Sus ojos lo dicen todo
Corría el año 2003 y Rafael Nadal era un adolescente que recién daba sus primeros pasos en el profesionalismo, con apenas un puñado de partidos en el circuito ATP. Roland Garros era su sueño. Una lesión en el hombro izquierdo durante una práctica no le permitió disputar su primer Grand Slam y su debut en un torneo "grande" fue en Wimbledon 2003. Un año más tarde, el destino una vez más no quiso que pise el polvo parisino, también por una lesión pero esta vez más seria: "fisura por estrés del escafoides en el pie izquierdo", fue el diagnóstico médica, daño sufrido el quince de abril durante el torneo de Estoril (Portugal).
Estuvo alejado de las canchas por tres meses. París se hacía desear y "Rafa" seguía sin poder pisar el suelo de su Grand Slam predilecto. Pero todo cambiaría un año más tarde. En 2005 empezaba lo que aun no tiene fin. Ese año, Roland Garros lo tuvo por primera vez en sus canchas anaranjadas y el español no iba a decepcionar. Quizás en la final más difícil que haya jugado aquí por ser tan joven, primerizo en finales de esta envergadura y por el rival que estuvo a dos puntos de llevar el match a cinco sets, Nadal se coronó en París ante Mariano Puerta 6/7 6/3 6/1 7/5 con diecinueve años recién cumplidos. La espera del debut al final tuvo final feliz.
Ferrer mira como la Copa se le escapó casi tan rápido como Bolt
Roger Federer, número uno del mundo por aquellos años, sería el rival de los próximas tres finales (2006, 2007 y 2008). En las dos primeras, el español alzó el trofeo cediendo solo un set y en la última de este terceto, literalmente fue una paliza: le entregó solo cuatro games al nacido en Basilea. Pasaban los años y parecía que cada vez le costaba menos proclamarse campeón de Roland Garros. En 2005 y 2006 perdió tres sets en cada certamen; en 2007 uno; y ninguno en la versión 2008. Cuando parecía que se encaminaba a romper la marca de Bjorn Borg de cuatro Abiertos de Francia consecutivos, pasaba lo inesperado. La edición 2009 presenció la primera, y única hasta hoy, derrota de Nadal en suelo naranja francés. Robin Soderling (25° ATP), daba la sorpresa al eliminarlo en octavos de final 6/2 6/7 6/4 7/6 y cortaba la racha de cuatro "RG" al hilo del balear.
Mirá como son las cosas del deporte que un año después del batacazo, Nadal y Soderling se vieron las caras nuevamente, pero esta vez en la final, siendo el sueco verdugo ese año de Roger Federer en cuartos de final. Segunda final consecutiva en Francia para Robin, en la cual "Rafa" no le dio chances y lo derrotaba en tres sets, vengando la derrota de la temporada pasada. Todo indicaba que en 2011 Nadal-Djokovic iba a ser la final. El serbio venía sin perder partidos en lo que iba de la temporada y con siete finales seguidas derrotando a "Rafa", pero apareció un tal Roger Federer que se encargó de "Nole" en semifinales. No solo cortaba el invicto de Novak, sino que le facilitaba la definición a Nadal, acostumbrado a vencer a Federer en ladrillo, y así fue. 7/5 7/6 5/7 6/1 y un nuevo trofeo de Mosqueteros se iba para Palma de Mallorca.
La postal de la épica semifinal
El duelo Nadal-Djokovic no iba a tardar en llegar a una final de Roland Garros y se daba en 2012. Aunque no de la misma manera que si se hubieran enfrentado un año atrás, porque este año vez "Rafa" lo había vencido en Monte Carlo y Roma. Y no hubo sorpresa en la Philippe Chatrier. En dos días, por lluvia, el español se llevó el título ante el serbio 6/4 6/3 2/6 7/5. La revancha sería esta temporada, la viente trece, una vez más en semifinales (2007 y 2008). El duelo fue el más dificultoso y largo que Nadal tuvo en Roland Garros. 9-7 en el quinto set fue el resultado para Rafael y una nueva final en la arcilla gala.
Tras la prematura caída de Federer ante Tsonga, el finalista fue David Ferrer, que poco pudo hacer ante su compatriota. Pareció no haber afectado a Nadal el mayor tiempo en cancha que su rival, que llegaba a la definición sin ceder sets. Y se dio la lógica en París. Sin mostrar secuelas de cansancio, luego de las casi cinco horas disputadas con Djokovic un par de días atrás, atropelló a Ferrer 6/3 6/2 6/3 para que Usain Bolt le entregara el trofeo entre lágrimas.
Ocho Roland Garros, 59-1 su récord en París (superó por una victoria a Vilas, Pietrangeli y Federer), 57 títulos ATP (42 en arcilla, a cuatro del récord de Vilas), siete coronas en la temporada sobre nueve finales disputadas en la misma cantidad de torneos en lo que va de 2013, con 43 triunfos y dos derrotas (¡¡¡Zeballos!!! y Djokovic). Se convirtió en el primer jugador en la historia en ganar al menos un Grand Slam durante nueve años consecutivos. Superó a Sampras y Federer que ostentaban ocho.Secuencia de los Roland Garros de Nadal desde 2005 hasta 2013 /AFP pic.twitter.com/NlqfU82AQh— Teledoce.com (@Teledocecom) 10 de junio de 2013
Único jugador en ganar un mismo Grand Slam (Roland Garros), un mismo M1000 (Monte Carlo) y un mismo ATP500 (Barcelona) ocho veces (Riverito se haría un festín). Guillermo Vilas es el otro jugador con ocho cetros en un certamen (Abierto de la República), que hoy sería ATP250, pero que supo ser el torneo más importante de Sudamérica. Además, es su Grand Slam número doce, superando los once que lograron todos los españoles juntos, y solo superado por Sampras (14) y Federer (17), máximos ganadores. ¡Y todos estos logros los consiguió con tan solo 27 años recién cumplidos! De otro planeta.
La derecha más pesada de la historia
Gracias a esta final, Ferrer superará a Nadal en el ranking y llegará como cuarto preclasificado a Wimbledon, obligando a Nadal a cruzarse hipotéticamente con el Top4 a partir de cuartos de final. Veremos si Wimbledon, con su propia preclasificación, lo coloca más arriba en el escalafón mundial. A la hora de calificar esta victoria, Nadal dijo: "No sería justo empezar a calificar mis títulos. Por ejemplo, el de hoy es el más especial de este último tiempo, pero Wimbledon 2008 fue muy especial; el Abierto de Australia 2009 también fue muy importante, y el US Open 2010 fue simplemente increíble, porque ahí complete el Grand Slam. Todos estos momentos fueron muy especiales"
"Es cierto que me gusta la sensación de que la gente me quiera. Es una sensación muy especial. Pero no necesito que estén en el aeropuerto para sentir su apoyo. Muchas personas demuestran su amistad cada día y eso es lo más importante. Por supuesto que a algunos chicos les gusta ver a una multitud que los espere en el aeropuerto. Sin embargo, en Mallorca, el mejor regalo que me dan es que me dejen en paz, para volver a mi vida normal. Porque cuando uno gana un torneo como este, no puedes volver a la vida real, al igual que todos los jugadores. No puedo ser un chico de mi edad. Así que, la soledad para mí no tiene precio". Simple y sencillo, así es Rafael Nadal, el tenista más grande de la historia en polvo de ladrillo, y va por más...
¿Nadie lo vio?
Durante la mitad del segundo set, un espectador ingresó a la cancha con el torso desnudo con un bengala encendida, en repudio a la reciente ley de matrimonio homosexual aprobada en Francia, y recorrió casi la mitad del court central hasta que la policía lo redujo. Minutos antes, dos personas en las gradas sostenían una pancarta con la inscripción: “Ayuda, Francia pisotea los derechos de los niños”. Por suerte el hecho no pasó a mayores, pero hizo recordar lo sucedido hace 20 años, cuando un "fanático" apuñaló a la número uno del momento, Mónica Seles, y la ausentó del circuito WTA durante 28 meses. El hombre no parecía tener intenciones de acercarse a los jugadores.
Daniel Vitale Pizarro
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