El día llegó. Lo que anunciábamos en el post (Siempre Candidato) hace unos meses, no tardó en llegar. Andy Roddick, exnúmero uno del mundo, ganador de 32 títulos ATP, un Grand Slam (US Open 2003), cuatro finales (3 Wimbledon y 1 US Open), cinco Masters 1000 y más de 600 partidos ganados en el circuito (612), el día de su cumpleaños número 30 anunciaba que al finalizar el US Open se retiraría del tenis profesional. "Lo primero que haré luego de retirarme será ir a jugar al golf", decía ante los periodistas tras caer en octavos de final ante Juan Martín Del Potro. Algunos se preguntarán sobre su decisión. 22° ATP, títulos en Atlanta y Eastbourne y vencedor de Roger Federer (3°) en Miami...
A pesar de estar viviendo un 2012 aceptable en cuanto a resultados, "A-Rod" hace un par de años que no es el mismo. Desde abandonara el Top10 a mediadios de 2011, nunca más recuperaría ese ranking ni su nivel de juego. Acostumbrado a estar en la pelea de los torneos más importantes, Roddick no llega a una final de Grand Slam desde 2009, en aquella memorable definición de Wimbledon ante Roger Federer, 16-14 para el suizo en el quinto set. Ese fue su último gran año. En 2010 se coronó en Miami, perdió la final en Indian Wells y llegó a los cuartos de final del Grand Slam australiano. Ese año, el "Bombardero de Nebraska" empezaba su caída en el ranking, en lo físico y en lo tenístico.
Indian Wells 2009, la cumbre como pareja
Un 2011 para el olvido con solo dos cuartos de final en torneos importantes (Shangai y US Open) más el título en el ATP250 Brisbane, pondrían en tela de juicio su futuro en el circuito profesional a principios de 2012. A los magros resultados se le sumaron dolores en el hombro derecho que le impedían rendir al máximo durante un torneo entero. Aquel chico que comandaba a su equipo de baloncesto de su colegio junto a su amigo de toda la vida Mardy Fish, con quien convivió durante 1999, logró dos títulos en dobles (Houston 2002 e Indian Wells 2009) y compartió equipo de Copa Davis, empezaba a despedirse.
El que fuera campeón del Australian Open y Wimbledon como Junior a los diecisiete años o el mismo que irrumpió en la final del M1000 Toronto 2002 frente a Guillermo Cañas llamando la atención del mundo por sus saques "anormales" (técnicamente) y por la velocidad que imprimía sobre ellos, rompiendo tres veces el récord de velocidad, se retira del tenis tras permanecer nueve años consecutivos dentro del Top10 y disputando seis Masters. Ese mismos señores, le dice adiós al deporte blanco.
El último adiós con Del Potro al fondo. El perdedor fue el protagonista.
El Arthur Ashe, repleto de fanáticos de su tenis, esperaron hasta bien tarde el miércoles para ovacionarlo y homenajearlo como se merece. Criticado por la prensa muchas veces por su atención a la misma, los espectadores presenciaron la última función del jugador que marcó una década para el tenis norteamericano. Un luchador y un ejemplo dentro de las pistas. Fue el exponente del tenis del norte del continente americano desde el retiro de Pete Sampras (2002) y Andre Agassi (2006). Por eso, Andy Roddick no fue un jugador más dentro del circuito, fue un animador de la ATP, de esos que su falta se hará notar.
Al hablar sobre su retiro, Andy Roddick dijo cosas como estas: "No sé si voy a estar bien de salud el próximo año. En algunos momentos he pensado sobre eso, por la forma en que se siente mi cuerpo, por la forma en que me siento y soy capaz de competir, no sé si sea suficientemente bueno. No sé si alguna vez me ha interesado simplemente existir en el circuito". Declaró que se concentrará en su centro deportivo y de aprendizaje, que abrirá el próximo año en Austin, Texas, a través de su fundación, que dirige su madre: "Me gustaría dedicarme a eso y no verlo periódicamente, estar un poco en terreno todos los días. Hay otros proyectos que también haré. Eso me motiva mucho ahora".
Una amistad más allá de las canchas.
"Él era el macho alfa en nuestra generación, sin duda el nombre más conocido por una buena distancia", dijo Mardy Fish, luego de conocer el retiro de su amigo.
Daniel Vitale Pizarro