24 mayo 2021

Special K

El nombre de Thanasi Kokkinakis siempre estuvo ligado al de Nick Kyrgios. Compañeros de generación, amigos y principales animadores del circuito Junior 2013, los australianos crecieron juntos pegándole a una pelota de tenis. Finalistas del Australian Open Junior como rivales y campeones de Wimbledon Junior como pareja, los medios australianos empezaron a llamarlos "The Special K's". La explosión mediática de Kyrgios y las constantes lesiones de Kokkinakis privaron a estos talentos de triunfar a lo grande en el circuito ATP. Aun jóvenes (25-26 años) y con sus carreras profesionales a mitad de camino, Thanasi, el "Special K" menor, fue noticia por volver a ser campeón de un Challenger en Biella (Italia).

Padre griego y madre libia, la familia Kokinnakis llegó a Australia como tantas otras (más 600 000 griegos viven en Australia). Inspirados en Mark Philippoussis (ascendencia griega)uno de los tenistas australianos del momento, apuntaron a su hijo a clases de tenis. La casualidad (o causalidad) quiso que más adelante, el que sirvió de inspiración para la familia sea una persona muy cercana para su hijo, primero como mentor, después como consejero y durante la pretemporada entrenaron juntos en Melbourne ya que sus entrenadores (Todd Langman Y Joel Kerley) estaban en Adelaida por las restricciones del país oceánico.
Desde que empezó a tener buenos resultados en el circuito Junior, Thanasi Kokkinakis tuvo que aprender a lidiar con las lesiones. Durante los años que lleva como profesional (2013-2021), solo en 2014 estuvo sano, un calvario que imposibilitó su normal desarrollo como tenista y su ascenso en el ranking ATP. A pesar de las constantes visitas el médico y de largos períodos de inactividad, logró ser Top70 en 2015 (69° ATP); campeón en dobles del ATP250 Brisbane (Jordan Thompson) y finalista del ATP250 en Los Cabos 2017; victoria ante Roger Federer en Miami (campeón defensor) días después de haber recuperado el N°1 ATP y campeón de dos Challengers en 2018 (Aptos y Las Vegas).

Pero las lesiones no fueron su peor trauma. Entre 2016 y 2019, Kokkinakis empezó a sentirse extraño internamente. A sus veintiún años fue diagnosticado con depresión: "Era incapaz de ver nada positivo, lo único que podía hacer era encerrarme en mi habitación sin poder parar de llorar, sin ninguna razón aparente. Sentía una enorme angustia por todo y no podía ni salir a caminar. Recuerdo una vez que entré en una cafetería y al sentirme observado y rodeado por gente, me entró una enorme ansiedad y solo pensaba en que tenía que salir de ahí como fuera. El corazón me iba a mil y era incapaz de manejar mis nervios. Lo peor era que me resultaba imposible tener pensamientos positivos sobre nada".

Superada la depresión, el hombro en 2019 le impidió jugar en segunda ronda del US Open frente a Rafael Nadal y una mononucleosis lo alejó del circuito durante el pandémico 2020: "Me dijeron que mientras dormía, dejé de respirar porque tenía la garganta muy inflamada. Perdí 10 kilos porque no podía comer". Recuperado física y mentalmente, una invitación al Australian Open 2021 facilitó su enésima vuelta exitosa al circuito: "Aparte de mi equipo y mi familia, nadie puede hacerse una idea de lo que he tenido que pasar durante años. No me había emocionado tanto en la pista desde mi victoria en el US Open 2019. No ha sido fácil persistir y creer en mí mismo, he pasado por momentos muy malos a nivel físico y mental, pero aquí estoy".
Fuera del Top200, el australiano se instaló en Europa para preparar la gira sobre arcilla previo a Roland Garros. En su quinto Challenger al hilo, Thanasi logró el título en Biella (Italia) ante un rival conocido, el francés Enzo Couacaud (finalista dobles Wimbledon Junior 2013). Su última consagración como profesional había sido tres años atrás por lo que este resultado presagia una temporada auspiciosa: "Cada partido se convierte en una gran oportunidad de demostrar que me merezco volver al Top100 y que puedo recobrar la confianza. Me tomo este 2021 como una rampa de lanzamiento de cara a 2022, espero que ahí las cosas vuelvan a la normalidad, que el 'prize money' regrese y tengamos una buena oportunidad de poder vivir de este deporte".


Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta

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