19 marzo 2018

Sinónimo de superación

La consagración de Argentina en la Copa Davis 2016 de la mano de Juan Martín Del Potro desinfló a la mayoría del equipo. Demasiada presión absorbieron los jugadores que no supieron manejar postriunfo. "La Torre de Tandil" tuvo un 2016 formidable luego de su vuelta al circuito tras su tercera operación de muñeca, pero como todo el equipo, no aprovechó el envión anímico de semejante logro para el tenis argentino. Asimilada la hazaña, su temporada recién tomó forma en el US Open, al unísono con la contratación de Sebastián Prieto como coach. En su torneo favorito (campeón en 2009) volvió a sentirse peligroso e importante dentro de una cancha de tenis.

Sebastian Prieto llegó en el momento justo. Su inclusión en el equipo de trabajo le dio orden a su vida tenística fuera de los torneos. "Prieto me aporta orden y tranquilidad. Estuve mucho tiempo buscando las pelotitas, programando mis entrenamientos, pensando en qué ejercicios hacer y cuáles no, y al final del día es un desgaste grande. Ahora estoy más tranquilo, Prieto tiene experiencia, estuvo entrenando a otros jugadores, estuvimos 5-6 torneos juntos y mi nivel aumentó y eso me da motivación para seguir trabajando juntos", declaró JMDP durante su pretemporada en Tandil.
Semifinalista del US Open con victorias ante Thiem (8°) y Federer (3°); semifinalista en Shanghai con triunfo ante Zverev (4°); campeón en Estocolmo en la final ante Dimitrov (8°) y finalista en Basilea tras ganarle a Cilic (4°), finalizó 11° ATP, suplente para el Masters de Londres. En un sprint de fin de año fantástico, el 2018 auguraba más alegrías que tristezas. La final en Auckland no fue ideal por el rival ante el que cedió (Bautista Agut - 21°) pero sí fue un buen inicio de temporada. El cuadro del Australian Open lo cruzó con un intratable Tomas Berdych en tercera ronda y Frances Tiafoe dio la sorpresa al eliminarlo en segunda ronda de Delray Beach.
Nueve del ranking ATP, fue campeón en Acapulco en un cuadro repleto de excelentes jugadores, con triunfos ante tres Top10 camino al título. Candidato en Indian Wells, el main draw se abrió y alcanzó la final en California sin vencer a ningún Top30. Pero en la final lo esperaba Roger Federer, compañero de varias batallas y N°1 del mundo. El partido fue una locura. 6/4 Del Potro; 7/6 Federer tras Juan Martín desperdiciar un match point con una derecha invertida simple a la red; tres puntos de partido de Roger con su servicio (5/4 40-15 y ventaja) que no pudo concretar para concluir con un 7/6 (7-2 en el tiebreak) para el argentino. El partido del año, sin dudas.


La final tuvo de todo. Lujos, errores, nerviosismo, discusión de ambos con el árbitro, chances desperdiciadas y muchos momentos de tensión. Federer sufre cuando los partidos con Del Potro son trabados, tanto como contra ningún otro jugador en la actualidad. Como Nadal un lustro atrás, Juan Martín tiene la receta mental para abrumar a Roger. No es técnico ni táctico, es mental. Federer es genial en todas las facetas del juego, pero cuando lo dominan mentalmente, no funciona. No le pasa seguido, pero ante Nadal y Djokovic, muchas veces se bloqueó.
"Estoy decepcionado por el resultado de hoy, pero no tengo otra cosa que hacer que felicitar a Del Potro. Él ha tenido muchas posibilidades de llevarse el partido en el segundo set, pero conseguí reaccionar y forzar el tercer set, pero por un par de despistes lo acabé pagando. Estaba en la entrega de premios pensando en que desearía haber jugado ese tiebreak otra vez. No sé qué demonios me ocurrió", declaraba en conferencia de prensa Federer, que buscaba ser campeón en California para mantenerse en la cima del ranking al menos hasta el Masters1000 de Roma. Perdida la final, deberá alcanzar los cuartos de final en Miami para no perder esa posición de privilegio.
Hoy, el rival de Roger Federer por cada torneo importante en canchas duras es Juan Martín Del Potro. Seis del mundo desde el lunes y probable tres ATP por la poca cantidad de puntos que defiende hasta agosto, mostró estas semanas en Norteamérica un semblante desde el fondo de la cancha que da miedo. Mentalmente privilegiado, dejó de golpear el revés con slice por dolor y lo hace por táctica. Su predecible revés cruzado ya no es tal y lo alterna con paralelos a menor velocidad pero efectivos. Su saque y su derecha, sus armas desde que es profesional, no tienen fisuras.

Sorprendido por el desarrollo del partido y por su nivel, "Delpo" dijo: "Ha sido un partido espectacular en todas las facetas. Creo Roger y yo jugamos a un gran nivel. La gente estaba emocionada, nosotros muy nerviosos porque lo notábamos en la cancha. Tuve el partido en mis manos en el segundo set pero no pude mantener la calma y todo se me complicó en el tercero, donde tuve que salvar dos bolas de partido. En el segundo tiebreak sí pude mantener la calma y conseguí llevarme el partido. Me sigo sorprendiendo a mí mismo y quiero seguir sorprendiendo al circuito"
A pesar de que Federer lidera los enfrentamientos personales ante Del Potro 18-7, lo curioso es el historial negativo en finales que adelanta a Juan Martín 4-2. El argentino lo derrotó en el US Open 2009, en Basilea 2012 y 2013 y en Indian Wells 2018, mientras que el suizo lo venció en Rotterdam 2012 y Basilea 2017. Las dos definiciones más importantes (la primera y la última) cayeron del lado del nacido en Tandil, y dos de esas cuatro finales, finalizaron 7/6 en el tercer set. Paridad absoluta entre ambos jugadores que tendrán varias peleas más.

Daniel Vitale Pizarro

05 marzo 2018

Terra rossa Fognini

La gira sudamericana llegó a su fin. Cada año febrero se tiñe de naranja y los especialistas de la superficie más lenta del planeta se reúnen en el hemisferio sur para batallar contra el calor y los interminables peloteos de fondo tan habitué del polvo de ladrillo. Quito (Ecuador), Buenos Aires (Argentina), Rio de Janeiro y San Pablo (Brasil) son las cuatro citas que conforman la gira, antes de la dupla norteamericana Indian Wells - Miami de marzo.


San Pablo comparte calendario con Dubai y Acapulco (ambos ATP500), por lo que las mejores raquetas del circuito ya migran de Sudamérica hacia los millones del Emirato o hacia México, antes de desembarcar en Estados Unidos. Pero no todos lo piensan igual y deciden, por cercanía, comodidad u oportunidad, disputar el segundo torneo brasileño en importancia. En 2018 el cuadro contaba con Albert Ramos Viñolas, Fabio Fognini, Pablo Cuevas y Gael Monfils. Ramos y Fognini eran los únicos Top20, Cuevas el tricampeón invicto y Monfils la atracción de toda la gira.

El italiano no defraudó y exhibió un gran tenis para llevarse el título, el sexto de su carrera, todos sobre arcilla. El pupilo de Franco Davin desde 2017, tan talentoso como volátil, vive un muy buen presente: metió solito a su país en cuartos de final de la Copa Davis, tropezó en primera ronda de Buenos Aires, alcanzó la semifinal en Río y terminó siendo campeón en San Pablo. En la ciudad más poblada de Brasil (y de Sudamérica) solo cedió un set en su camino al título, precisamente en la final ante la sensación de la gira, el chileno Nicolás Jarry.
"Es un gran inicio de temporada, muy similar a la de 2014. He trabajado duro en la pretemporada. Es agradable jugar bien, voy a seguir trabajando. Ahora hay dos grandes torneos en Indian Wells y Miami. Todos los que trabajan conmigo y con mi familia saben lo difícil que es ganar un título así que tengo que disfrutar de esto, porque es parte del deporte", fueron las palabras de "Fogna" en su final ATP N°15 (6-9), al menos una por año desde 2012. 13° ATP en 2014, Fabio tiene la oportunidad en 2018 de alcanzar el Top10 por su nivel y por las bajas de las principales raquetas en este inicio de año.
El finalista Nicolás Jarry fue el jugador a seguir durante febrero. Cuartos de final en Quito, semifinal en Rio y final en San Pablo. El nacido en Santiago de Chile solo había ganado un partido ATP hasta 2018 y hoy acumula once triunfos más las dos victorias en Copa Davis. Su presente cambió rotundamente. No hizo otra cosa que crecer. A los 22 años, los resultados obtenidos lo obligan a modificar la planificación de su calendario que incluía Challengers y qualys ATP. 61° del mundo, lo espera un año entero de cuadros principales: "Creo que alguien que trabaja tanto tiempo para ser Top100, quiere descansar un poco o disfrutar, por ende bajas la intensidad y comienzas a encontrar pensamientos que no son los más indicados. Yo me concentro en mi entrenamiento, en lo que hago, nada más”.
El punto de inflexión en la carrera de Jarry fue en 2016, cuando en junio regresó al circuito (619°) tras una operación de muñeca. En poco tiempo, Nicolás retomó su nivel y no dejó de mejorar. "Me propuse solo divertirme y entrenar duro, es todo lo que he hecho desde ese momento", fue la actitud frente a la lesión del chileno que en 2017 fue campeón de tres Challengers para finalizar 113° ATP. Top200 antes de la lesión en 2015, como junior llegó a ser N°8 ITF, campeón del Orange Bowl 2012 y finalista de Roland Garros, ambos logros en dobles junto a su compatriota Chistian Garin.
Su facilidad para jugar al tenis llama la atención. Genera potencia casi sin hacer esfuerzo gracias a su ductilidad y a su 198cm de altura. Sus armas, la derecha y el servicio, alejan a su rival de la línea de fondo lo que genera espacio para definir el punto con mayor comodidad. Tenista gracias a su abuelo Jaime, cuenta que la decisión más difícil de su vida fue decirle 'Tata, no me hables más de tenis': “Decirle eso a mi abuelo fue lo más difícil de mi vida. Fue un gran jugador y sabe mucho, pero él tiene en la mente un estilo de juego más antiguo, que no era tan rápido, y piensa las cosas de manera diferente. Yo tenía un entrenador y Jaime me decía lo opuesto a lo que estaba trabajando en la semana con mi coach. Entonces, no aguanté más y le tuve que decir eso. Decirle a tu abuelo, que lo mejor que hizo en su vida fue ser tenista, que no te enseñe, debe haber sido durísimo también para él”.
“El mundo cree que por ser un buen tenista junior luego serás un tenista profesional muy bueno. En Chile, en el U16, fuimos campeones del mundo en dos ocasiones. Christian (Garín) ganó uno de ellas. Esto es algo increíble, pero a largo plazo algunos no aguantaron la presión o algo raro sucedió. En mi caso, cuando era pequeño no tuve tan buenos resultados, la gente no hablaba mucho de mí, pero eso me ayudó a entender que a la gente le gusta mucho hablar. A esas edades hay que enfocarse en trabajar y escuchar solamente la opinión de tu equipo de trabajo”, le contaba a Tennis News un maduro chileno que sueña con disputar los JJOO de Tokio 2020

Daniel Vitale Pizarro