11 noviembre 2019

Italia se frota las manos


El tenis italiano está mutando y parece que no habrá vuelta atrás. Una nueva camada de jugadores está emergiendo y cambiando el paradigma del tenis itálico. Ahora son altos, potentes, especialistas en canchas rápidas y sin tapujos a la hora de atacar, siempre hacia adelante. Liderados por Matteo Berrettini (23 años - 8° ATP), el trabajo de la Federación Italiana de Tenis está dando sus frutos y en poco tiempo se cambió con el biotipo del tenista mediterráneo. Italia finalizó la temporada 2019 con ocho jugadores dentro del Top100, la mayor cantidad en su historia. pero lo más importante, solo dos superan los 27 años, lo que refleja que no son casos aislados o casuales, sino que marca un trabajo mancomunado entre todas las partes que involucran el crecimiento de un jugador de tenis.
Hace rato que Italia apostó por el tenis y los buenos resultados no paran de llegar. Pero el éxito de un programa de mediano-largo plazo no se mide ni debería medirse solo en títulos, sino en logros como tener ocho Top100 y siete Top200; el Masters #NextGen en Milán; el Masters en Turín a partir de 2021; el Masters1000 en Roma y el circuito más caudaloso de Futures (24) y Challengers (18) de toda Europa. Toda esta estructura de torneos está apoyada por sponsors que creyeron en el desarrollo en un mediano-largo plazo. Además, un canal de TV abierta (SuperTennis) transmite tenis las 24 horas, desde el tenis infantil hasta los profesionales, un combo de cosas que se refleja en estos últimos cinco años pero que explotó en 2019.


Llegaba noviembre y parecía que todos los flashes se los llevaban Fabio Fognini (12° ATP y campeón Monte Carlo) y Matteo Berrettini (8° ATP y clasificado al Masters). Pero por un momento los ojos dejaron de mirar al talento de San Remo y al aplicado romano para posarse sobre un joven italiano que solo los fanáticos conocen: Jannik Sinner. Jannik nació en San Candido, Provincia de Bolzano, Región Trentino-Alto Adigio, al límite con Austria. Sus padres trabajan como cocinero y camarera en un Refugio alpino en Val Fiscalina por lo que creció en las montañas hablando un dialecto cuasi alemán. Jugador de tenis ocasional, fue campeón nacional de ski en la especialidad 'slalom' en 2008 y subcampeón en 2012.
A los trece años fue cuando conoció a Riccardo Piatti y a partir de allí, su vida cambió por completo. Convencido por el afamado entrenador italiano, el tenis comenzó a ser su prioridad. Jannik recuerda ese momento: “Todavía iba a a la escuela en mi ciudad natal, pero me tomaba mi tiempo para bajar a su Academia y luego volver a subir. Es cierto que complementar ambas cosas me hacía estudiar un poco menos que los niños normales, es una realidad a la que todavía me enfrento, ya que de momento no he dejado los estudios”. Por esa cuestión decidió mudarse a Bordighera, provincia de Imperia, Región Liguria, lugar de la Academia 'Piatti Tennis'. Allí inicio su camino hacia el profesionalismo y aprendió a hablar italiano con fluidez, a pesar de haber nacido y vivido bajo territorio italiano.


Disputó pocos torneos Junior ITF y junto a su equipo decidieron incursionar en el circuito profesional. Casi sin experiencia, a los diecisiete años logró su primer título Challenger, seguido por dos trofeos Futures, al revés de lo que indica la lógica. Tres semanas consecutivas que jamás olvidará porque significaron el despegue del joven de cabellera rojiza que lo hizo reflexionar sobre su presente y futuro. Jannik Sinner estaba para cosas importantes en este deporte. El campeón más joven de un Challenger en toda la historia italiana debía mantener los pies sobre la tierra y no quemar etapas porque sí. Pero su rápida progresión hizo imposible seguir los pasos normales de un jugador con proyección.
En Budapest llegó su primera victoria ATP, en Roma su primer triunfo en Masters1000, en el US Open debutó en un Grand Slam, en Amberes alcanzó sus primeras semifinales ATP, en noviembre fue 93° del mundo y en Milán, invitado por la organización, ganó su primer título en el Masters #NextGen. "No tengo palabras para describir como me siento. Ha sido una semana increíble, enfrentándome a jugadores con mejor ranking que yo y que ya están algo más consolidados en el circuito. Poder compartir con ellos esta experiencia ha sido inolvidable. Tampoco puedo olvidarme del público que no ha parado de animarme y de la organización del torneo, ya que si no me hubiesen invitado no habría estado aquí. Espero poder volver el año que viene y defender mi título"


A lo largo de su corta carrera como profesional había ganado siete partidos ATP y embolsado $274,470. Solo en Milán ganó cuatro encuentros ATP y $372,000. Ni lerdo ni perezoso, siguiendo la tendencia de los jóvenes y asesorado por sus agencias de representación, Sinner se trasladará de la casa de sus padres en Sesto (Italia) al Principado de Mónaco, país exento de impuestos: “La idea es mudarme a Monte Carlo, un lugar hermoso donde te levantas cada mañana y puedes ver las montañas, para mí eso es el paraíso. En esta profesión hay que viajar mucho, así que volver a casa y relajarme de esta forma es perfecto”.

Daniel Vitale Pizarro

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