Jo-Wilfried Tsonga campeón del Masters 1000 de Toronto. ¿De verdad? Contra todos los pronósticos, el francés se adjudicó su segundo Masters 1000 en la final ante Roger Federer, número tres del mundo y el jugador con más victorias en lo que va del año (44). Impensado una semana atrás, Tsonga despachó a cuatro Top10 al hilo por primera vez en su carrera en un mismo torneo (Djokovic, Murray, Dimitrov y Federer) y su tenis volvió a la cúspide tras dieciocho meses sin levantar un título (Marsella 2013) y seis años después de su única corona en la categoría.
Irregular por donde se lo mire durante 2014, el ranking se encargaba de decir que era el número 15° del mundo, lejos de ser el quinto del planeta como supo serlo, pero más lejos aun por el nivel que venía mostrando en la temporada. La final en Marsella perdida ante Gulbis era su mejor performance hasta Toronto. Incluso no había alcanzado ninguna semifinal más, solo dos cuartos de final en Dubai y Monte Carlo, muy por debajo de su nivel. Derrotas con Cilic, Gulbis, Benneteau, Gojowczyk, Giraldo y Matosevic (todos con menor ranking), mostraban un Tsonga vulnerable, irregular e incapaz de alzarse con un torneo de esta jerarquía, al menos en el corto plazo...
Algunas de las cosas que hizo para volver a ser campeón de un M1000.
Pero todo cambió cuando en octavos de final vapuleó al número uno Novak Djokovic 6/2 6/2. El mundo miró con otros ojos a "Jo" tras esa victoria. Luego superó a Murray (9°) en cuartos de final, a Dimitrov (8°) en semifinal y a Federer (3°) en la final, para completar el poker de Top10, una hazaña difícil de igualar, que no se veía en el circuito desde Cañas en 2002 en este mismo escenario. Un año hacía que no vencía a un Top10 y aquí despachó a cuatro. Preclasificado número 13°, el clon de Muhammad Ali se metió en tierra de grandes al ser el cuarto jugador fuero del "Big 4" (Nadal, Federer, Djokovic y Murray) en ganar un M1000 de los últimos 40 disputados, junto a Soderling, Ferrer y Wawrinka. Privilegio de pocos.
La clave del triunfo en la final fue su estrategia, basada en un formidable servicio que casi no le trajo problemas a lo largo del encuentro (nunca enfrentó un break point en contra) y en su paciencia a la hora de atacar, algo poco común en el francés que tira y tira de cualquier sector de la cancha. Los errores no forzados de Federer (37) hicieron que Tsonga, por momentos, jugara a una velocidad menos que lo habitual en él. Paciente, esperó el error del rival, especuló, no intentó tomar siempre la iniciativa y atacó cuando debió. El resultado fue el título en Canadá y la vuelta al Top10.
Canadá le sienta bien (dos semifinales y un título).
Jo-Wilfried no pudo ocultar su alegría y explicó la diferencia con su anterior M1000 ganado, allá por 2008 en su país natal, Francia: "Es completamente diferente a la vez anterior, cuando gané en París. En París fue la primera, detrás de mi familia, mis amigos, todo el mundo. Aquí sólo lo hice con mi nivel, con mi juego. He jugado bien toda la semana. Vencí a muchos jugadores buenos. Es un gran logro porque he trabajado muy duro para volver de mi lesión de rodilla del año pasado".
Roger Federer, que en la semana cumplió 33 años, siguió aumentando sus números de leyenda. A los 21 títulos de Masters1000, le agregó una final más (37), 299 partidos ganados en esta categoría y 967 en toda su carrera. El titulo ATP N°80 del suizo se hace esperar pero el nivel nos dice que llegará más temprano que tarde, siendo esta su final 120 como profesional. Durante 2014 ya gritó campeón dos veces (Dubai y Halle) y fue subcampeón en otros cinco certámenes (Brisbane, Indian Wells, Monte Carlo, Wimbledon y Toronto). Tremendo. Ahora Roger afrontará Cincinnati, US Open (cinco títulos en cada torneo) y la semifinal de Copa Davis, una parte del año muy exigente para cualquiera, más aun para un jugador de 33 años y con tantas batallas sobre su espalda.
Decepcionado por su nivel en la final.
Federer alzó la voz y dejó bien en claro sus sensaciones pos partido: "No he estado jugando muy bien. Si uno no puede golpear de derecha o lo que sea, es sólo que... no era mi día. Fue realmente frustrante lo que yo sentí. He luchado. He variado mi juego, y yo tenía la esperanza de colarme en cada set y entonces aprovechar cuando él se pusiera nervioso o jugase mal. Yo no pude crear suficientes oportunidades. Así que creo que mereció ganar la final".
"LeMome" pudo derrotar a Roger luego de caer dos veces este año (Australian Open y Monte Carlo). Tres de sus cinco victorias ante "RF" fueron aquí en Canadá. El título fue su segundo de la serie Masters y el número once ATP en 20 finales disputadas. El exnúmero cinco del mundo volvió al Top10 luego de estar fuera del selecto grupo desde marzo y pasó de ser un peligroso Top20 a una amenaza para cualquier jugador en cada torneo durante el resto de la temporada sobre cemento, ya sea outodoor o indoor. Cincinnati y US Open son sus próximos compromisos importantes, aunque Cincy sea su peor Masters1000 (segunda ronda su mejor resultado) y Flushing Meadows su peor Grand Slam (cuartos de final fue lo más lejos que llegó).
Daniel Vitale Pizarro