgia) en 1992, dos meses después de separarse de la URRSS por el fin de la guerra fría. Hijo de Nodar, bailarín del ballet nacional de Georgia "Sukhishvili", y de Natalia (doctora), "Basil" comenzó a jugar al tenis a los cinco años. En un ambiente poco propicio para practicar cualquier deporte por la fractura social del inicio de los años noventa, a los quince años decidió perfeccionarse en Estados Unidos y se mudó a Sacramento (California) entre 2007 y 2011. Como junior pasó desapercibido (59° ITF), por lo que nunca se imaginaba que veintiséis años después sería el mejor tenista de su país.
No fue fácil para el georgiano emigrar de su país por problemas políticos y sociales, pero sobre todo porque Georgia no disponía de una estructura adecuada para formar a jugadores con proyección para ser profesionales de la raqueta. Diez Futures y cinco Challengers después, llegó en 2018 su primer título ATP. A los 26 años y proveniente de la clasificación se proclamó campeón en el ATP500 Hamburgo (Alemania). Primer título ATP para un tenista representante de Georgia, que había logrado su primera victoria ATP en 2015. Pero Nikoloz no se quedó con eso. Dos meses después volvió a consagrarse en un ATP500 en Beijing (China) en la final ante Juan Martín Del Potro (4° ATP).
"He sido fuerte en los momentos clave y he sabido luchar hasta el final. Él también ha tenido sus opciones, pero lo hice correr mucho. Ganar dos ATP500 de esta manera es increíble, significa mucho para mí ser el único tenista de Georgia en ganar un título ATP. Ahora toca descansar para estar preparado para el próximo torneo. Estoy jugando mi mejor tenis, pero también estoy trabajando más que nunca. Estoy feliz, voy a dar un salto en el ranking y eso también me da confianza", decía el nuevo Top25 (23°) del escalafón mundial, su mejor posición histórica y la mejor para un tenista de su país. En ambas finales ATP500 derrotó a jugadores argentinos (Mayer y Del Potro).


Curioso el dato de Juan Martín Del Potro en 2018. Campeón de Indian Wells y Acapulco, finalista del US Open y tres del mundo, nunca había perdido cuatro finales en una misma temporada ni tres de manera consecutiva. También es cierto que lo aquejó un estado febril desde mitad de semana y que pensó en retirarse en semifinales ante Fabio Fognini, instancia en la que el italiano no se presentó por lesión en su tobillo. Juan Martín disputó seis finales este año, récord personal que también alcanzó en 2013 aunque con número inverso de efectividad (4-2).
Desconocido para el público general, de apellido difícil y con un auspiciante poco usual para el tenis (Hidrogen), en medio de sus títulos ATP500 alcanzó por primera vez la segunda semana de un Grand Slam (US Open) antes de caer contra Rafael Nadal, sin antes robarle un set. Basilashvili es de la primera generación de deportistas 100% de Georgia nacidos en territorio georgiano y no de la URRSS. Bajo la bandera de su país en 2016 clasificó para los JJOO de Rio de Janeiro y desde 2015 disputa la Copa Davis, competencia en la cual fue sorprendido este año por Marruecos al caer en ambos singles (récord 9-3), período en el que acumuló siete derrotas consecutivas en el circuito.




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Pero eso es cuestión del pasado porque hoy vive un presente espectacular siendo el único ganador de dos ATP500 en la temporada, a pesar de que aun acumula más partidos perdidos que ganados en el tour (64-71). En el recuerdo también quedará la paliza que recibió ante Rafael Nadal en tercera ronda de Roland Garros 2017. En la Phillipe Chatrier el español le adosó un avasallante 6/0 6/1 6/0 (récord personal) luego de dos buenas victorias ante Simon (32°) y Troicki (35°). Pero volvamos al presente. Su victoria frente a Del Potro fue la tercera de su carrera ante un Top10: Dominic Thiem (8°) en Sofía 2017 y Tomas Berdych en Viena 2016.


Basilashvili menciona a su padre como la persona clave en su desarrollo como tenista: "Mi padre fue el que me metió en la cabeza que podía ser buen jugador. Y esa es la clave, creerme que podía ser buen jugador. Venía jugando bien, pero me faltaba algo. Ahora creo que lo tengo todo en orden, controlo mejor mis emociones, algo que antes era mi gran rémora. Estoy trabajando bien, tengo un gran equipo a mi alrededor y siento que estoy evolucionando continuamente, creo que lo más importante fue lograr una mayor estabilidad y regularidad en mis entrenamientos. Junto a mi entrenador, Jan de Witt, encontramos un gran equilibrio, pudiendo usar mis armas ante cualquier jugador".

Daniel Vitale Pizarro

01 octubre 2018

El legado de Jiro Sato




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Kei Nishikori marcó un antes y un después en el tenis japonés. Finalista del US Open, N°4 ATP y once veces campeón ATP es considerado el mejor tenista asiático de la historia. A pesar de no tener una gran tradición el tenis en Japón, antes de Kei hubo un tenista que puso la bandera de Japón en lo más alto del tenis mundial durante los años treinta. Hablamos de Jiro Sato: N°3 del mundo detrás de Jack Crawford y Fred Perry y cinco veces semifinalista de Grand Slam. Sato es el padre del tenis japonés y el pionero del deporte blanco en la Isla, una carrera que tuvo el peor final que un deportista puede tener. Eduardo O. G. narra así el día de su tragedia para puntodebreak.com:

     "A los 26 años de edad, el cinco de abril de 1936, Jiro era el capitán del equipo de Copa Davis que debía viajar a Europa para enfrentar a Australia. Durante el viaje, su compañero de cabina se retiró a dormir pero al entrar a la habitación no estaba. En su lugar había dos cartas escritas por él. Una para el capitán del barco disculpándose por lo que iba a hacer y la segunda dirigida al equipo de Copa Davis. En ese escrito destallaba sus sentimientos, la presión a la que estaba sometido desde Japón y que no se veía capaz de luchar para ayudar al equipo a ganar. Rápidamente se pusieron a buscar por todo el barco y lo único anormal fue el descubrimiento de que faltaban 2 juegos de pesas y una cuerda usada para saltar en los entrenamientos del equipo. Aunque el Hakone Maru dio la vuelta y buscó durante más de 7 horas, no fueron capaces de encontrar a Sato, y la noticia de que se había suicidado tirándose por la borda, dio la vuelta al mundo".
82 años después de la fatalidad de Jiro Sato, Kei Nishikori tomó la posta, acompañado por un grupo de tenistas que fueron o son Top100. Y varios de ellos eligieron 2017/2018 para ganar su primer título ATP. Yuichi Sugita ganó Antalya 2017, Taro Daniel triunfó en Estambul 2018 y el más reciente, Yoshihito Nishioka, flamante campeón en Shenzhen 2018. De los seis campeones ATP nacidos en Japón en la Era Abierta, cuatro lograron al menos uno en esta década; uno en 1992 (Shuzo Matsuoka); y el restante en 1972 (Toshiro Sakai). Herederos de Jiro Sato, solo Nishikori logró instalarse en el Top10 mundial, incluso ninguno ingresó al Top35 hasta hoy.
Curioso es que a excepción de Nishikori, campeón en Asia, Europa y América, ningún otro japonés pudo ganar un torneo ATP fuera de países predominantemente asiáticos. Sakai en Japón, Matsuoka en Corea del Sur, Sugita y Daniel en Turquía y Nishioka en China. Éste último, el único zurdo de los seis, admirador de Marcelo Rios, nació en Mie (Japón) en 1995. 170cm es su estatura, muy por debajo del promedio del Top100 actual que se encuentra por encima de los 180cm. Yoshihito es junto a Diego Schwartzman, el Top100 más bajo del circuito. El argentino fue 11° ATP en agosto y el japonés fue 58° la temporada pasada...


Nishioka (23 años - 95° ATP), el nuevo campeón japonés, habló con el público con el trofeo de campeón en mano, recordó que no se llama 'Nishikori', sino 'Nishioka', y se mostró rebosante de alegría y confianza tras ser el mejor de la semana en el torneo chino: "Para llegar a la final fueron siete partidos y no es sencillo. Estoy muy cansado pero mi principal fortaleza es la mentalidad, mi resistencia y no rendirme nunca. Ésas son mis armas. Creo que esto es sólo el principio. Ahora intentaré ganar un ATP500 y torneos Masters1000. Es un momento muy feliz para mí y espero poder ganar más torneos".
No es común ver a campeones ATP provenientes de la qualy. En Grand Slams nunca sucedió que el campeón haya atravesado la clasificación y en Masters1000 solo pasó dos veces: Roberto Carretero en 1996 y Albert Portas en 2001, ambos en el Masters1000 Hamburgo. Desde 1990, año de restauración y ordenamiento del circuito ATP, en cuatro temporadas hubo al menos cuatro campeones ATP que sortearon la clasificación y solo en 2018 ya hubo ocho, récord de la Era Abierta. Esta semana Yoshihito Nishioka y Bernard Tomic pasaron la clasificación y se llevaron el título. Para el japonés fue el debut en una final ATP. Debut y campeonato.

Daniel Vitale Pizarro

24 septiembre 2018

Monopolio francés

Gilles Simon es uno de los jugadores más regulares del circuito ATP. Top100 ininterrumpido desde su ingreso a la elite del tenis mundial en febrero de 2006, casi trece temporadas después, el francés de 33 años sigue como protagonista. Acoplado a la tendencia longeva del tenis actual, Gilles levantó el título en Metz (Francia), el tercero en esa ciudad en cuatro finales disputadas. En la definición por el trofeo tuvo enfrente a un debutante en esta instancia, el alemán Matthias Bachinger (166°) de 31 años con apenas un puñado de partidos ganados a nivel ATP, proveniente de la clasificación y verdugo de Kei Nishikori (12°), su mejor victoria como profesional.
Seis del mundo en 2009, cortó en 2016 una larga racha de diez años consecutivos alcanzando al menos una final ATP. Tres años después de su último título en Marsella 2015, el nacido en Niza ganó Pune (India) en enero, perdió la final de Lyon (Francia) en mayo y volvió a ganar un título ATP en Metz en septiembre. Esos resultados lo depositaron nuevamente en el Top30 (29°) en el tramo final de una temporada en la que muchos creían que sería una de las últimas del catorce veces campeón ATP. Camino al "Club de las 500" victorias ATP, al que pertenecen solo 48 jugadores de la Era Abierta, acumula 449 victorias como profesional.
Contento por haber triunfado una vez más en Metz y por sexta vez en su país, el campeón expresaba sus sensaciones luego del triunfo ante el ignoto alemán: "He puesto mucha energía en este torneo. Sentí que era muy importante para mí poder sumar un título y ha sido clave verme arropado por mi familia. Deseo seguir jugando tanto tiempo como pueda". Bachinger es un desconocido para el que no sigue desde cerca "Las ligas menores" del tenis porque en la segunda y tercera "categoría" del tenis, Matthias cosechó dos Futures y cuatro Challengers en singles más un Future y cuatro Challengers en dobles a lo largo de trece años como profesional.


Un año y medio después de pasar por el quirófano para operarse la rodilla, lesión que lo obligó a volver a empezar en los Futures en 2017, Bachinger accedió a su primera final ATP en Francia. Más cerca del Top100 tras los seis partidos ganados en Metz pero lejos de su mejor posición histórica conseguida en 2011 (85°), encarará la parte final de la temporada con el objetivo de terminar 2018 entre los cien mejores del mundo combinando buenas actuaciones en torneos ATP y Challengers. Apodado "Bachi", nació en Munich (Alemania) y entrena en su ciudad natal bajo la tutela de Lars Uebel, extenista profesional alemán.
Metz es torneo dominado por franceses, que se adjudicaron el título en diez de las dieciséis ediciones tanto en singles como en dobles y en el cual en apenas tres ediciones (cuatro en dobles) no hubo un francés en la final, común denominador de los torneos menores disputados en tierra gala (Montpellier, Marsella, Metz y Lyon). Simon acumula cinco coronas en su país más dos finales perdidas. Es cierto que Roland Garros solo vio a un campeón francés en la Era Abierta (Yannick Noah 1983), pero en el Masters1000 de París y en los ATP250 que se realizan a lo largo de cada temporada, los locales siempre son protagonistas.

Daniel Vitale Pizarro

17 septiembre 2018

Penúltima función

La Copa Davis dio su anteúltimo episodio. La competencia más tradicional y antigua del tenis y una de las más antiguas de la historia del deporte, dejará de serlo a partir de 2019. Ya no habrá resultados atípicos en países en los que el tenis no es un deporte popular, ni jugadores que elevan su nivel cuando representan a su país. Tampoco existirá la estrategia del equipo local que podía elegir superficie, pelotas y ciudad para albergar una serie de Copa Davis, pensando en las fortalezas de sus elegidos y las debilidades de los rivales. Lo único que será igual será que un conjunto de selecciones de tenis se enfrentarán a fin de año bajo el nombre de Copa Davis.
Es cierto que había perdido protagonismo y que las principales raquetas del mundo no la disputaban todos los años, pero ésta no era la forma de mejorarla. Disputarla cada dos años o cambiar las fechas durante el calendario eran opciones más factibles para la "nueva" Copa Davis, que sufría la baja de las estrellas por estar en las semanas siguientes a los Grand Slams y al Masters, los torneos más exigentes del mundo. Es lógico que en un calendario tan vertiginoso, tan físico y con tantos millones, los jugadores opten por descansar durante la semana siguiente a los Grand Slams y no exponerse a lesiones o desgaste en una competición diferente a todas en todo sentido.


Pero la única verdad es la realidad y la Copa Davis 2018 será la última edición con formato tradicional. Y los finalistas serán, al igual que en el mundial de fútbol de Rusia 2018, Francia y Croacia. Los franceses superaron la semifinal el sábado gracias a los triunfos de Benoit Paire y Lucas Pouille el viernes, y al dobles conformado por Nicoas Mahut y Julien Benneteau, este último que se retirará en París Bercy 2018 o en la final de Copa Davis, si es convocado. El fin de semana empezó con las lágrimas de Paire durante el himno y finalizó con las lágrimas de Benneteau con su hija en brazos ante el público francés, luego de ganar el dobles como anticipando el final de la Copa.


Los croatas tuvieron que esperar hasta el domingo para acceder a su tercera final por la Ensaladera, que obtuvieron en 2005 (Eslovaquia) y perdieron en 2016 (Argentina). Sobre la tierra batida elegida por los europeos, Borna Coric fue el héroe de la serie al ganar el quinto punto en el quinto set ante Frances Tiafoe, oportunidad que Estados Unidos se brindó luego de ganar el dobles y de que Sam Querrey derrotara a Marin Cilic. Casi logran la épica, muy común en Copa Davis, muy extraño durante el circuito. Locales ante Estados Unidos, visitantes contra Francia en la final en la que los anfitriones están obligados a elegir un estadio techado por el momento del año en Europa.
¿Y como sigue todo en 2019? Finalizada la edición 2018 en Francia, se cerrará una etapa. Triste el núcleo duro del tenis, alegre el núcleo de empresarios y federaciones que fueron los que pujaron para este cambio a fuerza de dinero, dinero y más dinero. En febrero de 2019 se disputará una fase clasificatoria para la "Final de Copa Davis" a disputarse en ¿Madrid? (sede neutral), luego del Masters, con los 18 mejores países del tenis según ranking ITF, actuaciones en 2018 y continente al que pertenecen. Así, las mejores selecciones del mundo solo disputarán una "serie" de Copa Davis por año en una sede neutral, sin su público y sus "reglas de localía", tan influyentes en esta competencia. A acostumbrarse porque el convenio entre ITF-Kosmos fue firmado por 25 años.

Daniel Vitale Pizarro

10 septiembre 2018

"Quiero seguir creando historia"




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Si algo le faltaba a Novak Djokovic para pujar por ser el mejor tenista de la historia era ganar títulos importantes y volver a pelear por el N°1 del mundo luego de una lesión grave o una crisis de confianza. Rafael Nadal lo hizo en varias ocasiones, Roger Federer lo hizo en 2017 y el serbio lo está haciendo en 2018. Vacío emocionalmente luego de conquistar el Grand Slam de corrido en 2016 más una lesión en su codo derecho que tardó más de lo previsto en recuperarse, Novak cayó en el ranking ATP hasta el puesto 22° en junio de esta temporada, el puesto más bajo desde 2006. Cuatro meses después, campeón de Wimbledon, Cincinnati y US Open, es el N°3 ATP...
Entre Wimbledon 2017 y Wimbledon 2018 hay apenas un año de distancia pero un abismo en la carrera de Djokovic. De perder ante Berdych sin poder terminar el encuentro por una lesión en su codo derecho a ser campeón por cuarta vez en su carrera en el All England. En el medio hubo un parate de seis meses para recuperar el codo maltrecho sin ingresar a un quirófano, estrategia que no funcionó ya que el dolor no mermó y la cirugía fue la mejor opción. En febrero, luego de visitar un especialista en codo en Praga (República Checa) decidió operarse en Basilea (Suiza), en la Clínica Muttenzer, donde le extrajeron un pequeño hueso flotante que le impedía golpear con normalidad.
Irreconocible hasta junio, lógico por la inactividad prolongada y la falta de confianza por perder partidos ante rivales que jamás hubiera perdido un año atrás, en junio volvió a tener buenas sensaciones dentro de una pista y junto a ellas, llegaron los resultados. De repente, sin que nadie se lo imaginara, ni siquiera su equipo de trabajo, Novak Djokovic volvió a ser el de antes, el de siempre. Campeón de dos Grand Slams en una temporada y cuartofinalista en los dos restantes, el nacido en Belgrado se ubica en una inmejorable posición para pelear por el N°1 a fin de año, lucha que deberá afrontar ante Nadal, Federer y Del Potro, nada sencillo.
"Quiero seguir creando la historia. Y quisiera crear la mayor posible. El pasado puede enseñarnos mucho pero quiero dirigir mi energía hacia el presente. No me gusta comparar este año con otros. Mi equipo lo sabe. Solo quiero trabajar duro y seguir creciendo. Mi vida ha dado un giro de 180º en seis meses. Me ha llevado mucho recuperar mi nivel pero he aprendido mucho en este periodo. Mis dos últimos meses han sido una locura", confesaba el 14° veces campeón de Grand Slam tras ganar el US Open, misma cantidad de Majors que Pete Sampras, el líder absoluto de este tipo de certámenes hasta la llegada del famoso Big3 constituido por Federer (20), Nadal (17) y el propio Djokovic.
Ese mismo trío de leyendas del deporte blanco se adjudicó la mayoría de los títulos importantes desde su irrupción en el circuito ATP. 47 de los últimos 55 Grand Slams fueron ganados por ellos tres y 81 de los últimos 124 Masters1000, prácticamente sin opciones para los demás jugadores de elite, que a excepción de Andy Murray (3 GS y 14 M1000), ningún otro jugador pudo acumular cinco trofeos de ese calibre desde 2005 hasta hoy. Un oligopólico circuito que resiste a pesar del paso del tiempo y de los nuevos pretendientes a las grandes citas. La mejor camada de tenistas de la historia por coincidir y ganar tanto en simultáneo, en todas las superficies.
Pero el actual N°3 ATP no solo repatrió a Marian Vajda y compañía esta temporada para volver a ser lo que era. Craig O'Shannessy empezó a colaborar con el serbio en diciembre. Algunos se preguntarán quien es, pero Craig es muy conocido puertas adentro en el circuito. Apodado "el maestro de los números", trabaja para la ATP y la WTA y es el creador del sistema 'Brian Game Tennis'. Bajo parámetros estadísticos (Big Data), analiza patrones de juego y permite estudiar a los rivales y saber, según porcentajes, a donde va a golpear la bola en determinadas situaciones. Ya no alcanza con el equipo de trabajo convencional. "El futuro llegó, hace rato"...
Del otro lado de la red quedó el sueño truncado del Juan Martín Del Potro. Campeón en Flushing Meadows en 2009 luego de derrotar en semifinales a Nadal y en la final a Federer, buscaba emular lo hecho nueve años atrás. Como en 2009 también derrotó al español en semifinales pero en la final el rival era Djokovic. Nunca había vencido al serbio en Grand Slams pero estaba en la memoria de todos aquella victoria en los Juegos Olímpicos de Rio 2016. Novak no tuvo casi fisuras y a pesar de algún enojo con la hinchada ruidosa del argentino en el segundo set, siempre tuvo el control del partido que terminó en su favor 6/3 7/6 6/3.

Juan Martín se convirtió en el segundo argentino en alcanzar al menos dos finales de Grand Slams (1-1) y seis semifinales (2-4), todos récords argentinos por debajo de Gillermo Vilas, el tenista más importantes de latinoamérica, que alcanzó ocho finales (4-4) y 12 SF (8-4). El que si es récord y no solo argentino, sino en la historia de la ATP, son las victorias ante tenistas N°1 del momento sin haber sido, el ganador, nunca N°1 ATP. Del Potro acumula diez triunfos, lejos de sus competidores entre los que se encuentra David Ferrer con cinco victorias, único tenista activo en esa lista de privilegiados que no llegaron a la cima del tenis.

Daniel Vitale Pizarro

28 agosto 2018

El ATP250 más grande


Winston Salem se disputa desde 2011 en el Estado norteamericano de Carolina del Norte durante la semana previa al US Open, perteneciente a la US Open Series. Entre 2005-2010 se celebró en New Heaven y entre 1990-2004 el torneo se jugaba en Long Island. Único ATP250 del calendario ATP con cuadro de 48 jugadores (16 preclasificados adelantados), es la oportunidad para jugadores de bajo ranking de poder ingresar al cuadro principal de un torneo ATP por el tamaño del cuadro y por la ubicación del certamen, como decimos siempre, pegado a un Grand Slam.
El calor del verano en el hemisferio norte siempre se hace sentir durante la gira norteamericana y Winston Salem no iba a ser la excepción. El ruso Daniil Medvedev fue el campeón de la edición 2018 sin perder sets, líder en aces y el más efectivo al resto. "Desde principio de semana me vi muy afectado por el calor y la humedad. Pensé que sería imposible ganar el torneo en esas condiciones, comencé muy lento pero conseguí ir entrando en ritmo y he ganado. Es increíble, una locura", se manifestaba Daniil en conferencia de prensa, sorprendido por como se desenvolvió bajo condiciones incómodas para practicar cualquier deporte al aire libre.

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13° ITF como junior, no tuvo una destacada carrera como menor de edad sin grandes resultados en los Grand Slams. En el profesionalismo ingresó al Top100 a fines de 2016 gracias a sus destacadas actuaciones en los Challengers. Finalista ATP en 2017 y campeón por duplicado en 2018 (Sidney y Winston Salem) será por primera vez en su carrera Top40 (36°) a la edad de 22 años. Ex #NextGen, bronce en el Masters de su edad, no encadenaba tres triunfos consecutivos desde la gira previa al Australian Open y en Estados Unidos consiguió el doble de victorias en fila para ser campeón del ATP250 más largo de todos.
El finalista Steve Johnson, campeón esta temporada en Houston (arcilla) y Newport (césped), no pudo en Winston Salem ganar sobre la superficie que le faltaba. El mejor universitario de los últimos años atraviesa un gran momento como profesional a pesar de estar diez puestos debajo de su mejor marca (21°). Tres de sus seis finales ATP las disputó en 2018 lo que indica que es su año más prolífico desde que dejó el tenis Universitario para dedicarse por completo al circuito ATP. “Antes del torneo pensaba en si debería jugar o practicar una semana para el US Open. Ahora claro que no me arrepiento de mi decisión", decía entre risas el nacido en Orange, California.

Daniel Vitale Pizarro

21 agosto 2018

¡Bingo!


Novak Djokovic irrumpió en el circuito en 2007. Finalista en Indian Wells y campeón en Miami, indumentaria Sergio Tacchini y raqueta Wilson, el serbio de diecinueve años era campeón de Masters1000. Once años después, también en Estados Unidos pero en Cincinnati, logró lo que nadie pudo desde que se crearon los nueve torneos más importantes del circuito ATP luego de los tradicionales Grand Slams y el Masters. Super9, Masters Series, Masters1000 o comos e llamen en un futuro no tan lejano, nunca en 28 años de existencia un tenista había ganado todos. Eso es lo que consiguió Djokovic en Ohio, en su sexta final en el certamen. Nueve de nueve.
Los nueve elegidos en 1990 eran los torneos más importantes de la época que la ATP igualó en puntaje y aproximó en dinero para darle la misma jerarquía y la "obligatoriedad" de participación. A lo largo de los casi treinta años de existencia dos plazas sufrieron cambios de ciudad: la cuarta y la octava. El actual Shanghai, octavo M1000, es el más cambiante de todos: pasó por Suecia, Alemania, España y China. El otro cambiante fue Hamburgo que cedió ante Madrid en 2008. Lo que nunca cambió fue la cantidad. La categoría Masters1000 fue asentándose como tal hasta tener la importancia que la ATP buscaba, categoría a la que acuden los mejores tenistas del momento, siempre.


Djokovic entendió el mensaje de la ATP y se tomó en serio lo de la importancia que tienen los Masters1000 para la historia del tenis y luego de ganar los cuatro Grand Slams (al hilo), fue por más. Federer y Nadal, campeones de los cuatro Grand Slams al igual que el serbio, ostentan siete M1000 diferentes y a Novak solo le faltaba uno, Cincinnati, tierra en la que había caído cinco veces en la final. Campeón impensado de Wimbledon por la tortuosa vuelta al circuito luego de estar seis meses parado, y eliminado rápidamente en Toronto días atrás, el de Belgrado (10° ATP) no era el máximo favorito al título, aunque nadie quiera enfrentarlo tenga el ranking que tenga.
Inestable en las rondas previas, en la final no titubeó. Competidor como pocos, único en dominar mentalmente a Nadal (la mejor mente de la historia), en el partido por el título hizo lo que mejor sabe hacer... ganar. En frente estaba Roger Federer (2°) con el que mantiene un H2H por demás parejo (23-22) aunque desparejo en finales (18-6). No le pesó el poder quedar en la historia y la sexta fue la vencida. Saltando de alegría como un niño en el festejo, derrotó a un Federer siete veces campeón en Cincinnati y que lo había derrotado en las finales de 2009, 2012 y 2015. Se dio el lujo de quitarle el invicto en finales allí.

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Campeón de todo, el serbio hizo historia pero se lo tomó con calma: "Es un placer compartir la cancha con Federer, con el gran jugador de todos los tiempos. Realmente lo digo. Él y Nadal han sido una parte tan integral e importante de mi vida y mi carrera y de mi evolución como tenista. Me hacen jugar mi mejor tenis. Me hacen mejorar. Me hicieron pensar en lo que tengo que hacer para tratar de ser el mejor jugador del mundo. Definitivamente, se trata de uno de los momentos más especiales de mi carrera. Ser el único hombre de la historia en ganar todos los Masters1000 y todos los Grand Slams me hace sentir tremendamente orgulloso para el resto de mi vida”.

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Federer inició 2018 de manera impecable aunque le costó mantener el nivel de 2017 y del Australian Open 2018. Volvió al N°1 pero no pudo mantenerlo por la gran cantidad de puntos que defendía y por el fenomenal nivel de Rafael Nadal. N°2 ATP, le restó importancia a su bajo nivel en la final y halagó al campeón sin tapujos: "Esta conferencia de prensa. No se debería tratar de que fallé devoluciones de segundo servicio. Si no de que él ha hecho historia. Esa es mi opinión. Podemos profundizar en cualquier punto que deseen, pero creo que el titular es sobre el logro increíble de Djokovic. Espero que esté extremadamente orgulloso y feliz por este momento”.
A sus 37 años recién cumplidos, Federer alcanzó su 150° final ATP (98-52), 48° de Masters1000 (27-21). En lo que va de temporada el helvético suma tres títulos en seis finales sobre ocho torneos disputados, un porcentaje alucinante de victorias/derrotas. Más selectivo que nunca para rendir al 100% en cada torneo al que se presenta, producto de la edad y los años de vigencia en el circuito, Roger está obligado a tener buenos resultados para no caer en el ranking. Y de momento le está saliendo casi a la perfección. El US Open, próxima cita, puede decantar quien terminará como N°1 en 2018 y Nadal lleva la ventaja.

Daniel Vitale Pizarro