"Cebolla" no puede creer lo que consiguió
Horacio Zeballos (73°), a la postre ganador (impensado para la gran mayoría) derrotó en la final al favorito del torneo, de la afición, de los organizadores y quieran o no, de todo el mundillo "tenis", por motivos que no hace falta describir. Pero no todo son estadísticas en el deporte y el marplatense dio cuenta de ello. Contra todos los pronósticos, derrotó al quizá mejor jugador sobre arcilla de todos los tiempos 6/7 7/6 6/4, luego de 2h 46m de tenis de alto vuelo, sobre todo del vencedor, que nunca bajó los brazos, ni en los momentos críticos, donde Nadal se hace fuerte. Zeballos sorprendió a todos (y todas) los espectadores.
Resumen de la heroica victoria
"Es un sueño para mí. Ya era un premio suficiente poder jugar ante "Rafa" una final. Es un momento hermoso que recordaré por el resto de mi vida", declaró Zeballos luego de morder la copa de campeón, al igual que lo hace su rival...
Horacio Zeballos debutó en la ATP en 2003 (17 años) y su ingreso a la elite del tenis no fue sencillo y menos aun, rápido. Su ranking osciló muchos años, sin poder acercarse a los 100 primeros. 2009 fue la temporada de su destape, en la cual alcanzó su mejor ranking (41°) hasta hoy (43°) gracias a sus buenos resultados en los Challengers (cinco títulos y tres finales) y a la final alcanzada en St. Petersburgo (Rusia) en la que cayó ajustadamente ante Sergiy Stakhovsky 7/6 en el tercero, con match point incluido. Esos puntos le permitieron concluir el año 2009 como el 45° del mundo, con expectativas altas para la siguiente temporada, por nivel y ranking.
Pero no todo siguió como él esperaba... A lo largo del año, disputó hasta octubre todos torneos ATP. Apenas alcanzó una semifinal y dos cuartos de final, resultados que lo obligaron en noviembre a volver a los Challengers, etapa que el mismo "Cebolla" creía superada, pero que lo tuvo nuevamente como animador. Terminó con récord negativo (16-28) a nivel ATP. 2011 fue un año para el olvido. Luego de todo lo bueno del 2009 y lo prometedor del 2010, esa temporada lo encontró jugando prácticamente todo el año Challengers (récord de 5-6 en torneos ATP) y sin siquiera obtener un título (dos finales), algo inusual para él en esta categoría. Terminó 109° en el ranking ATP.
El 2012 fue similar al 2011. Repitió los magros resultados a nivel ATP y Challenger, y tocó el puesto número 125° en octubre, su ranking más bajo desde principios del 2009, antes del "destape". El año concluyó y a fines de octubre se encontró con tres partidos ganados ATP y nueve perdidos, aunque lo llamativo era que alcanzó los octavos de final de Roland Garros, siendo sus únicos partidos ganados en el año en el circuito, su mejor resultado en un Grand Slam. Pero todo cambió a partir de noviembre de esa misma temporada.
Esa derecha lastimó, así, con todo el peso del cuerpo.
Obtuvo los Challengers de Montevideo (Uruguay) y San Leopolo (Brasil), que le aportaron una inyección de confianza de cara al 2013, algo similar a lo sucedido en 2009, pero que no pudo concretar. El 2013 empezó de la mejor manera posible. Campeón del Challenger de San Pablo, ingresó al Australian Open (R1 con Seppi) y fue seleccionado para la Copa Davis ante Alemania, que junto a David Nalbandian sellaron la victoria a Argentina en el dobles. Pero aun faltaba lo mejor. Una semana más tarde, derrotó a cuatro preclasificados en Viña del Mar, entre ellos a Rafael Nadal (5°), y levantó su primera corona ATP, en su segunda final. Fue también su primera victoria ante un Top10 en su carrera y en lo que puede ser (hasta el momento lo es) su mejor año en el circuito profesional. Y el año recién empieza...
Admirador de chico de Thomas Muster y Goran Ivanisevic, Zeballos está inscripto en el ATP de San Pablo. Antes de disputar su encuentro, el marplatense acumula 20 partidos consecutivos en polvo de ladrillo sin conocer la derrota (Challengers y un ATP250 (Viña Del Mar), sin contar el partido de la Davis que pesó y mucho a la hora de juntar confianza. Además, se convirtió en el tercer jugador en derrotar a Nadal en finales sobre arcilla (Federer y Djokovic, dos veces cada uno), propiciándole su quinta derrota en finales en esta superficie y la vigésima derrota en toda su carrera sobre polvo de ladrillo. ¿Será este año el despegue definitivo en la carrera del marplatense? Argentina lo necesita.
Daniel Vitale Pizarro