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26 octubre 2021

La inagotable cantera

Sebastián Báez no se olvidará fácil del 2021. Nadie en la historia del ATP Challenger Tour (1978-2021), la segunda categoría en importancia del tenis mundial, ha ganado cinco Challengers en ocho finales disputadas en una temporada antes de cumplir veintiún años de edad. Campeón en Concepción (Chile), Santiago I (Chile), Zagreb (Croacia), Santiago III (Chile) y Buenos Aires (Argentina) y finalista en Bratislava (Eslovaquia), Kiev (Ucrania) y Santiago II (Chile), la actualidad del argentino es brillante. 112° ATP y noveno en la 'Carrera a Milán', Báez tiene muchas posibilidades de ingresar al Masters #NextGen y de finalizar el año como Top100.

"No sé a cuántos puntos estoy del Masters. Sería lindo entrar, pero no es un objetivo. Tampoco apunto a terminar la temporada como Top100. Ojalá que se de. Mi presente es consecuencia del trabajo que venimos haciendo desde hace varios años. Es trabajo duro, todos los días, estando muy atento a los detalles, siendo muy profesional y siempre pensando en qué se puede mejorar. Con mi entrenador no pensamos en qué ranking podemos alcanzar o qué logros podemos conseguir. Cuando perdemos, analizamos qué pasó y empezamos a pensar en el otro torneo. Y si ganamos, vemos qué hicimos mal para hacerlo de otra manera, así trabajamos", contaba Sebastián Baez ante la prensa, con los pies sobre la tierra, enfocado en ser mejor día a día.

La progresión del bonaerense es ilusionante de cara al 2022 pero de ninguna manera es una sorpresa para los seguidores del tenis argentino. Sebastián desde muy pequeño se destacó entre los mejores del mundo. Su primer gran impacto mundial fue el título en el Orange Bowl Sub16 en 2015 con catorce años. Dos años después sacaba sus primeros puntos ATP mientras disputaba el circuito ITF Junior. En 2017 finalizó 9° ITF Junior con 16 años. N°1 ITF Junior en marzo 2018 tras ganar el Banana Bowl y la Copa Gerdau en Brasil tanto en individuales como en dobles, en junio perdió la final de Roland Garros y en agosto fue campeón en dobles de los JJOO de la juventud en Buenos Aires.

Entrenado por José Luis Clerc entre 2010-2014, en 2015 inició su camino junto a Sebastian Gutierrez, su actual entrenador, un profesor de la Academia que tenia Clerc en el Parque Roca: "Yo confío mucho en Sebastián, para mí Seba es todo. Lo resumo en esa única palabra. Él estuvo a mi lado desde que empecé a jugar. Fui N°1 Junior con él al lado; también estuvo conmigo cuando estábamos sin puntos ATP y ahora. Sin él no hubiera llegado adonde estoy. Todo esto lo logramos juntos. Y eso, sumado al profesionalismo con el que trabajamos, hace que todo se esté acomodando cada vez más, lo mental y lo tenístico. Siempre tuvimos una gran química, la pasamos genial. Tener este vínculo con un entrenador es difícil y yo tengo la suerte de tenerlo".


El 2019 fue el año de los Futures, el de transición del mundo Junior al profesional. Cuatro títulos en seis finales entre ITF M15 e ITF M25 (denominación de los antiguos Futures) terminó la temporada dentro del Top400 (398°). Pandemia de por medio en un 2020 extraño y difícil para todos, mucho peor para los jóvenes con rankings bajos y sin grandes sponsors, ganó un M15 antes del parón por Covid y perdió una final en un M25 tras la reanudación del calendario ATP/ITF. Con la incertidumbre de cómo sería su hoja de ruta en 2021 por restricciones pandémicas, torneos cancelados y demás vicisitudes, el 2021 le tenía guardado una sorpresa tan grata como merecida.

Probablemente la explosión de Sebastián Báez en 2021 no hubiera sido posible así de rápido de no ser por el "Circuito Dove Men+Care Legión Sudamericana". El proyecto ideado por Horacio de la Peña durante la Pandemia vio la luz en marzo con un rotundo éxito de participación sudamericana, principal motivo de la realización de estos torneos en la región. 36 torneos profesionales organizados en nueve países: doce Challengers, doce ITF M15/M25 masculinos y doce ITF W15/W25. La lejanía de Sudamérica con Estados Unidos o Europa limitó siempre el desarrollo de los tenistas sudamericanos obligando a los aspirantes a profesionales a mudarse a esos continentes durante muchos meses al año para abaratar costos y poder competir en 'igualdad de condiciones' con los demás.

"Quiero que piensen en todos esos chicos que están viajando por el mundo solos, durmiendo en hoteles, festejando cumpleaños lejos de casa, haciendo esfuerzos inhumanos para conseguir ese punto ATP y justificar los esfuerzos de las familias sudamericanas. El esfuerzo de las empresas privadas como Dove y de las federaciones... hay que pensar en ellos, están haciendo historia en el deporte. Padres, entrenadores y chicos que no me conocen me dicen gracias. Es muy lindo, más aun cuando escuchás historias de jugadores y padres que han gastado fortunas o de la cantidad de chicos que se retiraron porque no tuvieron esta oportunidad. Son historias increíbles. Ese es el motor, el empuje que necesitás para seguir trabajando", declaraba emocionado el mentor del circuito, 'el pulga' De la Peña.

Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta

09 marzo 2021

Protagonismo argentino

El último campeón argentino en el ATP de Buenos Aires había sido David Nalbandian, allá por el lejano 2008. El torneo más tradicional de Latinoamérica sobre polvo de ladrillo se tornaba cada vez más esquivo para los argentinos. Trece años después de la última alegría argentina en Argentina, valga la redundancia, casi sin público por las restricciones pandémicas, Diego Schwartzman pudo contra la presión de ser campeón en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. El número nueve del mundo superó el tropiezo de Córdoba y fue el mejor en el torneo que todo argentino sueña con ganar y que lo tenía como máximo favorito al título.

El año de Schwartzman no había empezado como él hubiese querido. Cuatro victorias y tres derrotas en los dos meses de competencia, una baja de rendimiento en comparación con el fantástico 2020. Buenos Aires siempre fue una de sus prioridades en el calendario pero sus rendimiento en el BALTC a lo largo de los años nunca había sido lo suficientemente bueno como para adjudicarse el título. La magra imagen dejada en la final de 2019 ante Marco Cecchinato rondaba en la cabeza del argentino que no tenía pensado repetir en la edición 2021. Sin fisuras de principio a fin, su nivel durante la semana fue de menor a mayor para terminar exhibiendo un tenis excelso en la final.


El trofeo que inició siendo un Obelisco (monumento icónico de la ciudad) y que se transformó en un mate (bebida nacional), había pasado por las manos de ocho jugadores diferentes de cinco nacionalidades desde el último grito albiceleste. "El Peque" vino a romper con esa tendencia extranjera para que la copa se quedara en Argentina. Bombilla en boca y mate en mano (conmemorativo), el campeón se mostró muy feliz en conferencia de prensa: "Es un sueño cumplido. Este es el primer torneo que vi en mi vida, me colaba, no pagaba entradas para entrar. Aquí empecé a copiar e imitar a los mejores del mundo. Ganar Buenos Aires es haber llegado a un punto alto en mi carrera. Fue muy emocionante ver a amigos y familiares en las gradas y poder compartir con ellos mi felicidad".
El bonaerense sigue cumpliendo objetivos. Campeón ATP250, campeón ATP500, finalista Masters1000, semifinalista de Grand Slam, participante del Masters, Top10 (8°) y ahora campeón en su país. La vara cada vez es más alta y mantenerse en la elite del tenis mundial es la tarea más difícil que tienen los tenistas. El surgido en el Club Náutico Hacoaj seguirá tachando los objetivos cumplidos de su 'check list' personal, una lista que se actualiza luego de cada nuevo logro. Mantenerse como Top10 será el principal objetivo de 2021 con la intención de ganar títulos, alcanzar las rondas finales de los torneos importantes y volver a clasificar al Torneo de Maestros en Turín (Italia).



Pero Schwartzman no estuvo solo en Buenos Aires ni tampoco en Córdoba. Los hermanos Juan Manuel y Francisco Cerúndolo fueron la noticia de estas dos semanas de tenis en Argentina. Juan Manuel debutó en un cuadro principal ATP en Córdoba y ¡fue campeón! Francisco, el mayor, fue finalista en Buenos Aires tras haber ganado su primer partido ATP en el Córdoba Open siete días atrás. La irrupción de ambos en el circuito principal corrobora por enésima vez el potencial de Argentina en este deporte desde que Guillermo Vilas en los años setenta y ochenta popularizara la actividad. Tal fue la masificación del tenis que Argentina se ubica hoy como el quinto país con más títulos ATP del mundo.

Lejos de los centros neurálgicos tenísticos como lo son Europa (12000km) y Estados Unidos (10000km), crisis económicas constantes, apenas un puñado de torneos ITF, Challengers o ATP, fundamentales para el crecimiento de los jugadores que atraviesan las primeras etapas del profesionalismo, y sin un presupuesto acorde a las necesidades de los tenistas, la bandera argentina flamea, con o sin viento que sople, en cada rincón del planeta donde se golpee una pelotita amarilla. "Todo lo que facilita en exceso, debilita", es una de las frases de Toni Nadal que bien puede utilizarse a la inversa revés para describir a los tenistas argentinos: "Todo lo que dificulta en exceso, fortalece".

Daniel Vitale Pizarro

17 febrero 2020

Perdón papá


"¿Cómo voy a celebrar esta noche? No lo sé. Tal vez con una Coca-Cola y un buen filete argentino. Debo descansar porque el martes debuto en Río". Casper Ruud, campeón del Argentina Open,  respondía esta pregunta, entre risa cómplices, minutos después de consagrarse en Buenos Aires. El circuito no descansa ni siquiera para un campeón debutante ATP. En cuarenta y ocho horas deberá saltar a pista en Brasil en medio de la euforia, el avión, los hoteles y la prensa, desesperada por su palabra. La vorágine en la que viven los jugadores no les permite disfrutar de los triunfos ni preocuparse por las derrotas, aunque éstas suelen doler más de lo que alegra una victoria. El noruego, como todo tenista en medio de una gira, no festeja, se desahoga y sigue...


Tres semanas atrás, nadie hubiera imaginado que la final del ATP de Buenos Aires la disputaría el 45° ATP (Casper Ruud) contra el 145° ATP (Pedro Sousa), con Dominic Thiem (4°) y Matteo Berrettini (8°) en el cuadro principal. La baja de ambos Top10 dejaba acéfalo al certamen, pero aun sin ellos, ningún especialista ni apostador avezado hubiese presagiado a esos finalistas. Acostumbrado el público argentino a ver tenistas de otras latitudes en las definiciones del torneo sudamericano por antonomasia, los protagonistas del domingo nacieron en la fría Oslo (Noruega) y en la cálida Lisboa (Portugal). Todo fue tan atípico como la semifinal ganada por Sousa por la no presentación de Diego Schwartzman por lesión.
En medio de todo eso, emergió un noruego hijo del extenista profesional Christian Ruud (ex 39° ATP) que disputaba por tercera vez el Argentina Open pero que por primera vez accedía al cuadro principal. El joven Casper Ruud tuvo una rápida adaptación al profesionalismo luego de haber sido N°1 ITF Junior en 2016 ya que apenas un año después de disputar su último torneo Junior en Wimbledon era campeón de dos Future, un Challenger y 108° ATP. Pero esos resultados no habían llegado por arte de magia. Entrenado por por su padre, decidieron que lo mejor sería que Casper (15 años) se mudase a España para desarrollar su futuro como tenista profesional. El sitio elegido fue Elche, provincia de Alicante.
Luego de dos años de trabajo en Alicante junto a su entrenador Pedro Rico, más algunas semanas en Noruega, los objetivos se habían superado con creces. Finalizado el contrato, Rico le recomendó que probara hacer base en la 'Academia Rafa Nadal' en Mallorca cuando no estuviera girando por el mundo disputando torneos. En agosto de 2019, los Ruud, recomendados por Pedro, aterrizaron en Manacor para que Casper entrenase a las órdenes de Toni Nadal: "Es un gran lugar si quieres ser un tenista profesional. La Academia me ha ayudado mucho con los entrenadores y todo lo demás, también con el propio 'Rafa'. Él está involucrado en mi tenis y en mi carrera, así que les debo mucho. Seguiré yendo allí todo el tiempo que pueda".
Aunque siempre supervisado y acompañado por su padre, desde que empezó a entrenar con 'los Nadal' en las Islas Baleares, Ruud accedió al Top100, alcanzó su primera final ATP (Houston 2019), fue Top50 y ésta semana en Sudamérica logró su primer título ATP y su mejor ranking ATP (34°) para ser, con apenas veintiún años, el mejor tenista noruego de la historia. Casper tiene claro su condición y, sobre todo, el haber superado a su padre-entrenador como tenista profesional: "Desde que empecé a jugar al tenis, siempre bromeábamos con mi padre que algún día iba a mejorar su ranking. Se siente realmente muy bien y ahora puedo ser yo el jefe en la casa finalmente ya que lo vencí de dos maneras diferentes".
El finalista fue más sorpresivo que el campeón. Pedro Sousa llegó a Buenos Aires para disputar la clasificación. Facundo Bagnis lo derrotó en última ronda de qualy pero la baja de Cristian Garin permitió al portugués ingresar al cuadro principal como perdedor afortunado (Lucky Loser). Profesional desde 2007, Sousa nunca había accedido a semifinales de un ATP y en Buenos Aires se encontró con la noticia de que sería finalista sin jugar por la lesión de Schwartzman luego de derrotar a Pablo Cuevas en cuartos de final (3h 41m). A todo esto, Pedro arrastraba una molestia en su tobillo izquierdo que finalmente se convirtió en lesión.
La final no fue la esperaba por los espectadores, más aun por las limitaciones físicas de Sousa, pero eso no quita que no merecieran estar allí, frente a cinco mil personas en la Central del Buenos Aires Lawn Tennis Club. De perfil bajo y con la prensa de su país volcada con Joao Sousa (28° ATP en 2016 y tres veces campeón ATP), el ex 14° ITF Junior es un habitué del Challenger de Buenos Aires por lo que no resultó ser un total desconocido para los fanáticos, aunque el propio jugador dice que sí lo es en su Portugal natal: "En Portugal puedo ir al cine o a cenar que no pasa nada. El tenis se está haciendo conocido, pero por el otro Sousa (Joao), no por mí (risas)". Su sentido del humor y carisma conquistaron al público local que, como muestra de afecto, coreó en cada partido suyo su nombre y no su apellido.

Daniel Vitale Pizarro

18 febrero 2019

Los vericuetos del Argentina Open




In una Terra che Amo, l’Argentina, contro un giocatore che stimo tantissimo @dieschwartzman (a cui faccio i complimenti per il torneo @argentinaopenatp che ha giocato) alzo il mio terzo trofeo.🏆 🏆 🏆 Grazie 🇦🇷 Grazie @vagnozzis Per il Tennis, Grazie @uferrara68 perchè arrivo su tutte le palle, Grazie @gaiapecs perchè ci sei, Grazie @gigisange perchè ci hai sempre creduto, Grazie al mio team @grupposangermano.tennisteam per il supporto continuo e grazie a tutti voi che mi seguite e mi incoraggiate sempre. Vi Voglio Bene. Ceck! #pallacortadiceck #atp #atpworldtour #vamopeki #ceck13 #ceckcicrede #p #mc13 #tennis #tennislife #jomasport #joma #toninolamborghini #babolat #grupposangermanotennisteam #argentinaopen #argentinaopen2019 📷 Credit: Sergio Llamera - Prensa Argentina Open
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Se fue una edición más del Argentina Open, la número diecinueve desde que Miguel Nido y compañía compraron la plaza que aun mantiene junto al grupo Tennium. Bajo el calor del verano en Buenos Aires y las noches frescas, la lluvia casi inexistente permitió que se desarrollara el torneo con total normalidad durante toda la semana. El 'Buenos Aires Lawn Tennis Club' vibró al ritmo de los mejores jugadores del circuito y los espectadores aprovecharon para ver a sus ídolos entrenar, alegrarse cuando ganaban y enojarse si perdían. Lleno de actividades para hacer más allá de ver tenis (Beach Tenis, Tenis Sub10, Medidores de velocidad de saque, etc), Palermo fue una fiesta.
Los primeros días son los más atractivos por la gran cantidad de partidos para disfrutar en simultáneo. Además, en las canchas auxiliares se pueden ver los entrenamientos de los protagonistas. Fotos, selfies, videos, autógrafos, a veces alguna muñequera o toalla regalada al público son moneda corriente al finalizar los entrenos o partidos secundarios de las canchas de menor importancia. Cientos de chicos de escuelitas también asisten al BALTC con las respectivas remeras de sus clubes (sentido de pertenencia). Ellos son los que viven con más ilusión ese momento, el de ver a los tenistas que ven por televisión a centímetros, sobre todo a los argentinos o a las estrellas del torneo.
Vivir 'in situ' el torneo da otra visión de los hechos y el día a día permite ver cosas que el espectador promedio no puede ver. Entrenamientos en canchas auxiliares a las que no tiene acceso el público; ver a los jugadores en los pasillos con su familia o su equipo de trabajo como una persona más (salvo las figuras que son asediadas por los fans); pasar frente a la sala de encordadores y ver como Luis Pianelli y su equipo encuerdan raquetas al ritmo que nosotros escribimos estas líneas ($20 dólares la mano de obra) y poder hablar con todos ellos (jugadores, entrenadores, organizadores, etc.) sin mayores recaudos son algunas de las situaciones cotidianas de éste torneo ATP.

En cuanto a los jugadores que acudieron al torneo, salvo Fabio Fognini (15°) que siempre es una incógnita y que por sexto año consecutivo perdió en su debut, los demás preclasificados cumplieron tanto en single como en doble, disciplina a la cual los singlistas no suelen darle mucha importancia. Diego Schwartzman (19°) vs Dominic Thiem (8°) y Marco Cecchinato (18°) vs Guido Pella fueron las semifinales del singles. Este último sufrió para derrotar a Jaume Munar (verdugo de Fognini) hasta que el español adujo calambres y se le allanó el camino (levantó dos match points). En semifinales nada pudo hacer ante un sólido Cecchinato, que en la semana fue de menor a mayor 
El partido del torneo fue la semifinal entre Schwartzman y Thiem. 2h 31m de idas y vueltas en el marcador terminaron con un tie break final del que Diego salió airoso tras levantar un match point para acceder a su primera final en Argentina. La victoria ante el 8° ATP fue la cuarta de su carrera ante un Top10. A la final llegaron tercer y cuarto preclasificado, nada mal si tenemos en cuenta que uno de ellos era argentino. El estadio 'Guillermo Vilas' no estaba colmado como la sesión nocturna del viernes o del sábado pero el marco era muy bueno. A pesar del apoyo del público local el partido no tuvo equivalencias. Cecchinato hizo todo bien y Schwartzman todo mal. 6/2 6/1 en una hora y cinco minutos, por un minuto no fue la final más corta del certamen (Mónaco a Di Mauro 2007 en 1h 4m).
La irrupción de Marco Cecchinato en el circuito ATP fue cuasi meteórica. Hasta marzo de 2018 había ganado apenas cuatro partidos ATP. Campeón del ATP250 Budapest, semifinalista en Roland Garros sin haber ganado antes un partido en Grand Slams y campeón en Umag, en siete meses pasó de estar fuera del Top100 a ser preclasificado en el US Open. Totalmente impensado. Inició 2019 con una semifinal en Doha pero la vuelta a la arcilla tras siete meses le costó, más aun por llegar sobre la hora a Argentina tras la eliminatoria de Copa Davis ante India sobre césped de visitantes, en la que no disputó partidos pero si formó parte del equipo que ganó 3-1. 
En el debut del Córdoba Open cayó ante Jaume Munar por lo que acudía a Buenos Aires con las alarmas encendidas. Y se notó en las primeras rondas la falta de actividad en la superficie naranja, que suplió con la consecución de partidos hasta brillar en la final para ser campeón por tercera vez en su carrera. Nunca cedió sets en las finales que disputó y tampoco cedió sets durante el Argentina Open. Sólido desde el fondo de la cancha, siempre bien ubicado para golpear tanto de drive como de revés, distribuye juego e intenta abrir la cancha para poder finalizar los puntos. Su tiro fetiche, los drops. Una sutileza en su juego rocoso que le da soluciones y respiro cuando su tenis no fluye.


Sonrisa de oreja a oreja y mates (trofeo e infusión), "Ceck" habló de su presente tenístico: “Ahora puedo ganar partidos jugando mal, algo que antes no me pasaba y esa es una gran diferencia. Hice el click mental y creo que me puede ir bien en polvo, en cemento o en pasto. Ahora salgo a ganar cada partido con la seguridad de que lo puedo lograr. Todo fue gracias a puro trabajo adentro de la cancha para sentirme siempre de la mejor forma posible. Antes no me gustaba entrenarme, no me gustaba sufrir dentro de la cancha. Ahora voy a entrenar siempre bien y me convertí en un trabajador del tenis que no piensa en el futuro y voy semana a semana. Es una buena forma de encarar el Tour, y por eso voy a disfrutar de este título porque es la confirmación de que he hecho las cosas más que bien”.
También hubo dobles y de gran nivel. Horacio Zeballos estrenaba su mejor ranking en la especialidad (22°) y ademas defendía el título. El mejor doblista argentino de la última década hace rato que no es un singlista adaptado al dobles. El marplatense entiende a la perfección la modalidad al punto que en 2019 abandonó por completo el singles a pesar de aun tener ranking para disputar la qualy de los torneos más importantes del mundo. En Buenos Aires junto a Máximo González fue campeón por tercera vez en el BALTC en cuatro finales disputadas, todas con compañeros diferentes (2010 Prieto, 2014 Cuevas, 2018 Molteni y 2019 González). ¿Queda claro quién es el decisivo?


Daniel Vitale Pizarro desde el 'Buenos Aires Lawn Tennis Club'

09 diciembre 2013

Una "Torre" en medio del "Bosque"


Risas y camaradería en La Plata

“Recibimos con un fuerte aplauso a ¡Juan Manuel Del Potro!”. Así, con el furcio de la presentadora Valeria Archimó en el micrófono, arrancó la noche en el estadio de Gimnasia y Esgrimade La Plata, en el Bosque platense. Juan Martín Del Potro y Lleyton Hewitt entretuvieron a los casi diez mil espectadores durante la hora y veinte minutos que duró el espectáculo que concluyó con el grupo de cumbia versionada “Los Totora”, bajo el ensordecedor y a la vez espectacular concierto de fuegos artificiales que cerraron el día de la mejor manera. La organización en general fue buena. El organizador del evento Guillermo Marin, representante de “Imagen Deportiva”, aprendió de eventos pasados: dejó de lado las estructuras tubulares improvisadas, peligrosas para los espectadores que tan malas experiencias le trajo
Luego de las preguntas de protocolo características antes del comienzo de un partido de exhibición, el australiano exnúmero uno del mundo se acercó a su banco y cautivó a todos los hinchas de Gimnasia y Esgrima de La Plata al ponerse la remera del “Lobo” y jugar varios games con la casaca del equipo de La Plata. Parte de la barra brava del club, presente dentro y fuera en el estadio, vitoreó su nombre en más de una ocasión, valorando la acción del australiano. Con bombos, trompetas y redoblantes se hicieron escuchar durante todo el partido, demostrando una vez más la omnipresencia de las barras en los clubes, no solo en los espectáculos futbolísticos. Lamentable pero real.
El encuentro en sí fue un típico partido de exhibición. Ball boys ingresando a la cancha para disputar puntos con las raquetas de los protagonistas; pelotitas lanzadas a las tribunas; vincha y muñequeras regaladas a los chicos que tuvieron la suerte de pelotear con ellos y remera entregada a los presentes, marcas distintivas de un encuentro diseñado para el entretenimiento más que para el desempeño tenístico. El nivel de juego se corrió a un costado para dejarle espacio al show y a la participación del público, que tiene la oportunidad de ver al menos una vez en su vida, a los mejores jugadores del circuito en su país, algo que por cuestiones de dinero y del calendario ATP, de otra manera no podría disfrutar.

Los protagonistas y los privilegiados al borde de la cancha

Párrafo aparte para la cancha. Montada sobre el césped del estadio, dejó mucho que desear. La carpeta (lenta) construida no solo estaba despareja en todos los sectores, sino que era peligrosa para los jugadores por lo resbaladiza que estaba. En más de una oportunidad los protagonistas no pudieron afirmarse al piso e innumerables veces, la pelotita no picaba de la manera que debía, incomodando el golpe de los protagonistas, dificultando el juego y “ensuciando” el espectáculo con errores involuntarios por la dificultad de los piques irregulares.
Boceto del proyecto final
La recaudación del evento será destinada al fideicomiso creado por el Banco Provincia de Buenos Aires, que servirá para la construcción de la Platea H “Néstor Basile" del estadio "Juan Carmelo Zerillo" y para la remodelación de todo el predio en el cual se disputó el partido.

Daniel Vitale Pizarro para @TenisIberoamericano desde el 'Juan Carmelo Zerillo' 

01 diciembre 2013

Inoxidables


¿A ver que nos dieron?

Australian Open 1998, segunda ronda. Las hermanas Williams, por aquellos años adolescentes en el circuito WTA, se enfrentaron por primera vez como profesionales. La mayor de las morenas, Venus, derrotaba a Serena y dio el puntapié inicial a un duelo que marcaría una época dentro del circuito femenino y que sigue vigente, aunque menos predominante en la actualidad. Esa rivalidad, que ostenta 24 enfrentamientos con dominación de Serena 14-10, estuvo en el Buenos Aires Lawn Tennis el sábado, por primera vez, para deleitar al público argentino.
En un BALTC casi lleno, las hijas de Richard Williams divirtieron al público que desde las gradas, vitorearon y aplaudieron los bailes de Venus y la potencia de Serena en una tarde muy agradable en Palermo. El show finalizó con los Auténticos Decadentes en pleno Court Central y con las hermanas bailando al ritmo de la música de "Cucho" y su banda. Mucha onda por parte de las jugadoras, buen clima meteorológico, la gente respetuosa y un estadio en condiciones, pese a los baños que dejan aun muchísimo que desear y que tendrán que mejorar, de cara a un ATP de Buenos Aires con jugadores de la talla de David FerrerFernando VerdascoTommy Robredo, los argentinos y quizás, porque no, Rafael Nadal.

Bailando al ritmo de "Los Auténticos Decadentes"

Las entrenadas por su padre Richard, desde su irrupción en la WTA en 1997 y 1998 respectivamente, impusieron una nueva forma y manera de jugar al tenis. Pura potencia y tiros que superan ampliamente la velocidad media de cualquiera de sus rivales, dominaron y dominan el tenis hace más de quince años, con altas y bajas, pero siempre con alguna de las dos en la cima del tenis femenino o luchando por la cúspide. Hoy podemos decir que el trabajo que hizo su padre/entrenador con sus hijas fue excelente. El acompañamiento de su familia, a pesar de que Richard y Oracene actualmente están separados, demostró siempre la unidad y el vinculo que los une. Aun hoy vemos a sus padres y hermanas acompañándolas por el mundo, ya sea en las tribunas o en los boxs de fotografía, al borde de las estadios más importantes de la orbe.
Coloridas, vanguardistas de la moda, desafiantes y religiosas (Testigos de Jehová), las hermanas Williams son dos exponentes de la historia del tenis femenino. Sus triunfos, sus batallas, sus duelos y sus declaraciones, no pasaron ni pasarán desapercibidos en las crónicas de los partidos, luego de que cuelguen sus raquetas. Pero eso parece no estar cerca en el tiempo. En un tenis femenino que carece de rivales de fuste para hacerle sombra a Serena Williams y también a Venus, si vuelve a su plenitud física, se las va a extrañar, y mucho, cuando se retiren. Por eso, esta visita a la capital de la República Argentina era un espectáculo digno de aprovechar y disfrutar, visita que quizá no se vuelva a repetir.


Serena Williams, número uno en todos los aspectos

Algunos datos para dimensionar la magnitud de la visita de las hermanas Williams, a pesar de que vinieron para participar de una exhibición. Entre las dos, suman 101 títulos WTA y 24 Grand Slams. Ambas número uno a la largo de su carrera, Serena actualmente le lleva más de cinco mil puntos a Azarenka, su inmediata perseguidora, aunque "inmediata" es una manera de decir... A pesar de que superan los 30 años (32 Serena y 33 Venus), demuestran que siguen dando batalla y más aun la menor de ellas. Desde su vuelta al circuito luego de la embolia pulmonar sufrida en 2011 por un corte en la planta de su pie, que derivó en una lesión que no se sabía si iba a volver a jugar al tenis, Serena no solo volvió sino que arrasó prácticamente con casi todo torneo que se le puso en su camino.
Esta temporada, la auspiciada por Nike volvió a la posición número uno del ranking WTA, logró once títulos, entre ellos dos de Grand Slam (17 en total, la cifra de Roger Federer) y 78 victorias, número que nunca había logrado en un año calendario. Además consiguió la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Si contamos los Majors que consiguió con su hermana y Max Mirnyi, llegamos a la suma de 32. Sí, 32 Grand Slams en su haber, más tres medallas de oro en esa disciplina, también junto a Venus. En relación a las máximas ganadoras de Grand Slam, Serena Williams se ubica cuarta, detrás de Navratilova y Evert (18) y lejos aun de Graf (22). Y todo lo consiguió a sus jóvenes 32 añitos. Nada mal.

Relajada y divertida, Venus Williams en el BALTC

La mayor de las hermanas no está pasando su mejor momento en el circuito. Sin títulos en 2013 y ubicada 47° en el ranking WTA, pareciera que su físico no la trata igual que a Serena. Ya no mantiene la misma intensidad y explosión en sus golpes como lo supo hacer durante más de una década. Su último Grand Slam ganado fue allá por 2008 en Wimbledon, precisamente ante su hermana en la final. Y su última definición fue al año siguiente, también en el All England y curiosamente ante su hermana menor, pero esa vez no pudo doblegarla. Venus acumula siete Majors y 44 títulos WTA en su carrera. Si sumamos los trece "Grandes" que conquistó junto a Serena y otros dos de compañera con Justin Gimelstob, suma la nada despreciable cantidad de 22 GS entre singles y dobles. Las dueñas de la WTA, aun le sacan sonrisas a sus fans y esperemos que por mucho tiempo más. Y estuvieron en el Buenos Aires Lawn Tennis. Un lujo.

Daniel Vitale Pizarro desde el 'Buenos Aires Lawn Tennis Club'