Mercedes Benz en Stuttgart y BMW en Munich
Un juvenil alemán llamado Thomas Mario Haas, se rompió el tobillo derecho en diciembre de 1995 (se operó el 10 de enero de 1996). Recuperado, alcanzó la final del Orange Bowl (perdió vs Zabaleta, si, Mariano, el mismo que vemos en Pura Química) y terminó el año como el "junior" número once del mundo, mientras que "Zabala" era el mejor de todos los menores de edad. Su tobillo izquierdo también se rompió en diciembre de 1996, el que tuvo que operar. Inició sus primeros pasos como profesional con tan solo 18 años y con los dos tobillos "arreglados", algo que no impidió que desarrollara una brillante carrera deportiva, que aun hoy no tiene escrito el final.
Miami 1997, Copa Davis 1998 y Australian Open 1999 (SF), en ese orden.
Los franceses en Lyon lo vieron nuevamente en la final en 1998. Esta vez fue derrotado por Alex Corretja, pero Haas ya no era un jugador más dentro del circuito. En Wimbledon venció a Agassi y comenzó a ser considerado por la prensa y sus pares. 1999 fue el año del despegue para el alemán. Primer título profesional en Memphis, semifinalista en Australia y parte importante del equipo de Copa Davis que logró el ascenso al Grupo Mundial. El 2000 lo tuvo como protagonista en los Juegos Olímpicos. A pesar de su problema en la espalda que casi lo deja afuera de la competencia, perdió el partido por la medalla de oro ante Kafelnikov y se tuvo que conformar con la plateada, luego de un maratónico partido (3h 35m).
Su ingreso al Top10 se dio un año después, temporada en la que consiguió su primer y único Masters 1000, en Stuttgart. Además, en 2001 cosechó tres torneos ATP más, el año más fructífero de su carrera. Terminó octavo en la clasificación mundial aunque no disputó la Copa de Maestros porque Ivanisevic, campeón en Wimbledon, se ubicaba dentro del Top20 (Nº12), por ende Tommy asistió como suplente. Semifinal en el Australian Open por segunda vez en su carrera marcaba el comienzo del 2002. Unos meses después alcanzó la final del Masters Series de Roma, llegó a tocar el puesto dos de la ATP y finalizó el año como el número once del mundo, a pesar de haber jugado casi todo el año con molestias en su hombro y su codo derecho.
Sus dos impactos: Medalla de plata en Sidney 2000 y título en el Masters Series de Stuttgart 2001.
En el mejor momento de su carrera, el alemán tuvo que parar todo el 2003 por la operación de su hombro derecho en diciembre de 2002 y luego en julio someterse a una artroscopía en el mismo hombro. Arrancó 2004 sin ranking y su vuelta a la élite sería excepcional. Campeón en Los Ángeles y Houston, cuartos de final del US Open y semifinal en Viena y Estocolmo, lo ubicaron 17º al final de la temporada. El ranking protegido (11°) le permitió disputar los primeros torneos en los que no contaba con ranking oficial.
La siguiente temporada fue algo irregular para Haas. No alcanzó ninguna final ATP (cuatro semifinales) y finalizó 45° en el escalafón mundial, incluida la mala suerte de sufrir un esguince de tobillo en Wimbledon luego de pisar una pelota durante el peloteo en la primera ronda. El 2006 lo tuvo nuevamente como protagonista del circuito. Campeón en tres certámenes ATP y dos segundas semanas de Grand Slams (OF Australian Open y CF US Open), se adueñó a fin de año de la posición 11° luego de la semifinal en el Masters 1000 de París, misma ubicación que en 2002.
Una vez más, Tommy empezó el año y accedió a semifinales del Australian Open. Volvió al Top10, posición que no mantuvo durante los doce meses. Terminó 12° del mundo. Tricampeón en Memphis, sin enfrentar puntos de quiebre en 47 juegos, meses después Haas accedió a los cuartos de final del US Open como lo más destacado, al menos en cuartos de final de dos Grand Slam por primera vez en su carrera. Al final del año se tuvo que someter nuevamente a una operación de hombro. Uno de los años más bajos en cuanto a rendimiento fue 2008. Finalizó 82° ATP. Una sinusitis le impidió presentarse ante Federer en cuartos de final en Indian Wells y durante los próximos tres meses, disputó solo dos torneos en arcilla y ganó once partidos hasta el US Open, donde cayó en segunda ronda. Nueva York, fin de la temporada, hora de descansar el hombro derecho.
Lesiones, lesiones y más lesiones. El karma de Tommy Haas a lo largo de su carrera
2009 fue el año del retorno a la élite, al finalizar Top20 por séptima vez en su carrera. Octavos de final en Roland Garros luego de estar dos sets a cero ante Federer (2°); campeón en Halle ante Djokovic (4°) y semifinalista de Wimbledon, tras victoria por segunda vez en dos semanas a Djokovic y derrota como en el polvo parisino ante Federer, también campeón en La Catedral. El veterano alemán seguía dando batalla en el circuito, hasta que en 2010, dos lesiones importantes lo mantuvieron alejado de las canchas más de un año (15 meses), operado en febrero en su cadera y en marzo en el codo derecho.
Sin bajar los brazos, a pesar de sus 33 años, volvió al circuito en Roland Garros (mayo 2011), torneo en el cual pasó la clasificación y perdió en primera ronda. Una vez más en su carrera, no contaba siquiera con 1 punto ATP. Su actuación más destacada fueron los cuartos de final del US Open. Completamente sano, empezó la temporada 2012, en la cual cumpliría 34 años, renovado. Saltó de la posición 205º de enero a la 21º en diciembre. En el medio pasaron las finales de Halle (victoria vs Federer, campeón en Wimbledon), Hamburgo (perdió vs Mónaco) y Washington (perdió vs Dolgopolov) más la victoria 500 ATP en su carrera. No pudo disputar ninguna segunda semana en los Grand Slams.
Los abrazos con Valentina y Sara, el lado "B" de Tommy.
Pero la aventura de Haas no termina acá. Final en San José 2013, semifinal en Delray Beach y quizá lo más resonante del año, victoria ante Djokovic (1°) en octavos de final de Miami para sucumbir ante Ferrer en semifinales, lo catapultaron al Top15. No contento con eso, Tommy Haas siguió escalando posiciones y en Munich derrotó a su compatriota Philipp Kohlschreiber en la final, levantó el trofeo teutón, título número catorce en veintiséis finales y se ubicó 13° en el ranking ATP, su mejor posición desde el onceavo lugar que mantuvo hasta enero del 2008. Fantástico lo de Thomas Mario.
Sus pasiones: Golf, esquí acuático y los coches rápidos (La ATP le regaló un Fiat 500 al lograr su victoria 500 en el circuito). Es fanático del Bayern Munich y admira a su excolega Boris Becker. Casado con la actriz Sara Foster, tienen una hija llamada Valentina, nacida el 14 de noviembre de 2010. Su hija, que este año cumplirá tres años, es una de las motivaciones por las que este tanque alemán sigue en las pistas, para que su hija puedo verlo jugar profesionalmente y que no tenga que preguntar por su padre como jugador o mirar videos de él.
Como si las lesiones no lo tuvieron a maltraer durante su larga carrera tenística, en Estocolmo 2009 se le diagnosticó el virus H1N1 (Gripe A).