Los torneos previos a los Grand Slams siempre dan que hablar. Sin los mejores jugadores del circuito que se preservan para competir unos días después a cinco sets, es común que los protagonistas sean desconocidos o poco populares para el aficionado televisivo. Alex de Miñaur y Daniil Medvedev fueron los destacados de la semana al alcanzar la final del ATP250 australiano. Para Medvedev (ruso) era la segunda final ATP a los veintiún años tras la perdida un año atrás en Chennai; para De Miñaur (australiano, residente en España de padre uruguayo y madre española) era su debut como finalista en el circuito principal con tan solo dieciocho años de edad.
Proveniente de la qualy Daniil y directo en el cuadro principal Alex gracias a un Special Exempt por alcanzar semifinales en Brisbane y no poder disputar la clasificación en Sydney, llegaron a la final La final más joven de la Era Abierta (39 años entre ambos), superando por meses a la disputada por Nadal y Djokovic en Indian Wells 2007. En ambas precoces definiciones por el título el ganador fue el mayor. El "Oso" Medvedev derrotó al #NextGen De Miñaur 1/6 6/4 7/5 en un partido parejo y luchado, un lindo espectáculo para el público presente con dos jóvenes que nunca se rindieron a pesar de su edad y de las adversidades cotidianas de un partido de tal magnitud.
Curiosa la historia de Medvedev (84° ATP) y su participación en Australia a último momento. El propio jugador cuenta porque decidió jugar en Sydney: "Quería ir a Auckland porque mi novia tenía un visado para Nueva Zelanda, pero nadie se dio de baja del torneo. Luego hubo cuatro ausencias pero ya no podía ir. Tuve que superar esta fase previa y al final he ganado el torneo. Ha sido extraordinario". El joven ruso destaca por sobre todas las cosas su evolución mental: "No he roto una sola raqueta ni he perdido el control. Tanto en las semifinales como en la final he tenido situaciones muy adversas y no dije ni una palabra. Eso se debe al gran trabajo que hice en pretemporada".
Daniil irrumpió en el circuito ATP hace apenas un año atrás al perder la final del ATP250 Chennai. En Wimbledon sorprendió a propios y extraños al derrotar en primera ronda a Stan Wawrinka (3°), su primera victoria ante un Top10. Al siguiente certamen en Washington venció a Dimitrov (11°) en octavos de final. Junto a buenos resultados en Challengers ingresó al Masters #NextGen disputado en Milán en el cual finalizó tercero. Su nombre estaba en la tapa de todos los diarios deportivos. Sin parentesco con el ucraniano Andrei Medvedev (finalista de Roland Garros 1999), el nacido en Moscú vive el mejor momento de su carrera, y va por más.
Del otro lado de la red, la sorpresa mayor. Alex De Miñaur y una historia muy particular. Nacido en Sydney, a los cinco años emigró junto a su familia a España. Dotado de un talento singular, fue N°1 español en la categoría Sub10. Destacado en las categorías menores pero sin recursos para poder costear su formación tenística, su madre concurrió a la Federación Valenciana de Tenis a pedir ayuda económica para el desarrollo tenístico de su hijo y la respuesta fue un rotundo "No", que no contaban con los recursos para otorgarle ni siquiera una beca básica. Sin oportunidades, la familia regresó a Australia, país que ni lento ni perezoso, vieron las condiciones de Alex y le brindaron todo lo necesario para crecer como jugador de tenis.
Y los frutos no tardaron en llegar. A los quince años fue semifinalista del US Open y finalista del Eddie Herr. A los dieciséis fue campeón del Australian Open en dobles y semifinalista en singles, y además finalista de Wimbledon. N°2 del mundo en junior, prometía mucho. 2017 fue el año de su ingreso al circuito ATP disputando la gira australiana con dos victorias en tres torneos, incluida una en el Australian Open, debut absoluto en Grand Slam con triunfo incluido. El prodigio australiano que dejó escapar España se hacía realidad. Menor de edad, no volvió a ganar un partido ATP esa temporada pero si se fogueó entre qualys ATP, Challengers y Futures antes de explotar en 2018.
Aguerrido, potente, agresivo y sin miedo ante los mejores, Alex aprovechó las invitaciones en Brisbane y Sydney siendo semifinalista y finalista respectivamente con seis victorias ante jugadores Top50, algo que ni siquiera soñaba para esta altura de la temporada. En su país y en su lugar de nacimiento, su tenis fluyó y los resultados se fueron dando a su gusto. Wild Card en el Australian Open más que merecido, llega al primer Grand Slam del año en su mejor momento tenístico y de ranking (127°) y aspira alto: "Quiero ser N°1 del mundo y ganar más Grand Slams que Federer". Ambiciosa e incrédula frase, el tiempo dirá para que está De Miñaur en el circuito ATP.
Daniel Vitale Pizarro