13 abril 2015

Esperanza estadounidense

La retirada de Andy Roddick del circuito ATP dejó acéfalo al tenis estadounidense en 2012. Ganador de un Grand Slam, número uno del mundo y demás logros, fue el último que puso al tenis de Norteamérica en lo más alto. Desde su adiós, John Isner fue y es la carta fuerte. Mardy Fish parecía mantener la presencia en el Top20 pero sus problemas físicos se lo impidieron. Isner, Querrey, Johnson, Sock y Young fueron los que terminaron en el Top100 en 2014, poco caudal para el país más laureado de la historia de este deporte, con estrellas en todas las épocas. La transición está costando. Los millones de dólares dedicados al deporte blanco aportados por la USTA no están reflejándose en el circuito, pero esta semana algo cambió.

Jack Sock y Sam Querrey, dos tenistas nacidos en Estados Unidos, alcanzaron la final en Houston (USA), algo que no pasaba desde que Roddick y Fish disputaran la final de Atlanta en 2011, lo que refleja la "crisis" del país de las barras y las estrellas. Crisis, entre comillas, por la comparación con su historia. El ganador del encuentro fue, para bien del país, el más joven. Jack Sock (22 años y 46° ATP) debutó en una final, fue campeón en su país (7/6 7/6 a Querrey), ante un compatriota y además alcanzó el mejor ranking de su carrera (36°). Una semana redonda.

Conferencia de prensa de su debut en un Grand Slam: US Open 2011

"Showtime" o "J-Sizzle", como apodan al joven, en primera ronda derrotó a Souza (69°) en tres sets para luego no ceder nunca más un parcial. Victorias en sets corridos ante Bautista Agut (15°), Giraldo (32°), Anderson (16°) y Querrey (42°), todos rivales con ranking superiores al suyo. Decidido a atacar en todo momento, su juego se basa en una derecha descomunal que acelera con mucha facilidad y un potente saque, tiro que arriesgó tanto que finalizó el certamen con 34 doble faltas, demasiados errores pero que terminaron con final feliz.

Lo promisorio del encuentro fue el mini renacer del tenis norteamericano, con un joven  de 22 años levantando el trofeo. La camada de juveniles comandada por Donaldson (18 años y 179°) no está aun preparada para dar el salto de calidad y los jugadores de la generación de Sock no están a la altura como Kudla (150°), Fratangelo (166°) y Novikov (194°), o están volviendo a retomar su nivel como Ryan Harrison (126° y 22 años), promesa que está en proceso de recuperación.

En Houston, Jack Sock disputó su tercer torneo de la temporada y ostenta en 2015 un récord de 10-2, derrotado solo por Federer y Thiem, en Indian Wells y Miami respectivamente. El comienzo tardío de Jack fue por una lesión que sufrió en enero en su pelvis por la que tuvo que ser operado y obligado a posponer el inicio de su año competitivo. Mientras se recuperaba en Kansas, le comunicaron que su hermano mayor Eric contrajo una enfermedad muy rara llamada "Síndrome de Lemierre", en ocasiones fatal. Recuperado, Eric lo acompañó en los Masters 1000 de Estados Unidos y Jack dijo: "Esto que ha ocurrido es un buen recordatorio de que hay que poner las cosas en perspectiva. En ocasiones juegas por algo más que solo el tenis", mientras llevaba esta frase en sus zapatillas: “For you, Eric”.

Lo curioso de Jack Sock fue su andar en el circuito desde que se convirtió en profesional. Ganó 18 torneos de la USTA National como junior para coronar todo eso siendo campeón del US Open 2010 en juveniles. Además marcó un récord en su Instituto al implantar un récord de 80-0 y campeón cuatro veces consecutivas del campeonato interestatal. Prometía por presente, potencia y determinación. Se convirtió en profesional en 2011 luego de graduarse en "Blue Valley North High School" (Kansas) en mayo.

Sock debutó en un Grand Slam gracias a una invitación al US Open y vaya si la aprovechó. En dobles mixtos junto a Melanie Oudin, derrotaron a la pareja argentina Schwank/Dulko y se adjudicó su primer "Major" en su debut. El dobles comenzaba a caerle bien. En 2013 pudo ingresar al Top100 tanto en en singles como en dobles por primera vez. Esa temporada alcanzó dos finales ATP en dobles masculino junto a James Blake con resultados opuestos: campeón en Delray Beach y finalista en Memphis.

El 2014 fue el año de la consolidación en el Top100, los torneos ATP y del despegue como tenista Top en dobles junto a Vasek Pospisil. Campeón en Wimbledon (primer torneo junto a Vasek y ante los hermanos Bryan) y Atlanta y finalista en Cincinnati y Estocolmo (jugó con Huey), junto a Pospisil no pudieron clasificar al Masters de Londres por escasos puntos tras terminar décimos con apenas siete torneos jugados. Pero la pareja seguiría cosechando logros. En 2015 fue campeona en Indian Wells y finalista en Miami, lo que los ubica actualmente novenos en el ranking de la especialidad, la mejor ubicación de su carrera, en sintonía con el puesto 36° que logró Sock en individuales tras coronarse en Houston. El mejor momento de su carrera.

Sam Austin Querrey, finalista en la edición 2010 y 2015 de Houston, sumó a su palmarés la 13° final ATP de su carrera (7-6). 27 años de edad y 41° ATP, no levanta un trofeo desde 2012 en Los Angeles. El chico de 198 centímetros de altura, que supo ser el 17° del ranking, recuperó en la arcilla de Texas algo de lo que mostró entre 2009 y 2010, años en los que alcanzó diez finales ATP. Su remontada comenzó en septiembre del 2014 cuando triunfó en tres Challengers consecutivos lo que le permitió disputar el Masters 1000 de París y todos certámenes ATP en este 2015. Los Estados Unidos de Norteamérica miran con buenos ojos esta final entre compatriotas de cara al repechaje que disputarán en la Copa Davis.

Daniel Vitale Pizarro

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