El Top500 ATP dice que Francia cuenta con diez jugadores menores de 22 años. Entre ellos, el mejor rankeado es uno de los que menos se esperaba. Ugo Humbert (18° ITF Junior) no tuvo el palmarés como Juvenil de Hugo Gaston (1°), Geoffrey Blancaneaux (5°) o Corentin Moutet (7°) ni a la prensa francesa detrás de él, algo muchas veces contraproducente para un tenista en formación. El actual 43° ATP, quinta raqueta francesa, irrumpió en el circuito ATP en 2019 con tres semifinales ATP250 a lo largo de la temporada pero por sobre todas las cosas, el mundo del tenis lo conoció al enfrentarse en octavos de final de Wimbledon con Novak Djokovic en su primera participación en un certamen de césped del circuito principal.
La semifinal en Marsella 2019 (Kukushkin) fue su primer resultado resonante como profesional, en su país y bajo techo. Luego llegó la segunda semana en Wimbledon (Djokovic) y otras dos semifinales en Newport (Isner) y Amberes (Murray). Además de los buenos resultados en el circuito mayor, fue campeón en los Challengers de Cherbourg, Estambul y Brest. Top50 a los veintiún años recién cumplidos, Humbert dejaba por completo el nivel Challenger para asentarse en los ATP, evitando incluso las clasificaciones. El zurdo con revés a dos manos nacido en Metz ingresó al Masters #NextGen 2019 en las últimas semanas y se llevó un triunfo en la zona de grupos ante el campeón Jannik Sinner.Ugo #Humbert 🇫🇷 logró todas estas marcas personales en el ATP250 #Auckland:— Otra Doble Falta (@DanielViPiTenis) January 18, 2020
- 4° SF ATP
- 1° Final ATP
- 1° Título ATP
- 43° ATP pic.twitter.com/FsA0gBAEJl
La progresión del francés era muy buena y los objetivos para 2020 habían cambiado con respecto a enero de 2019, temporada que había iniciado fuera del Top100 (102°). Con la mente puesta en el Australian Open, se inscribió en dos torneos previos al primer Grand Slam del año: el Challenger de Canberra (trasladado a Bendigo por el humo de los incendios australianos) y el ATP250 en Auckland (Nueva Zelanda). En el primero cayó en octavos de final y en el segundo fue campeón. Sí, contra todo pronóstico y tras trastabillar ante Denis Kudla (115°) en sets corridos unos días atrás, en Auckland venció a tres Top25 (Shapovalov, Isner y Paire) para ser el mejor de la semana en su primera definición ATP.
"Trabajo duro. Estoy muy concentrado. Solo trato de continuar y tratar conmigo mismo. Es más importante centrarme en mi propia carrera en lugar de mirar a mi alrededor”, declaraba Humbert meses atrás en Milán, mientras disputaba las finales para menores de veintiún años. Tan emocionado como feliz, Ugo recibió el trofeo noezelandés y entre nervios y agradecimientos, tuvo tiempo para bromear por sus victorias: “Es un torneo de revancha porque había perdido contra cuatro de los cinco jugadores con los que jugué esta semana (risas). Es un gran logro para mí y no podía soñar con un inicio de temporada mejor".
Alto (188cm), con golpes francos y no tan liftados como sus compañeros de generación gracias a sus empuñaduras no tan cerradas, su servicio variado y por encima de los 210km le responde con suficiencia, pero lo más importante es su mentalidad. Sin un tenis explosivo ni potente por naturaleza, su actitud positiva en todo momento y su búsqueda del tiro ganador sin desesperación lo convierte en un jugador difícil de batir, principalmente en superficies rápidas gracias a que sus golpes planos le quitan tiempo a sus rivales. Su condición de zurdo no es un dato menor en un circuito que cuenta con apenas un 14% de jugadores Top100 que empuñan la raqueta con la mano izquierda.
Daniel Vitale Pizarro