03 marzo 2014

Ave Fenix


"Aquí no ha pasado nada"

Cambio de raqueta, entrenador nuevo, intensa pretemporada sin exhibiciones extenuantes y cambios en el calendario, está dando sus frutos. Roger Federer se reinventa una vez más, para el asombro de sus detractores o "gurús" que lo veían más fuera que dentro del circuito en 2014. En Dubai, casi su segunda casa, volvió a levantar un título, algo que no lograba desde Halle 2013 (junio) y los analistas vuelven a hablar de él. A los 32 años, se lo ve en plenitud física y mental, sin los dolores en la espalda que lo aquejaron durante la temporada pasada. En un año que no defiende muchos puntos en los Grand Slams, "Su Majestad" está listo para dar pelea ante los de arriba. No volvió, nunca se fue...

Un 2013 irregular para la media de Roger, lo encontró en Basilea 2013 en una final, quizás el torneo inflexión para volver a tener buenas sensaciones. La final perdida ante Del Potro le devolvió la confianza que durante el año pareció que había perdido. Semifinal en París (Djokovic) y el Masters (Nadal), con victorias contra Del Potro y Gasquet, auguraban un buen porvenir para 2014, si su espalda se lo permitía. Y la temporada venidera comenzó con varios cambios significativos para el suizo. Se decidió a cambiar su raqueta, por una de similar peso y balance pero con una "cabeza" más grande, pasando de 90 a 98 el tamaño del aro. Sorprendió (una vez más) al contratar como entrenador "part-time" a Stefan Edberg, uno de los ídolos de su infancia, con la intención de darle una vuelta de tuerca más a su ya excelso tenis. Y para completar su preparación, cambió la gira Sudamericana de 2012 por una exigente pretemporada en Dubai, donde es ciudadano ilustre, propietario y asiduo visitante del Emirato. 


Bien plantado, dominó con el drive como en sus mejores épocas.

Inició la temporada en Brisbane, un torneo previo al Australian Open que no disputaba desde 2002. En suelo australiano chocó en la final con un compañero de ruta, Lleyton Hewitt, que no lo dejó coronarse. En el primer "Major" derrotó con comodidad a Tsonga y Murray, rivales que hacía meses le hubieran traído muchos problemas. Su envión lo frenó su karma, el español Rafael Nadal, pero el tenis y el físico del nacido en Basilea era otro al de la pasada temporada. A días de una serie de Copa Davis, le dio el OK a su entrenador y capitán, Severin Luthi, ganó su partido y ayudó a Suiza a pasar por primera vez la primera ronda de Copa Davis en diez años. La confianza del "Expresso suizo" había cambiado.

"Estoy feliz de encontrar los resultados, especialmente de forma rápida. Recién cambié (raqueta) y acá estoy, haciendo final en Brisbane, semis en el Abierto de Australia, gané mi partido de Copa Davis, y ahora gané la copa en Dubai", un Federer feliz por su recorrido este año. Camino a los 33 años, sigue vigente, competitivo y con ganas de ganar muchos títulos más. Sobre su raqueta, "RF" también dejó en claro su comodidad y tranquilidad al respecto: "Estoy feliz de que ya esté claro, ya no pienso en ello, puedo jugar tenis. Ya no está en mi cabeza si la raqueta es buena o no. Estaba seguro en las prácticas, pero después esperas que los resultados lo reafirmen. Cuando juegas así estás más libre, tienes la mente abierta. Así es cuando tienes más éxito".

El mejor partido del año

En Dubai, Roger Federer desplegó un tenis superlativo en la semifinal ante Djokovic, lo que le valió el título conseguido al día siguiente tras derrotar a Berdych en un partido que nada tuvo que ver al anterior, con muchos errores y oportunidades desaprovechadas por ambos jugadores. La semifinal fue de un nivel excepcional, con tiros y tiros dignos de la clase de jugadores que son Djokovic y Federer. El desgaste físico y mental quizás no permitió que demostrara lo mismo en la final, pero con eso bastó. Roger impidió que Novak lo igualara en enfrentamientos personales y se alejó 17-15.

El 17 veces campeón de Grand Slams alcanzó desde Basilea 2013, al menos la semifinal en sus últimos seis torneos. Y algo más llamativo aun: en 2013 venció cuatro veces a jugadores dentro del Top10 y en lo que va de 2014 ya igualó esa cantidad de victorias, lo que habla de un cambio en el actual número ocho del ranking mundial. Pero lo que modificó el suizo para vivir este presente fue su actitud y decisión. Mucho más agresivo y lanzado a la red, Federer, unos centímetros más dentro de la cancha, intenta presionar cada vez que puede y cerrar los puntos en la red con mayor asiduidad, lo que conlleva más riesgos pero acorta los peloteos largos que desgastan su físico. 




Este título fue el número 78 en 115 finales ATP, un trofeo más que McEnroe, el tercero en la historia, pero aun lejos de Connors (109) y Lendl (94). También está tercero en cantidad de finales, detrás de los mismos, que ostentan 163 y 144 definiciones. Además, Roger Federer igualó a Ivan Lendl levantando al menos un trofeo en catorce temporadas consecutivas. Y tan grande es el maestro suizo que añadió Dubai a su selecta lista de torneos que levantó al menos seis veces, junto al Masters (6), Halle (6) y Wimbledon (7). En los cuatro ostenta ocho finales, con diez partidos decisivos disputados en Basilea (5-5) como récord personal.

Daniel Vitale Pizarro

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