Lleyton Hewitt no se equivocó cuando en febrero felicitó a Nick Kyrgios en Twitter con el hashtag #FirstOfMany, en alusión a su primer título ATP en Marsella. Al ATP250 francés le sumó Atlanta en Estados Unidos y el reciente ATP500 en Tokio. Tres títulos en tres finales en una temporada lo depositarán esta semana en el posición más alta de su carrera en el ranking ATP (14°) y en la lucha para ingresar al Masters (12°). A los 21 años, el líder de la #NextGen es noticia por su tenis y sus resultados y no por sus dichos desafortunados o actitudes reprochables dentro de una cancha, punto a favor para Nick y para el tenis en general.
La semana en Japón del "aussie" hasta la final fue casi perfecta, especialmente en los partidos ante Muller y Monfils. Concentrado, rápido de piernas, consistente desde la base e impredecible con sus tiros que desbordan de potencia o sutilezas, despachó a los rivales de turno. David Goffin lo esperaba en la definición del certamen. Más errático pero igual de potente, afinó su servicio (23 aces) y quebró en el momento justo para llevarse su primer ATP500, el torneo más importante de su corta carrera tenística. El belga pudo haberse llevado el trofeo a su casa pero titubeó al final del tercer set y la moneda cayó del lado opuesto 4/6 6/3 7/5.
Contra Muller en cuartos de final hizo cosas como estas...
Su servicio es su principal arma pero sus demás golpes no se quedan atrás. El revés es una maravilla, Sin hacer prácticamente esfuerzo hace literalmente lo que quiere con ese golpe: planazos, ángulos, cambios de dirección, cambios de ritmos, drops, todo. Su derecha es un látigo. Tanta aceleración le impone que casi no se ve la cabeza de la raqueta cuando impacta. Sus 193 centímetros no le oponen resistencia a su movilidad aunque no sea un defensor nato. Camina la cancha y la displicencia al golpear es una característica suya, especialmente con su revés. Sus idas a la red no son nunca en vano y resuelve de forma correcta, salvo cuando juega para el publico.
¿Su punto débil? Su mentalidad y su fragilidad física. Lesionado en reiteradas ocasiones, Kyrgios tiene claro que no debe exigir su cuerpo al máximo si quiere rendir al 100% en los torneos que se presenta. Su mentalidad tampoco es su fuerte. Discusiones con árbitros y espectadores, enfados, multas, dichos desafortunados, desconcentraciones y falta de actitud competitiva son algunos de los episodios habituales del australiano en sus presentaciones, las cuales brillaron por su ausencia en Tokio esta semana y los resultados y su rendimiento dejan ver cual es el camino correcto si quiere apuntar alto en esta disciplina.
En semifinales ante Monfils hizo estas otras...Watch this now. Point. Of. The. Year. You even forget there was a tweener in there early on! https://t.co/kRsZ9udpkC pic.twitter.com/CdzYHZl2EJ— TennisTV (@TennisTV) 8 de octubre de 2016
David Goffin llegaba a la gira asiática tras una planificación demasiado audaz para un final de temporada con el claro objetivo de clasificar a la "Copa de Maestros": Copa Davis, Metz, Shenzhen y Tokio, más Shanghai, Amberes, Basilea y Paris. 12° ATP pero 11° en la "Carrera a Londres", Goffin no deja nada librado al azar y dependerá de su físico para ingresar al lote de los ocho mejores del año por primera vez en su carrera. Campeón dos veces en su carrera en 2014 y finalista en cuatro ocasiones (primera en 2016), atraviesa un año de regularidad en varios torneos importantes pero sin dar el batacazo que le permitiría irrumpir en el Top10.
"En el primer set, él no sacaba como lo hizo en el segundo y el tercero. Luego realizó saques de 215 kilómetros por hora, con mucha precisión. Yo tuve que ser sólido con mi servicio y esperar mi oportunidad, pero no la aproveché", el análisis en caliente del partido de David Goffin recordando sus ocho doble faltas (seis en el tercer set) y quizás también el 4/5 0-30 del tercer set y revés sencillo del belga estrellado en la red que le hubiera facilitado triple punto de partido. No solo no aprovechó esa situación sino que después perdió su servicio y dejó el partido en las manos de su rival que lo selló con su letal saque.
Daniel Vitale Pizarro