31 mayo 2021

Roland Garros 2021

Podcast 'Golden Slam', episodio 02x08


Daniel Vitale Pizarro

24 mayo 2021

Special K

El nombre de Thanasi Kokkinakis siempre estuvo ligado al de Nick Kyrgios. Compañeros de generación, amigos y principales animadores del circuito Junior 2013, los australianos crecieron juntos pegándole a una pelota de tenis. Finalistas del Australian Open Junior como rivales y campeones de Wimbledon Junior como pareja, los medios australianos empezaron a llamarlos "The Special K's". La explosión mediática de Kyrgios y las constantes lesiones de Kokkinakis privaron a estos talentos de triunfar a lo grande en el circuito ATP. Aun jóvenes (25-26 años) y con sus carreras profesionales a mitad de camino, Thanasi, el "Special K" menor, fue noticia por volver a ser campeón de un Challenger en Biella (Italia).

Padre griego y madre libia, la familia Kokinnakis llegó a Australia como tantas otras (más 600 000 griegos viven en Australia). Inspirados en Mark Philippoussis (ascendencia griega)uno de los tenistas australianos del momento, apuntaron a su hijo a clases de tenis. La casualidad (o causalidad) quiso que más adelante, el que sirvió de inspiración para la familia sea una persona muy cercana para su hijo, primero como mentor, después como consejero y durante la pretemporada entrenaron juntos en Melbourne ya que sus entrenadores (Todd Langman Y Joel Kerley) estaban en Adelaida por las restricciones del país oceánico.
Desde que empezó a tener buenos resultados en el circuito Junior, Thanasi Kokkinakis tuvo que aprender a lidiar con las lesiones. Durante los años que lleva como profesional (2013-2021), solo en 2014 estuvo sano, un calvario que imposibilitó su normal desarrollo como tenista y su ascenso en el ranking ATP. A pesar de las constantes visitas el médico y de largos períodos de inactividad, logró ser Top70 en 2015 (69° ATP); campeón en dobles del ATP250 Brisbane (Jordan Thompson) y finalista del ATP250 en Los Cabos 2017; victoria ante Roger Federer en Miami (campeón defensor) días después de haber recuperado el N°1 ATP y campeón de dos Challengers en 2018 (Aptos y Las Vegas).

Pero las lesiones no fueron su peor trauma. Entre 2016 y 2019, Kokkinakis empezó a sentirse extraño internamente. A sus veintiún años fue diagnosticado con depresión: "Era incapaz de ver nada positivo, lo único que podía hacer era encerrarme en mi habitación sin poder parar de llorar, sin ninguna razón aparente. Sentía una enorme angustia por todo y no podía ni salir a caminar. Recuerdo una vez que entré en una cafetería y al sentirme observado y rodeado por gente, me entró una enorme ansiedad y solo pensaba en que tenía que salir de ahí como fuera. El corazón me iba a mil y era incapaz de manejar mis nervios. Lo peor era que me resultaba imposible tener pensamientos positivos sobre nada".

Superada la depresión, el hombro en 2019 le impidió jugar en segunda ronda del US Open frente a Rafael Nadal y una mononucleosis lo alejó del circuito durante el pandémico 2020: "Me dijeron que mientras dormía, dejé de respirar porque tenía la garganta muy inflamada. Perdí 10 kilos porque no podía comer". Recuperado física y mentalmente, una invitación al Australian Open 2021 facilitó su enésima vuelta exitosa al circuito: "Aparte de mi equipo y mi familia, nadie puede hacerse una idea de lo que he tenido que pasar durante años. No me había emocionado tanto en la pista desde mi victoria en el US Open 2019. No ha sido fácil persistir y creer en mí mismo, he pasado por momentos muy malos a nivel físico y mental, pero aquí estoy".
Fuera del Top200, el australiano se instaló en Europa para preparar la gira sobre arcilla previo a Roland Garros. En su quinto Challenger al hilo, Thanasi logró el título en Biella (Italia) ante un rival conocido, el francés Enzo Couacaud (finalista dobles Wimbledon Junior 2013). Su última consagración como profesional había sido tres años atrás por lo que este resultado presagia una temporada auspiciosa: "Cada partido se convierte en una gran oportunidad de demostrar que me merezco volver al Top100 y que puedo recobrar la confianza. Me tomo este 2021 como una rampa de lanzamiento de cara a 2022, espero que ahí las cosas vuelvan a la normalidad, que el 'prize money' regrese y tengamos una buena oportunidad de poder vivir de este deporte".


Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta

18 mayo 2021

El escapista

Rafael Nadal cumplirá treinta y cinco años el tres de junio. ¿Recuerdan cuando los eruditos del deporte vaticinaban que "Rafa" no tendría una carrera larga? Sus incontables lesiones desde que se hizo profesional siendo un adolescente, su intensidad desmesurada, sus rodillas castigadas o su juego defensivo especulativo en los inicios eran los principales argumentos de los 'especialistas' para esgrimir que su éxito a largo plazo era muy poco probable. Campeón de Barcelona y Roma en 2021, dieciséis temporadas después de sus primeros trofeos en esas ciudades, para orgullo de muchos y sorpresa de pocos, Nadal llegará a Roland Garros 2021 por enésima vez como el principal favorito.

Los años pasaron, el español se hizo mayor pero los buenos resultados nunca cesaron. Incluso en sus dos temporadas de dudas y ansiedad (2015-16) logró ganar títulos importantes y mantenerse en el Top10. Y este 2021 no será la excepción. Incluso sin desplegar su mejor versión tenística, rindió de maravillas en los momentos más calientes de los partidos. La final de Barcelona ante Stefanos Tsitsipas levantando un punto para partido; los octavos de final de Roma contra Denis Shapovalov salvando dos match points; y la final en Italia frente a Novak Djokovic son los ejemplos más recientes de su inagotable resistencia mental.

"Tuve suerte en algunos momentos, especialmente en el partido contra Shapovalov. Fui jugando cada vez mejor, encontrando mi ritmo en tierra batida. También es verdad que en los momentos de máxima tensión, elijo luchar y no fallar en cuanto a actitud. Intento no errar con la cabeza aunque si lo haga con la raqueta. Eso es el deporte, luchar aunque las cosas parezcas imposibles. Sólo por ganar un partido al año así, merece la pena todo el esfuerzo. Al final creo que jugué una semana de tenis muy sólida, ganando un título importante en el momento adecuado. Estoy muy feliz", declaraba el mallorquín ante la prensa mundial en el Foro Itálico.

Eludir puntos de partido en contra no es una cuestión puramente de suerte. Es cierto que un mal bote, un toque de red o una ráfaga de viento espontánea justo durante la disputa de un match point puede ser considerado 'mala suerte', pero en líneas generales, remontar un marcador tan adverso es producto de la experiencia, de aguantar y arriesgar, y de mantener la mente fría en situaciones calientes para cambiar el rumbo del partido. Los partidos antes mencionados no son los primeros en los que Nadal atraviesa situaciones límite. En su carrera el español ha ganado dieciséis enfrentamientos en los cuales su rival tenía que ganar un punto más para derrotarlo. De todas esas victorias, seis sirvieron para luego ganar el torneo.

Pero para "Rafa" nunca es suficiente: "Ahora necesito volver a casa y descansar un poco. Me tomaré un par de días libres y luego empezaré a trabajar. Creo que puedo trabajar en un par de cosas que puedo hacer un poco mejor o puedo seguir confirmando que estoy en el camino correcto. Creo que he estado mejorando esta semana, pero necesito seguir con esa mejora, porque cuando mejoras y puedes hacerlo todos los días durante más tiempo, entonces te sientes más confiado y más seguro. Así que solo necesito seguir adelante. Sé lo que necesito trabajar durante las próximas semanas y lo haré de cara a París".

Diez días después de ganar el premio Laureus al mejor deportista del año 2020, el cuarto que le entrega 'The Laureus World Sports Academy' desde 2006, Nadal consiguió su 88° título ATP, 36° Masters1000 y 10° en Roma, logrando algo único en la Era Abierta, ganar cuatro torneos ATP al menos diez veces: 13 Roland Garros, 12 Barcelona, 11 Monte Carlo y 10 Roma. Las estadísticas de Rafael Nadal Parera en arcilla no tienen parangón, solo comparables con los logrados por tenistas desconocidos para la mayoría de los fanáticos en la Era Amateur. ¿Podrá este año 'escaparse' de París con su 14° Copa de los Mosqueteros?

Daniel Vitale Pizarro

10 mayo 2021

Irregularidad en el circuito

Podcast 'Golden Slam', episodio 02x07



Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta - @IMI19_

04 mayo 2021

Turbulencias georgianas


La vida de Nikoloz Basilashvili desde que se dio a conocer en el circuito ATP ha sido un constante sube y baja. De pasar desapercibido en el circuito ITF Junior (59°) a ganar diez Futures y cinco Challengers; de las clasificaciones de los torneos ATP a ganar dos ATP500 en una misma temporada y alcanzar el Top20; de perder quince de los últimos dieciocho partidos ATP a ganar dos ATP250 en medio de una denuncia por violencia de género inconclusa. Podría tratarse de una película pero es la carrera de un tenista nacido en Georgia hace veintinueve años que alterna grandes resultados deportivos con penurias personales y períodos extensos de derrotas profesionales.
El calvario de Basilashvili empezó el veintidós de mayo de 2020 cuando fue denunciado por "violencia domestica por golpear a su exmujer en presencia de un menor", así lo imputó la Fiscalía General de Georgia. Detenido en Tbilisi (capital Georgia), Nikoloz fue puesto en libertad luego de haber pagado una fianza de aproximadamente treinta mil euros, pero el juicio siguió (sigue) su curso. De ser encontrado culpable, el acusado debería cumplir una condena de entre 200 y 400 horas de servicio comunitario o de entre uno a tres años de prisión. El tenista hizo un descargo ante el juez a través de un video y presentó fotos alegando su inocencia y un año después, la justicia mantiene el caso en vilo.
Pandemia de por medio y con un juicio abierto, su vuelta al circuito en agosto 2020 fue pésima: nueve derrotas consecutivas. Pero el ranking protegido y una intensa pretemporada fueron claves para volver a ganar un partido ATP en Antalya (Turquía), alcanzando los cuartos de final del primer torneo del 2021. Las buenas sensaciones se esfumaron rápido perdiendo sus siguientes cuatro primeras rondas pero todo cambiaría en Doha (Catar). El destino quiso que enfrentase a Roger Federer luego de que el suizo se mantuviera al margen del circuito durante más de trece meses producto de una lesión de rodilla. Basilashvili no solo derrotó al suizo salvando un punto de partido sino que se proclamó campeón.


"Si hace una semana me decían sería campeón en Doha, no me lo creía. Siento que he trabajado mucho durante estas últimas semanas para poder conseguir esto. Me he sentido muy bien en la pista desde el primer partido. En este último año he tenido mucho estrés y los resultados no me acompañaban en absoluto, no era capaz de dar el cien por cien en la pista en ningún partido. Esta semana he encontrado una manera de poder lidiar con esto y sacar adelante partidos ante rivales de gran entidad. Ha sido interesante el ver como he mejorado esta semana después de una gran crisis de resultados. Estoy muy feliz de poder ganar este título", se sinceraba el georgiano, dando a entender que lo personal le afectó en lo profesional.


Pero la regularidad nunca ha sido su aliada y su arribo a Munich (Alemania) fue con cinco derrotas y dos victorias tras haber ganado en Doha. Además, en Alemania se conocía otro problema con la justicia por un presunto incumplimiento de un contrato con el empresario Irakli Kacharavaun que le apoyó financieramente en 2017 y que le reclamaba ganancias que rondarían los 1,5 millones de dólares, demanda aceptada por el Tribunal de Justicia de Tbilisi por la que tendrá que declarar ante la justicia. En medio de otro escándalo judicial inconcluso, Basilashvili inició su andadura en el ATP250 Munich. Sangre fría como el invierno de su país, 'Basil' conectó mente, físico y tenis para atropellar a sus rivales con su potencia natural y lograr su segundo título del 2021.


"Parece que las condiciones en Alemania me sientan bien (risas). Este es mi quinto título como tenista y me dará mucha confianza de cara a los próximos torneos", decía un sonriente Basilashvili en la conferencia de prensa postítulo, aludiendo a que tres de sus trofeos los ganó en tierras germanas. Quien supo ser 16° en 2019, fue uno de los mayores beneficiados por el ranking congelado, tan perjudicial para los ascendentes y tan beneficioso para los descendentes. Más acorde su ranking actual (31°) con su presente, el georgiano comienza a justificar el inmerecido Top45 que ostentó durante todo 2020 casi sin ganar partidos ATP. La turbulencia como marca registrada.

Daniel Vitale Pizarro